Juan Antonio Delgado de la Rosa, en Endymion Díez-Alegría: socialista y humanista

(Antonio Aradillas).- "Presbítero" era y es la calificación significante de la firma y condición de los sacerdotes diocesanos en la presentación de su oficio-profesión - vocación.

OP. designa a los "dominicos" o "padres predicadores", por antonomasia. OFM. -Hermanos y Menores-, es santo y seña de los "franciscanos-. OSA proclama la pertenencia a la Orden fundada por san Agustín. CMF -"Hijos del Corazón de María"- define a los "claretianos" de san Antonio María Claret.

Y así sucesivamente en la escala de los monjes, monjas, hermanos y hermanas del resto de las Órdenes y Congregaciones Religiosas, sin contar con los correspondientes grados y categorías internas de las mismas, como obispos, abades, padres superiores...En los jesuitas -SJ- -"Societatis Jesus"-en latín, y en castellano "Compañía de Jesús", destacan las condiciones militares ignacianas de su fundador.

Con estos prenotandos, es posible que les sorprenda a algunos de los lectores del libro publicado por "Ediciones Endymión" con el título de "José María Díez-Alegría", que en su subtítulo destaque sobre la condición de jesuita la de "socialista humanista en medio de la clase obrera".

Se trata de un libro, documentado y denso -520 páginas-, cuya lectura contribuye a poner certeramente las cosa en su sitio, no solo en relación con su protagonista, el tan recordado, polémico, santo y sabio José María Díez-Alegría, avecindado en las principales Universidades eclesiásticas y civiles de España y del extranjero, sino también, y en sus penúltimos años, en el barrio madrileño del "Tío Raimundo", acogido por su otro hermano en religión, el también José María padre Llanos.

Constructores los dos de "Iglesia, sociedad y comunidad" y con la convicción y el testimonio de estar cristianamente a disgustos con lo que tales facultades religiosas, sociales y políticas tenían que ser, como competencia de los componentes del "Nacional Catolicismo" entonces fervorosamente vigente y triunfante, en sus esferas altas, medias y menos medias, huelga referir que las dificultades, persecuciones y
condenas se hicieran siempre presentes en el desarrollo de su actividad pastoral.

En la contraportada del libro se reseña que "el tercer doctorado del padre Díez- Alegría fue la calle y sus gentes sencillas, obreras, desposeídas de los bienes de la tierra madre, poniendo a su servicio lo mejor de sí: su intelectualidad, su visión del mundo, su vida marcada por la búsqueda de un socialismo humanista, una teología liberadora intercontinental y una antropología en la que subyacía la esperanza, de forma inexorable".

Juan Antonio Delgado de la Rosa, también coleccionista de doctorados y licenciaturas en Filosofía y Letras, Historia Contemporánea, en Estudios Eclesiásticos y con máster en Pensamiento Español e Iberoamericano", es el autor del libro de tan apreciable actualidad e indispensable para conocer con seriedad, documentación y responsabilidad el entorno político y religioso de la España en que vivió y se encarnó José María Díez-Alegría, "un jesuita socialista humanista en medio de la clase obrera"

Como aportación personal entrañable, aduzco el dato de que tuve la gratísima oportunidad, como periodista y sacerdote, de entrevistar para el diario "PUEBLO" y la SER, al jesuita, a propósito de la publicación de uno de sus libros, con el cariñoso añadido de conservar unas deliciosas y elocuentísimas viñetas que nuestro amigo, también José María, "Peridis", dibujó mientras contestaba a las entonces peligrosas -peligrosísimas- preguntas que yo le formulaba. Eran otros tiempos, que al menos religiosamente no han cambiado como quisiera el papa Francisco, también jesuita.

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