Lanzarán propuestas tras la visita del Papa Francisco El Gobierno iraquí crea un comité para mejorar la situación de las comunidades cristianas
Las “recomendaciones” contenidas en el dossier de la comisión gubernamental tienen como objetivo sugerir soluciones a los problemas de seguridad, sostenibilidad económica y reconstrucción de posguerra que pesan sobre las comunidades cristianas.
El expediente que estudia la comisión incluye la cuestión de los bienes inmuebles arrebatados ilegalmente en los últimos años a las familias cristianas obligadas por el conflicto y la violencia a trasladarse a otras zonas del país o a emigrar al extranjero.
| RD/Fides
El gobierno iraquí ha nombrado un comité inter-ministerial para trabajar en las sugerencias y propuestas que surgieron durante la reciente visita del Papa Francisco a Irak. Así lo informa el periódico árabe Al Araby Al Jadeed, citando de forma genérica y anónima “fuentes de alto nivel” del gobierno iraquí.
Las “recomendaciones” contenidas en el dossier que está en el centro de los trabajos de la comisión gubernamental —refiere la fuente citada, aludiendo también a las conversaciones del Papa Francisco con el presidente iraquí Barham Salih y el primer ministro Mustafa al Kadhimi durante la visita papal— tienen como objetivo sugerir soluciones a los problemas de seguridad, sostenibilidad económica y reconstrucción de posguerra que pesan en particular sobre la condición de las comunidades cristianas y otros componentes sociales especialmente en las gobernaciones de Nínive y Bagdad.
La fuente gubernamental citada por el periódico con sede en el Reino Unido se refiere en particular a los problemas relativos a la seguridad y los atribuye a la persistencia de las milicias organizadas según un criterio confesional que siguen actuando en la gobernación de Nínive, zona en la que históricamente estaban arraigadas las comunidades cristianas autóctonas. El expediente que está estudiando la comisión gubernamental incluye la cuestión de los bienes inmuebles arrebatados ilegalmente en los últimos años a las familias cristianas obligadas por el conflicto y la violencia a trasladarse a otras zonas del país o a emigrar al extranjero.
A principios de 2021, según informó la Agencia Fides (véase Fides 4/1/2021), el líder chiíta iraquí Muqtada al Sadr (jefe de la formación política sadrista que goza de una fuerte representación en el Parlamento de Bagdad) había ordenado la creación de un Comité ad hoc, encargado de recoger y verificar las informaciones y denuncias sobre los casos de expropiación indebida de bienes inmuebles sufridos en los últimos años por propietarios cristianos en diferentes regiones del país. La decisión se dio a conocer en un comunicado en el que se indicaban los nombres de los colaboradores de Muqtada al Sadr elegidos como miembros del Comité, así como las direcciones de correo electrónico y las cuentas de whatsapp a las que los cristianos podían enviar los documentos de propiedad relativos a los bienes inmuebles -casas y terrenos- apropiados ilegalmente en los últimos años por otras personas o grupos de personas.
El objetivo de la operación auspiciada por el líder chiíta -dice el comunicado- era restablecer la justicia, poniendo fin a las violaciones de los derechos de propiedad de los “hermanos cristianos”, incluso cuando eran cometidas por miembros del propio movimiento sadrista. La petición de informar de los casos de expropiaciones ilegales sufridas se extendió también a las familias de los cristianos que han abandonado el país en los últimos años, con la solicitud de que enviaran a la comisión antes del final del próximo Ramadán los informes de las usurpaciones fraudulentas sufridas.
El robo, en relación con el éxodo
El fenómeno del robo ilegal de las viviendas de los cristianos se ha podido extender gracias a la connivencia y la cobertura de funcionarios corruptos y deshonestos, que se ponen al servicio de impostores individuales y de grupos organizados de defraudadores (véase Fides 23/7/2015). El robo “legalizado” de las propiedades de las familias cristianas está estrechamente relacionado con el éxodo masivo de cristianos iraquíes, tras las intervenciones militares dirigidas por Estados Unidos para derrocar el régimen de Sadam Husein. Muchos defraudadores se apropiaron de casas y terrenos que quedaron desatendidos, contando con la fácil previsión de que ninguno de los propietarios volvería a reclamar sus propiedades.
En este marco, por su parte, el sacerdote Albert Hisham, de la oficina de comunicaciones del Patriarcado caldeo, ha informado de que hasta ahora no se han dado noticias precisas y oficiales sobre la restitución a los legítimos propietarios de los bienes sustraídos ilegalmente a las familias cristianas iraquíes, y ni siquiera se han dado a conocer aún los procedimientos y disposiciones puestos en marcha al respecto por el gobierno de Bagdad.
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