"Es una fiesta en la que intuimos y celebramos nuestro final" No os quedéis plantados mirando al cielo, pero mirad al cielo
"La Ascensión es un acontecimiento de fe, no un hecho históricamente comprobable"
"La Ascensión de Cristo, más que una "subida" es un paso del tiempo a la eternidad, de lo visible o lo invisible, de la inmanencia a la trascendencia, de la opacidad del mundo a la luz de Dios"
- Amigo de Dios: Teó - filo
San Lucas comienza el Libro de los Hechos (primer “diario” o “historia” de las comunidades cristianas) dirigiéndose a Teófilo, que significa: amigo de Dios. (Theos: Dios / philos: amigo).
Del mismo modo que en el evangelio de San Juan aparece la figura del Discípulo Amado, y todos somos discípulos amados de Dios. En San Lucas nos encontramos con el amigo de Dios: amigos de Dios somos todos. Dios es nuestro amigo siempre.
Bueno es que -como creyentes- nos sintamos amigos de Dios en la vida. Dios y Jesús son amigos nuestros.
- La Ascensión
En el libro de los Hechos (que es de S Lucas), la Ascensión acontece a los cuarenta días de la Pascua, mientras que en el Evangelio de S Lucas, la Ascensión acontece el mismo día de Pascua.
Por otra parte, los evangelistas Marcos, Juan y Mateo no narran la Ascensión.
San Mateo ubica la despedida –que no la Ascensión- de Jesús en Galilea (tierra de gentiles – misión) y se despide quedándose con ellos: estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos.
Esto significa que la Ascensión es un acontecimiento de fe, no un hecho históricamente comprobable
Al final la Ascensión es un modo de hablar para decir que Jesús terminó en Dios o con Dios, pero sigue con nosotros y que ahora la misión de evangelizar es tarea nuestra.
- ¿Ascensión a los cielos?
El cielo de las estrellas y el cielo de la Ascensión al que ascendió Cristo no son idénticos.
En la fiesta de la Ascensión del Señor no estamos diciendo que Cristo, anticipándose a la ciencia moderna, emprendiera un viaje espacial.
La Ascensión de Cristo, más que una "subida" es un paso del tiempo a la eternidad, de lo visible o lo invisible, de la inmanencia a la trascendencia, de la opacidad del mundo a la luz de Dios, de los hombres a Dios, de la física a la meta-física. La Ascensión de Cristo es "ascensión" sólo en ese sentido.
El cielo no es un lugar, sino un estado personal en Dios.
El lugar de JesuCristo y el lugar del ser humano es Dios, el amor de Dios.
La Resurrección, la Ascensión y Pentecostés son aspectos diversos del mismo acontecimiento que es la Pascua. Los celebramos como momentos distintos por un poco de pedagogía y otro poco de liturgia para poner de relieve el rico contenido que hay en el hecho de pasar Cristo de este mundo al Padre.
- La Ascensión esperanza de la vida.
La última mirada.
Lo vieron levantarse, marcharse y dejarles solos en la vida. Sea como fuere, el Jesús de la historia marchó y –de alguna manera- se despidió de los suyos.
Es como la última mirada que dirigimos al ser querido que marcha o que nos deja definitivamente. Y dejas Pastor santo, que dirá Fray Luis de León (1527-1591).
Pero dos aspectos alivian y convierten la despedida en esperanza.
- La Ascensión alienta nuestra esperanza. Terminaremos como y donde terminó Jesús y María.
El ser humano es esperante.
Decía el médico y filósofo Pedro Laín Entralgo (1908-2001) que el ser humano espera por naturaleza algo que no está en nuestra naturaleza. Nosotros no podemos darnos la plenitud, la recibimos de Dios.
- Celebramos que el Señor permanece y está con nosotros siempre hasta el fin de los tiempos.
Es cierto que no hay que quedarse plantados mirando al cielo, pero hemos de mirar al cielo.
Es una fiesta en la que intuimos y celebramos nuestro final. Vamos a terminar como Cristo, (y como la Virgen María: Asunción).
No os quedéis plantados mirando al cielo,
pero mirad al cielo
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