Apenas tuvimos algún contacto que ya casi no recuerdo si fue personal o por escrito. Ello no obsta para deba agradecer a Mariano Gamo un influjo muy importante, llevado a cabo de la manera más eficaz de influir que es la de la ejemplaridad, en aquellos años en que yo comenzaba a enseñar teología y quería hacerlo insertándome en Torre Romeu, barriada marginal de Sabadell. Allí fue (por supuesto) donde supe de él, no en la Facultad de teología.
Se le ha dicho que no se puede encender una vela a Dios y otra a Marx. Gran verdad porque las velas solo se le encienden a Dios. Aunque no deja de ser curioso que quienes le dicen eso suelen encender una vela a Dios y dos al Capital... Pero reconocer las grandes verdades que dijo Marx (pese a sus importantes errores) no es encender una vela al marxismo sino a Dios: porque toda verdad procede de Dios, tanto si la dijo Marx, como si la dijo Nietzsche o Nelson Mandela... Y si no que se lo pregunten a aquel Jonás que fue a predicar a Nínive..., o a aquella mujer cananea que acudió a Jesús porque sabía que aunque ella era "infiel", también los perritos comen de las migajas que caen de la mesas de los elegidos...
Gracias pues, querido Mariano. Y ayúdanos a no olvidar tu ejemplo
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