Inaugurada la primera Casa de Francisco y Clara en la Amazonía Cardenal Steiner: "La economía está muerta, porque la economía debe estar al servicio de las personas"
"La economía ya no está al servicio de las personas, la economía está explotando a las personas, especialmente a los pobres. La economía ya no está al servicio de la casa de todos, está al servicio de unos pocos que obtienen cada vez más beneficios"
"Una experiencia mística, profética, pero sobre todo popular y comunitaria", con protagonismo femenino, que muestra que "la Iglesia es de hecho un pueblo de Dios que se mueve, que se organiza, que piensa, que consigue reflexionar sobre un sistema y moverse para hacer que tengan lugar otras realidades
"Colocar la ecología integral dentro de toda la pastoral, dentro de todo el proceso de evangelización"
"La periferia organizada es capaz de transformar este sistema que nos quiere matar"
"Una nueva economía es un proceso largo, como largo ha sido el proceso para que hoy lleguemos a esta destrucción real que está haciendo la economía"
"Colocar la ecología integral dentro de toda la pastoral, dentro de todo el proceso de evangelización"
"La periferia organizada es capaz de transformar este sistema que nos quiere matar"
"Una nueva economía es un proceso largo, como largo ha sido el proceso para que hoy lleguemos a esta destrucción real que está haciendo la economía"
"Una nueva economía es un proceso largo, como largo ha sido el proceso para que hoy lleguemos a esta destrucción real que está haciendo la economía"
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La primera Casa de Francisco y Clara en la Amazonía se inauguró el jueves 30 de noviembre en la comunidad de São Mateus, en el Barrio Zumbi dos Palmares, en la periferia de Manaos. Fue una oportunidad para presentar el libro "Realmar la Economía", que contó con la presencia del Cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, y de un buen número de participantes de la comunidad local, de la Archidiócesis de Manaos y de la representante de la Articulación Brasileña de la Economía de Francisco y Clara, Gabriela Consolaro.
Una casa de Francisco y Clara en el suelo amazónico
Esta casa en el suelo de la Amazonía fue un sueño de esta articulación, según Consolaro, que la definió como "una experiencia mística, profética, pero sobre todo popular y comunitaria", con protagonismo femenino, que muestra que "la Iglesia es de hecho un pueblo de Dios que se mueve, que se organiza, que piensa, que consigue reflexionar sobre un sistema y moverse para hacer que tengan lugar otras realidades, realidades inclusivas, plurales, acogedoras, de trabajo comunitario, con las manos en la tierra y sonrisas en los rostros".
Respecto al libro, ella, que es una de las autoras, lo ve como el resultado de todo un camino, con 30 autores que recorren todos los temas de la Economía de Francisco y Clara, insistiendo en que quiere contribuir a "la llamada del Papa Francisco que nos invita a construir una sociedad y una Iglesia verdaderamente sinodal, ecológica, comprometida, con los pies en este suelo", mostrando algunos elementos presentes en el libro, donde aparece otra forma de vivir la vida. Gabriela Consolaro reflexionó sobre el hecho de haber sumado a Clara en Brasil al movimiento de la Economía de Francisco, algo no siempre comprendido y aceptado fuera de Brasil, pero que resalta la importancia de lo femenino en esta realidad.
La Economía sólo tiene sentido en el servicio
Tomando como punto de partida el título del libro, el Cardenal Steiner insistió en que es el alma la que da sentido, denunciando que "la economía está muerta, porque la economía debería estar al servicio de las personas". Según el arzobispo de Manaos, "la economía ya no está al servicio de las personas, la economía está explotando a las personas, especialmente a los pobres. La economía ya no está al servicio de la casa de todos, está al servicio de unos pocos que obtienen cada vez más beneficios". Un título que significa "volver a dar alma a la economía", subrayando que "la economía sólo tiene sentido cuando está al servicio de las personas, cuando ayuda a crear fraternidad, cuando ayuda a crear justicia, cuando ayuda a las personas a tener una vida digna".
El cardenal recordó que en la historia hubo momentos en los que la economía tenía alma porque estaba al servicio de las personas. Pidió ayudar al Papa Francisco a buscar una nueva economía, destacando el gran esfuerzo que ha hecho en un largo proceso para lograr una nueva cultura, un cambio ante el constante crecimiento de los pobres, el hambre, la migración por hambre y la violencia en todo el mundo. Según el arzobispo, la incorporación del nombre de Clara en Brasil ayuda a comprender lo que significa la fraternidad y la preocupación por el medio ambiente, una dimensión de gran importancia en la Amazonía, donde la cuestión de la economía tiene que ver con la falta de cuidado con el medio ambiente.
La periferia organizada transforma un sistema que mata
Según Fray Paulo Xavier Ribeiro, coordinador de la Comisión para la Ecología Integral, en la Archidiócesis de Manaos se está promoviendo una implicación en estas cuestiones, lo que lleva a "colocar la ecología integral dentro de toda la pastoral, dentro de todo el proceso de evangelización", algo que considera un reto, pero a lo que puede ayudar la creación de la Casa de Francisco y Clara para poder asumirlo, destacando el papel fundamental de los jóvenes en ello. El fraile capuchino ve necesaria la incidencia política, ya que "la política es una forma de ejercer la caridad", llamando al compromiso y a entrar en el camino abierto por el Papa Francisco con Laudato Si'.
En esta dinámica, la hermana Elis Santos, otra de las autoras del libro, destacó la importancia de las periferias, presentadas como un contrapunto, una resistencia, porque "la periferia organizada es capaz de transformar este sistema que nos quiere matar", una experiencia vivida en el Barrio Zumbi dos Palmares, donde las personas pasaron a formar políticas públicas, comunidades eclesiales, que las hicieron resurgir como periferia movilizada. La religiosa insistió en la importancia de valorar los saberes de la periferia, de los pueblos indígenas y tradicionales, saberes únicos que han marcado la construcción de la Casa Amazónica de Francisco y Clara. Denunció el haber borrado la identidad indígena por un violento proceso colonial, pero también señaló que esta identidad se ha ido recuperando poco a poco.
Una casa fruto de una historia, como han dicho varias voces, nacida de la llamada del Papa Francisco en 2019, que en Brasil se ha materializado en los pasos dados por la Articulación Brasileña de la Economía de Francisco y Clara, que cree que es de las periferias de donde brotará un mundo nuevo, y que territorializa sus propuestas en las casas de Francisco y Clara, y que en Manaos ha implicado a mujeres y hombres que se han enfrentado a un gran desafío.
Una pequeña semilla plantada
Una semilla sembrada en abundancia, aunque no toda dé fruto, según el Cardenal Steiner, llamando a la Economía de Francisco y Clara a perseverar en la siembra. Reconociendo que hay mucho sol, piedra, espinas y pájaros, y que no todas las semillas son capaces de dar fruto, insistió en que "queremos que nuestra siembra haga que la semilla crezca y dé mucho fruto". El arzobispo dijo que "una nueva economía es un proceso largo, como largo ha sido el proceso para que hoy lleguemos a esta destrucción real que está haciendo la economía", lo que requiere perseverancia en la siembra.
Steiner dijo que se trata de una pequeña iniciativa, como la semilla, llamando a "perseverar, a creer en la fuerza de la semilla, a creer que es posible una nueva economía, una economía de fraternidad, una economía donde todos tengan una oportunidad, una economía de solidaridad, una economía de compartir", pidiendo a Dios "la gracia de caminar juntos y construir este mundo nuevo tan necesario, que en el Evangelio Jesús llama el Reino de Dios", y que "no olvidemos que todos estamos al servicio del Reino de Dios".
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