En su Cataluña natal se multiplican los mensajes de condolencia España y países de Latinoamérica lloran la muerte del "obispo del pueblo"

Velatorio
Velatorio

Las reacciones a la muerte del obispo activista y poeta no se han hecho esperar. El Gobierno español emitió un comunicado de condolencias en la que destaca la vida ejemplar del prelado que practicaba lo que predicaba

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente Pere Aragonès han destacado de él su compromiso con los oprimidos y su lucha en favor de los más pobres y desfavorecidos

También envió una nota de pesar el Gobierno de Nicaragua, país en el que Casaldàliga practicó su labor pastoral

Los restos mortales del religioso estuvieron acompañados de forma sobria y austera por algunos de sus hermanos claretianos y unos pocos feligreses en el primero de los tres velatorios que se le celebrarán

En Brasil, la muerte del prelado catalán generó numerosas reacciones de pesar, entre ellas las de los expresidentes de Brasil los izquierdistas Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016)

"Activista en favor de los indígenas y firme defensor de la teología de la liberación, el Obispo Casaldáliga creyó en la justicia y en la esperanza, y en la opción por los pobres, el acceso a la tierra, la defensa de los más débiles y de las comunidades indígenas, así como en la protección de la Amazonía y el medio ambiente", dijo el Gobierno español en una nota.

El cuerpo del religioso, fallecido en la mañana de este sábado a los 92 años, descansa en un modesto un ataúd, ubicado sobre unos estrados de madera, a los pies del altar de la capilla de los Claretianos de Batatais, localidad del sudeste de Brasil en la que falleció mientras se trataba de una infección pulmonar.

Desde su Cataluña natal (nació el 16 de febrero de 1928 en Balsareny, Barcelona), se multiplicaron las reacciones sobre su desaparición.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente Pere Aragonès han destacado de él su compromiso con los oprimidos y su lucha en favor de los más pobres y desfavorecidos.

También envió una nota de pesar el Gobierno de Nicaragua, país en el que Casaldàliga practicó su labor pastoral.

En una declaración suscrita por el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, ambos le recordaron.

El prelado español visitó el país centroamericano durante la primera Administración sandinista (1979-1990).

"A Dom Pedro Casaldàliga, héroe de los humildes, él mismo humilde, sin más pretensión que servir a Dios en el pueblo, le debemos seguir, caminando ese legado de comunidad cristiana, fraternal y vital", destacaron ambos.

Casaldàliga era amigo del fallecido sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, quien pasó de símbolo de la revolución sandinista a ser un "perseguido político", como él mismo se declaró, del Gobierno de Ortega, con el que se distanció por su forma de dirigir el sandinismo.

Reacciones de la izquierda brasileña

En Brasil, la muerte del prelado catalán generó numerosas reacciones de pesar, entre ellas las de los expresidentes de Brasil los izquierdistas Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).

Lula señaló que el legado y las enseñanzas del obispo español permanecerán entre los brasileños.

"Nuestra tierra, nuestro pueblo pierden hoy a un gran defensor y a un ejemplo de vida generosa en la lucha por un mundo mejor, que echaremos mucho de menos", señaló el exmandatario en un mensaje divulgado a través de Twitter.

Rousseff expresó su sentir por la partida de Casaldàliga en las redes sociales de quien se refirió como "un hombre de fe y perseverancia", "un hombre de esperanza en medio de una injusticia que avergüenza a todos los que luchan por días mejores", indicó.

Una vida dedicada a los pobres

Casaldàliga, que vivía en Brasil desde 1968, estaba ingresado desde el martes 4 en la Santa Casa de este municipio localizado al interior del estado de Sao Paulo, aquejado de una neumonía con derrame pulmonar, aunque su estado de salud ya era delicado en los últimos años, pues también padecía parkinson.

El prelado había sido trasladado en una avioneta a Batatais desde la remota localidad de Sao Félix de Araguaia, a unos 2.000 kilómetros de distancia, donde ejerció su actividad pastoral como Obispo.

"Casaldàliga defendió durante décadas a las etnias indígenas de la Amazonia y se enfrentó a terratenientes para frenar la violencia en el campo en favor de los más necesitados"

En la ceremonia íntima, los restos mortales del religioso estuvieron acompañados de forma sobria y austera por algunos de sus hermanos claretianos y unos pocos feligreses en el primero de los tres velatorios que se le celebrarán.

El de Batatais se extenderá hasta el domingo y los otros dos se realizarán a partir del próximo lunes 10 de agosto en la región de Mato Grosso, donde desempeñó sus labores pastorales, en las localidades de Ribeirao Cascalheira y en Sao Félix de Araguaia, donde era el Obispo emérito y donde será enterrado el miércoles 12 por la mañana.

Según confirmó a EFE el padre Ronaldo Mazula, de la congregación claretiana, el domingo a partir de las 8:00 hora local (11:00 GMT) la capilla estará nuevamente abierta al público para continuar con el velatorio y a las 15:00 hora local (18:00 GMT) se celebrará una misa de cuerpo presente.

Durante su misión pastoral en Brasil, Casaldàliga participó en la fundación de la Comisión Pastoral de la Tierra y Consejo Misionero Indígena, ambas organizaciones vinculadas a la Iglesia Católica.

A lo largo de su vida, el religiosos claretiano asumió el "espíritu del sacrificio", lo que siempre se vio reflejado en su estilo de vida, pues practicaba lo que predicaba y llevaba una vida austera y sin lujos.

Hijo de campesinos y ordenado sacerdote en la España de la dictadura de Francisco Franco, llegó a sufrir amenazas de muerte en diversas ocasiones por enfrentarse a los intereses del poder rural y político en Brasil.

Casaldàliga fue uno de los principales impulsores de la rompedora corriente de la Teología de la Liberación, que estuvo en boga en los años 60 y 70 en América Latina y que coincidía con puntos de la doctrina marxista por su defensa de la emancipación de los oprimidos.

En aquella época, la Curia romana vio con cierto recelo el ascenso de esta revolucionaria corriente.

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