Semana Santa... Tiempo de gracia
En esta Semana Santa tan rara, extraña, atípica…, también es ahora que el Señor nos espera, cuenta con nosotros para estar a su lado, cerca en estos días de camino hacia la cruz, un sufrimiento que será iluminado por la luz de la Resurrección. Hoy nos hará falta salir a la calle, ir a nuestras Iglesias, las procesiones, tanto como teníamos al alcance y ahora valoramos de otra manera, porque algo está cambiando también en nosotros.
| Gemma Morató / Hna. Ana Isabel Pérez
La oración del Papa Francisco en la tarde del 27 de marzo de 2020, fue sin duda, un tiempo de gracia, de alimentar el alma, de palpar la fuerza del Amor de Dios. Un tiempo de oración que me hizo mucho bien, como a tantas personas que ahí estábamos, en el silencio, en lo invisible, pero sí desde la confianza que nos da el saber, que Dios camina en este hoy de la historia, fortaleciéndonos a través de la oración, de la cercanía en la fraternidad.
En esta Semana Santa tan rara, extraña, atípica…, también es ahora que el Señor nos espera, cuenta con nosotros para estar a su lado, cerca en estos días de camino hacia la cruz, un sufrimiento que será iluminado por la luz de la Resurrección. Hoy nos hará falta salir a la calle, ir a nuestras Iglesias, las procesiones, tanto como teníamos al alcance y ahora valoramos de otra manera, porque algo está cambiando también en nosotros.
Ahora es hora de vivir este tiempo de gracia, el Triduo Pascual hacia dentro, físicamente en casa, espiritualmente con nuestros hermanos y sobretodo es una invitación a vivirlo más interiormente, más cerca de Jesús de Nazaret. Vayamos a su encuentro y que éste nos haga mejores, más humanos, más hermanos. Compartamos nuestro tiempo con Él. Jesús no nos deja solos, su entrega en la cruz fue la prueba de su fidelidad, de su AMOR por nosotros. En este hoy que vivimos, ¡Haznos fuertes, Señor!
“En las horas de duda… dame luz.
En las horas de cansancio… dame fuerza.
En las horas de miedo… dame valor.
En las horas de dolor… dame paz.
En las horas de rendición… dame coraje.
En las horas de agobio… dame frescura.
En las horas de enfado… dame risa.
En las horas de opresión… dame libertad.
En las horas de odio… dame respeto.
En las horas de intransigencia… dame tolerancia.
En las horas de desaliento… dame ilusión.
En las horas de escepticismo… dame ideales.
En las horas secas… dame amor.
En las horas de flaqueza… dame fuerza
En las horas difíciles… dame vida (Oración)”.