María Rosa Buxarrais e Isabel Vilafranca, en Desclée Una mirada femenina de la educación moral

(Antonio Aradillas).-La editorial "Desclée de Brouwer", y nada menos que en su colección "Aprender a ser: educación en valores", acaba de publicar el libro titulado "Una mirada femenina de la educación moral". Sus autoras, y coordinadoras a la vez, son María Rosas Buxarrais, catedrática de la Universidad de Barcelona y doctora en Pedagogía, junto con Isabel Vilafranca, también doctora en Pedagogía y profesora en la citada Universidad.

"La obra, tal y como se destaca en su contraportada, viene a cubrir varios vacíos por una parte, la necesidad de una antología pedagógica de mujeres de una sensibilidad femenina y, por otra, un homenaje a todas aquellas autoras que desde diferentes discursos, tiempos y espacios, han aportado cuestiones relevantes al ámbito de la Educación Moral".

El capítulo dedicado a María Zambrano (1904- 1991) -"La educación como camino hacia el ser"-, merecería por sí solo amplia y atenta lectura. En el mismo, la pensadora andaluza apunta que "si se pretendiera intentar de verdad definir la "democracia", podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no es solo permitido, sino exigido, el ser persona". Antonieta Carreño, autora de este capítulo, comenta que desde esta perspectiva, el régimen político que permite la humanización y no teme la diversidad que consiente y facilita a cada quién transitar por su propio proyecto, que cree en la igualdad del ser humano y rehúye la uniformidad. Así de optimista se muestra María Zambrano en la defensa de los valores políticos y morales de la democracia, diseño radical en el que podrá llegar a ser libre la persona que es, huyendo de los personajes que nos habitan".

En el capítulo dedicado a Judit Butler -(1956)- ("La filosofía ética y la formación del sujeto crítico"), Raquel Cercós comenta que, "desde un punto de vista pedagógico, la idea de que llegar a ser persona virtuosa significa ser capaz de mantener una relación crítica, forma parte de lo que Sócrates ejemplificaba en la "parrhesía", entendida como una actitud verbal, por tanto, un modo de obrar, en la cual, un hablante expresa su relación personal con la verdad y reconoce -asumiendo el peligro- que decir la verdad es un deber para mejorar o ayudar a otras personas".

El mundo -todo el mundo-, es decir, personas, acontecimientos y "cosas", está anhelantemente a la espera de la presencia y actividad de una "mirada femenina de la educación moral. Hasta el presente, era y es, la mirada del hombre, la que confirmaba y conformaba prevalentemente la misma ética y la moral de los seres humanos.

Cambian, o intentan cambiar, los tiempos, también los religiosos, a los que la mirada femenina los creen y re-creen con la infinita capacidad de renovación y de vida que caracteriza y dota a la mujer por mujer. Los tiempos nuevos demandan la presencia, actividad y hálitos de la mujer en sus pliegues y aún repliegues, por lo que las perspectivas que ofrecen las autoras y colaborados del libro que reseño, es hoy imprescindible y edificante, y más con visión de futuro.

Nuestro mundo, lo mismo en sus realidades que en sus imaginaciones, pordiosea miradas de mujer para hacerse más tierno, habitable, amoroso y convivencial, tanto humana como divinalmente.

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