Cuando ponemos un azucarillo al café

Caña de azúcar
A los que nos gustan las cosas dulces no dudamos en ponernos uno o dos azucarillos al café: lo hacemos de una forma mecánica sin reflexionar. Sin embargo, pocos nos preguntamos los sacrificios y enfermedades a que están expuestos los recolectores de la caña de azúcar.

Hace ya muchos años que conocí las discusiones que los jesuitas mantenían con una terrateniente que poseía grandes plantaciones de caña en el oriente boliviano. Ella se tenía por muy cristiana y los sacerdotes discutían con ella sobre las condiciones en que tenía sometidos a los indígenas guaraníes que mandaba a la zafra; su proceder era injusto y muchos de estos hombres caían en enfermedades respiratorias que se producían al desprenderse del corte de caña un polvillo perjudicial para los pulmones.

Por lo que termino de enterarme el problema continúa. Actualmente en la República Dominicana. “El 24 de septiembre de este año, durante la sesión 39ª de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, se trató en un evento paralelo la creciente preocupación internacional sobre la industria de la caña de azúcar en la República Dominicana debido a la impunidad de sus acciones ante la violación de los derechos humanos” (Religión Digital).

En este aspecto los Dominicos en República Dominicana se están involucrados para defender a los campesinos. Desde Antón Montesinos la condición de los pobres continúa siendo explotada en la isla y los dominicos como en aquel entonces salen en defensa de los oprimidos.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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