(Paulinas).-El Papa Francisco ha resaltado de una forma muy especial la importancia de la familia. Sabemos que está siempre en su corazón y ha proclamado reiteradamente, en muchos de sus mensajes, que es una gran ayuda para el crecimiento interior y humano de cada uno de sus miembros, al mismo tiempo que impulsa un progreso justo, fraterno y armonioso de la sociedad en su conjunto.
Porque la familia no debe estar ensimismada en sí misma, ni situarse al margen de la realidad, sino muy dentro de la misma, como levadura y semilla fecunda, aportando muchos de los valores que pueden ayudar a dar a luz un mundo nuevo, como lugar de encuentro, de acogida, de compromiso, de alegría y ternura.
En ella damos nuestros primeros pasos, hasta llegar a la madurez personal en las relaciones, la armonía, la igualdad, el diálogo, la fe y el amor de unos hacia los otros.
Junto a la reciente Exhortación apostólica postsinodal Amoris Laetitia, que ha escrito el Papa sobre el amor en la familia, estos pensamientos suyos para cada día del año, que se han extractado con sumo cuidado de sus diversos escritos y mensajes, desde el principio de su pontificado hasta estos momentos, nos ayudarán a valorar y agradecer de una forma cotidiana el valioso don de la familia, tanto para nosotros como para nuestro mundo.
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