Día Mundial de los Cuáqueros Los Cuáqueros: militancia activa del pacifismo, el ecologismo y la fraternidad
Considerados como los “protestantes de los protestantes”, en una época de intolerancia y guerras de religión, los seguidores de esta nueva fe, promovida en Inglaterra por George Fox en el siglo XVII, se encaminaban a recuperar un cristianismo primitivo asentado en la experiencia de la “voz o luz interior”
Los valores cuáqueros tradicionales -pacifismo, honradez, sencillez, igualdad y justicia- han sido siempre la marca distintiva de los seguidores de la doctrina de Fox y, a lo largo de la historia, estos valores se han plasmado en movimientos tan innovadores como la abolición de la esclavitud
Se encuentran “Amigos” en los inicios de movimientos como Amnistía Internacional, Greenpeace, Oxfam y las Brigadas Internacionales de Paz, entre otras
Se encuentran “Amigos” en los inicios de movimientos como Amnistía Internacional, Greenpeace, Oxfam y las Brigadas Internacionales de Paz, entre otras
| Ramiro Álvarez
El primer domingo de octubre los cuáqueros celebran el “día mundial de los cuáqueros”, es decir, el reconocimiento de toda su diversidad y expresiones-manifestaciones de la adoración cuáquera.
Posiblemente tal información nos deje indiferentes o puede que pique nuestra curiosidad porque, al fin y al cabo, ¿qué sabemos de un puñado de poco más de cuatrocientos mil practicantes -en todo el mundo- de una forma de religiosidad de la que apenas nos ha llegado noticia fuera de alguna película del oeste en la que salían unos curiosos personajes puritanos y austeros?
Los cuáqueros -o “Amigos”-, sin embargo, pese a su escaso número han dejado alguna huella interesante en los últimos trescientos años de historia de la humanidad.
Considerados como los “protestantes de los protestantes”, no es de extrañar que en una época de intolerancia y guerras de religión, los seguidores de esta nueva fe, promovida en Inglaterra por George Fox en el siglo XVII y encaminada a recuperar un cristianismo primitivo asentado en la experiencia de la “voz o luz interior” (o lo que cada cual lleva en sí de “lo divino”) y, por lo tanto, carente dogmas, sin un cuerpo sacerdotal, sin lugares específicos de culto y sin sacramentos, fueran perseguidos y encarcelados pese a lo cual continuaron difundiendo su mensaje por diversos lugares de Europa y del Nuevo Mundo.
Los valores cuáqueros tradicionales -pacifismo, honradez, sencillez, igualdad y justicia- han sido siempre la marca distintiva de los seguidores de la doctrina de Fox y, a lo largo de la historia, estos valores se han plasmado en movimientos tan innovadores como la abolición de la esclavitud, la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, el pacifismo o el trato humanitario de presos y enfermos mentales, sin olvidar el ecologismo.
Pero estos principios éticos o Testimonios no se limitan a la práctica restringida de una vida comunitaria en pequeños grupos, como suelen pintarlos los filmes del oeste. El compromiso con la realidad lleva a los “Amigos” a una militancia activa poniendo en práctica sus valores en la vida diaria y en situaciones extraordinarias:
Por ejemplo, en “La Verdad” de Murcia (17 de enero de 2016) se puede leer este titular: “El hambre que en la guerra quitaron los cuáqueros” (se puede encontrar la referencia en Google: “cuáqueros españa”). Otra fuente de consulta para los interesados en el tema es el libro de Howard E. Kershner “La labor asistencial de los cuáqueros durante la guerra civil española y la posguerra” (Siddharth Mehta Ediciones. Madrid, 2011).
En 1947 se otorgó a “La Sociedad Religiosa de los Amigos” (cuáqueros) el premio Nobel de la Paz, lo que da una idea del reconocimiento mundial del que gozan este puñado de seguidores de una doctrina tan “extraña”.
Entre los “Amigos” más conocidos podemos encontrar personajes históricos mitificados como Daniel Boone y William Penn, fundador del estado de Pennsilvania, USA o las familias Cadbury y Rowntree tan conocidas por sus chocolates y caramelos; también referentes culturales, como Walt Whitman; pioneros de la revolución industrial como Abraham Darby y de la organización científica del trabajo, como el caso de Frederick Winslow Taylor, sin olvidar el ámbito de la política, caso del presidente de USA Herbert Hoover, o abolicionistas, sufragistas y activistas por los derechos de la mujer como Lucrecia Mott, Susan B. Anthony y las hermanas Grimké; asimismo, representantes del mundo de la ciencia contemporánea, como George Ellis o la astrofísica Jocelyn Bell Burnell, cuyo descubrimiento de la primera radioseñal de un púlsar fue reconocido por la concesión del premio Nobel de física en 1974, a pesar de que Bell no fue una de las destinatarias del galardón. También se encuentran “Amigos” en los inicios de movimientos como Amnistía Internacional, Greenpeace, Oxfam y las Brigadas Internacionales de Paz, entre otras.
Los “Amigos” se asoman también a la pantalla en rostros bien conocidos como el caso de Judi Dench, inolvidable protagonista de “Mrs. Brown” y “El exótico hotel Marigold” o de Ben Kingsley, protagonista -entre otros muchos- del filme “Gandhi”.
Comprendemos entonces que los “pintorescos personajes de negro” de las películas del oeste no son tan ajenos a nuestro propio mundo, a nuestra sociedad. Este 4 de octubre es, por lo tanto, una buena ocasión para plantearse incorporar a la propia vida alguno de los valores más preciados de los “Amigos”: Pacifismo, honradez, sencillez, igualdad y justicia. Seguro que asentando nuestra vida cotidiana en tales fundamentos podremos desarrollar una actitud más proactiva frente a la pandemia que venimos sufriendo.