El cardenal de Rabat preside el funeral por el último superviviente de la masacre en Tibhirine Cristóbal López: "El padre Jean-Pierre tenía el don de la paz y la serenidad"
Cerca de un centenar de personas, religiosos y amigos de todo el reino, acudieron a acompañar al monje trapense a su última morada
José Luis Navarro: "Nunca quiso dejarlo, se empeñó en ser enterrado allí"
| RD/Agencias
El monje francés Jean-Pierre Schumacher, último superviviente de la masacre de siete trapenses en Tibhirine en 1996, en plena guerra civil en Argelia, fue enterrado el martes en un monasterio del Atlas marroquí, donde murió el domingo a los 97 años.
"El padre Jean-Pierre tenía el don de la paz y la serenidad. Estaba dotado de una alegría discreta y apacible que supo transmitir a lo largo de su vida", dijo el cardenal Cristóbal López, durante el funeral celebrado en la pequeña iglesia del priorato de Nuestra Señora del Atlas en Midelt (centro de Marruecos).
Cerca de un centenar de personas, religiosos y amigos de todo el reino, acudieron a acompañar al monje trapense a su última morada.
Jean-Pierre Schumacher, de origen lorenés, había escapado a una muerte ignominiosa en 1996, cuando siete de sus compañeros de la orden del Císter fueron secuestrados en el monasterio de Nuestra Señora del Atlas de Tibhirine (Argelia), antes de ser asesinados y decapitados en circunstancias aún no aclaradas.
La teoría oficial expuesta en su momento por Argel describió un secuestro y luego un asesinato, reivindicados por los islamistas del Grupo Islámico Armado (GIA), pero siguen existiendo dudas sobre la posible implicación de los servicios secretos militares argelinos.
Otro superviviente de la tragedia, el hermano enfermero Amédée Noto, murió en 2008 en la abadía de Aiguebelle (sur de Francia).
Justo después de la masacre, los dos monjes se unieron a un monasterio en Fez, la capital espiritual de Marruecos, antes de establecerse en 2000 en Midelt, donde se ha restablecido Nuestra Señora del Atlas de Tibhirine, el único monasterio cisterciense del Magreb.
El padre Schumacher había fijado su residencia en Midelt, una ciudad situada en la confluencia del Medio y el Alto Atlas.
"Nunca quiso dejarlo, se empeñó en ser enterrado allí", dice José Luis, un monje que regenta el hotel de este lugar de culto, "único en su género en el norte de África".
Una quincena de habitantes de la región, que habían estado en estrecho contacto con Nuestra Señora del Atlas, asistieron a su funeral.
"Era un hombre excepcional, de gran bondad", confió Hanane, oriunda de un pueblo vecino, durante el cortejo fúnebre.
El monje fue enterrado en el cementerio del monasterio de Midelt y fue descrito por el cardenal López como la "encarnación de la memoria (de Tibhirine) y el garante de su continuidad".
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME