El Papa Francisco ve en el V Congreso Misionero Nacional, que tiene lugar en Manaos del 10 al 15 de noviembre, un "fuerte eco en la Iglesia que peregrina en tierras brasileñas del mandato evangélico del Señor: 'Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda criatura' (Mc 16,15)".

La Iglesia no debe encerrarse en sí misma

En un mensaje dirigido a los participantes, el Obispo de Roma señala que "el tema inspirador de vuestro encuentro recuerda que la Iglesia local no debe encerrarse en sí misma, dentro de sus fronteras geográficas y culturales, sino que está llamada a ir hasta los ‘confines de la tierra’, llevando el mensaje de Cristo a otras tierras, evangelizando nuevas culturas".

En cuanto al tema, cuya elección alegra al Papa, insiste en que: "Corazones encendidos, pies en camino", evoca el "encuentro del Señor resucitado con los discípulos en el camino de Emaús, donde podemos contemplar un modelo de acción evangelizadora". Según el pontífice, "es necesario dejar que Jesús camine con nosotros, que recorra con nosotros el camino de nuestra vida", lo que considera un primer paso.

En segundo lugar, el Papa Francisco insiste en "estar atentos mientras nos explica las Escrituras, sentir arder nuestro corazón al escuchar sus palabras". Por último, destaca la necesidad de "reconocerle al 'partir el pan', haciendo del encuentro con el Señor, presente en la Eucaristía, la fuente de nuestro entusiasmo por la misión y de nuestra comunión eclesial".

No dejéis que decaiga vuestro ardor misionero

Ante esto, el Santo Padre expresó su deseo de que "las Iglesias locales de este inmenso Brasil, con el corazón ardiente por la pasión de evangelizar, se pongan en camino, anunciando con alegría a Cristo Resucitado a todos los pueblos", destacando una petición para que "no dejéis que decaiga vuestro ardor, que ciertamente experimentaréis durante el Congreso".

El Papa Francisco felicitó "a las diócesis brasileñas que asumen el mandato misionero y superan las barreras territoriales, lanzando su mirada hasta los confines de la tierra". Destacó los "hermosos testimonios de misioneros que, partiendo de esta querida nación, ¡anuncian la Buena Nueva en otros países, en otras culturas!". Son misioneros que "se encuentran en los lugares y continentes más lejanos, a menudo en situaciones desafiantes, ante una humanidad herida por una cultura que descarta a los más frágiles", subrayó, y que, incluso ante tantos obstáculos, "dan un sentido hermoso y verdadero a su existencia".

En el corazón de la querida Amazonía

El Papa Francisco destacó también lo significativo que es que "este Congreso se desarrolle en el centro de la querida Amazonía, siempre presente en mis oraciones y en mi corazón". Insistió en que "la fe cristiana llegó a estas tierras como fruto del ardor misionero de hombres y mujeres intrépidos". Un anuncio que tiene como fruto que "el encanto por la Buena Nueva que os ha llegado no os deje complacientes en una Iglesia encerrada en sí misma y atemorizada, sino que os impulse con la fuerza del Espíritu Santo a ir más allá de las fronteras".

Pidiendo la intercesión de Nuestra Señora Aparecida, Reina y Patrona de Brasil, el Papa Francisco dio su bendición a los participantes del V Congreso Misionero Nacional, pidiendo, como siempre hace, "que no se olviden de rezar por mí y por la misión que yo también he recibido".