“Nos preocupan especialmente los métodos de detención y deportación anunciados", denuncian Los obispos de Arizona temen que Trump autorice redadas de inmigrantes ilegales en las iglesias

Redada de inmigrantes en el aeropuerto de Texas
Redada de inmigrantes en el aeropuerto de Texas EFE

“Nos preocupan especialmente los métodos de detención y deportación que se han anunciado, que pueden incluir redadas en iglesias, lugares de culto, hospitales, escuelas y otros lugares relacionados con la satisfacción de las necesidades humanas básicas”

“Aplaudo a los obispos de Arizona por manifestarse firmemente en contra de una política de deportación masiva y destacar las posibles violaciones de la dignidad humana y la libertad religiosa que surgen de ella”, dijo J. Kevin Appleby, ex director de política migratoria y asuntos públicos en la USCCB de 1998 a 2016

Si ya en su Plenaria de noviembre la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) mostró su rechazo al anuncio de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados hecho por el ahora presidente electo Donald Trump, a medida que se acerca el 20 de enero, fecha de su segunda toma de posesión presidencial, los obispos -y otros líderes religiosos- insisten en su denuncia de una medida que, sostienen, pone en jaque la libertada religiosa.

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Así lo acaban de hacer, el 28 de diciembre, 10 líderes religiosos del Estado de Arizona, incluidos los obispos católicos Edward J. Weisenburger de Tucson y John P. Dolan de Phoenix, quien mostraron sus preocupaciones en una columna de opinión publicada en Arizona Republic, el periódico más grande del estado.

“Nos preocupan especialmente los métodos de detención y deportación que se han anunciado, que pueden incluir redadas en iglesias, lugares de culto, hospitales, escuelas y otros lugares relacionados con la satisfacción de las necesidades humanas básicas”, se lee esa columna, de la que se hace eco OSV News. “Nos parece inaceptable que se intimide a las personas indocumentadas para que no vayan a una iglesia y, por lo tanto, ejerzan su derecho a la práctica de la religión”.

"Lugares sensibles"

Se refieren los obispos a la posibilidad de que Trump revoque la política del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos -denominada prohibición de “lugares sensibles”- que restringe el arresto de inmigrantes no autorizados en las casas de culto o cerca de ellas, así como en hospitales, escuelas e incluso en funerales y bodas o cerca de ellos, y que data de 2011.

John P. Dolan, obispo de Phoenix, con varios jesuitas que trabajan en su diócesis
John P. Dolan, obispo de Phoenix, con varios jesuitas que trabajan en su diócesis RRSS

“Aplaudo a los obispos de Arizona por manifestarse firmemente en contra de una política de deportación masiva y destacar las posibles violaciones de la dignidad humana y la libertad religiosa que surgen de ella”, dijo J. Kevin Appleby, ex director de política migratoria y asuntos públicos en la USCCB de 1998 a 2016.

“Si la administración Trump cumple con sus amenazas, las parroquias y las agencias católicas podrían convertirse en objetivos de las fuerzas de seguridad migratorias, infringiendo la práctica religiosa de todos los católicos, no solo la de los indocumentados”, dijo en declaraciones a OSV News.

"Llamados a oponernos"

“Como Iglesia Católica en los Estados Unidos, estamos entrando en un momento moral único en el que seremos llamados a oponernos a políticas de deportación contraproducentes e injustas que atacan indiscriminadamente a nuestros compañeros feligreses, a los estudiantes de nuestras escuelas católicas y a quienes reciben servicios de nuestras agencias de Caridades Católicas”, señaló, por su parte, Dylan Corbett, fundador y director ejecutivo del Hope Border Institute.

Tanto él como los obispos y otros líderes religiosos temen que Trump cumpla su amenaza  de realizar la “mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, destinada a expulsar a los aproximadamente 11 millones de inmigrantes no autorizados que se cree que residen actualmente en el país.

Para ello, ya ha nombrado a quien tendrá que ejecutar esa tarea, Tom Homan, que según la misma fuente "ha respaldado tácticas de deportación como la detención o separación de familias con hijos ciudadanos estadounidenses, la aplicación agresiva de las leyes de inmigración en las ciudades santuario, el posible procesamiento de funcionarios que“albergan conscientemente a inmigrantes en el país sin autorización legal y la retención de fondos federales a los estados que se niegan a cooperar".

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