Fernando Cordero, en San Pablo ¿Qué pinta Dios hoy?
(Antonio Aradillas).- Con el popular, interesante y casi adolescente título de "¿Qué pinta Dios hoy"? y el subtítulo esclarecedor de "Imágenes y metáforas para comunicar la fe", la editorial San Pablo acaba de publicar en su acreditada colección "Mambré", un libro de 156 páginas, del que aseguro que se habrán de hacer no pocos y hasta sorprendentes comentarios.
Vaya por delante que en su prólogo ya se apunta la idea de que se trata de un "libro de los que se leen más de una vez, se subrayan y en los que se hacen anotaciones en los márgenes, con inquietudes y temas de hoy y desde la misión compartida, pasando por las redes sociales y el WhatsApp, hasta los "padres drones". Con acierto y realismo se da por supuesto que, "más que un libro, es una herramienta que ayudará a dar respuestas a preguntas de tanta importancia, verismo y actualidad como la de ¿qué pinta Dios hoy?".
Su autor es el padre Fernando Cordero, religioso de los Sagrados Corazones, periodista, pastoralista, párroco y colaborador de publicaciones religiosas muy conocidas. En la misma editorial San Pablo alcanzaron renombre y éxito sus títulos "MarterChef de la santidad" (santos y santas para abrir boca),,"Orejas de colores"(sugerencias para escuchar a Dios en lo cotidiano), "María, la primera en armar lío"", "Amigos hasta la muerte", "Combatir las hambres de hoy y ser pan cotidiano"...
Por si a alguno pudiera servirle de pauta, mi primer subrayado fue el dedicado a la afirmación de Albert Einstein, de que "el ejemplo no es la mejor forma de enseñar, es la única". Los episodios de "el payaso y el circo en llama, sudar la camiseta, la Trinidad en 3D, los pòsters de IKEA, la luna: espejo del sol en la vida, la habitación de Van Gog, Jesús: perfume, modas y joyas, comunidad: erizos, abejas y dinosaurios, una Iglesia sin talibanes, el "abaha", las cucharas del banquete, periferias: el fuego y las cenizas, y citas propias y ajenas , documentadas convenientemente , de fácil lectura e incuestionable provecho personal y comunitario, que se inscriben en el recuerdo cristiano o cristianizable, son inequívocas estrellas- guías de esperanza y de luz.
A título personal, y por razones que aquí y ahora no vienen al caso, yo subrayé el texto de la página 59, titulado "La cruz del cardenal de Toledo" ,que ejemplarmente refiere que "de generosidad y atención a los pobres bien sabía el beato Ciriaco María Sancha, cardenal arzobispo de Toledo, quien en más de una ocasión empeñó su pectoral. Visitaba la casa de los pobres para ver lo que necesitaban y acudía a los comerciantes de Toledo para pedirles mantas, vestidos o víveres que luego repartía entre esas familias necesitadas. Otras veces, cuando el cardenal tenía necesidad de dinero, iba a Madrid y empeñaba su pectoral. A continuación, en Toledo, o bien invitaba a comer a los ricos, o bien acudía a sus casas o comercios y les pedía que fueran a desempeñarlo, puesto que no iban a permitir que su arzobispo fuera sin pectoral. El comerciante de turno al que se había dirigido acudía a rescatar el pectoral a la casa de empeños hasta la siguiente vez"
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