Valor de los pajarillos
Jesús pone el ejemplo de los pájaros que picotean por los campos en tiempos de siega y que él mismo cruza junto con sus discípulos con frecuencia. Es por consiguiente una escena que todos sus oyentes están acostumbrados a ver para hacerlos reflexionar sobre cosas más importantes. Un ejemplo patente son los cientos de emigrantes que huyen de la guerra o el hambre y los hombres, que no somos dioses ni mucho menos, les cerramos el paso. ¿Dónde queda la solidaridad, dónde queda la fraternidad? Son seres humanos con los mismos derechos que nosotros. ¿Hemos olvidado que en épocas anteriores muchos europeos se lanzaron en busca de un porvenir mejor en otras tierras?
Dios pide nuestra colaboración para realizar su misericordia. Por algo dijo al letrado que le preguntaba a Jesús ¿Quién es mi prójimo?, lo que le dijo. A partir de la parábola del hombre que cayó en manos de los maleantes, el Maestro le hace ver quién fue el prójimo del malherido: “¿Quien fue el prójimo del hombre asaltado por los maleantes? El letrado respondió: El que tuvo misericordia de él. A lo que Jesús le respondió: Ve y haz tú lo mismo” (Lu 10, 25-37).El mensaje no puede ser más claro: Dios llama a la puerta de nuestro corazón. Texto: Hna. María Nuria Gaza.