Por la "angustia" que ha provocado el Camino Neocatecumenal en la diócesis La Iglesia paraliza el reclutamiento de 'Kikos' en Guam durante un año

(Cameron Doody).- Duro golpe a los kikos de Guam. El arzobispo de Agana, Michael J. Byrnes, ha anunciado una "pausa" al reclutamiento de nuevos miembros del Camino Neocatecumenal en la isla durante un año, junto con el nombramiento de un delegado episcopal para la revisión de su Directorio Catequético, a raíz de la "angustia" que se siente en la Iglesia local por algunas de las prácticas distintivas del movimiento.

Desde que fuera designado a Guam el pasado mes de octubre, Byrnes ha trabajado para desmantelar la influencia del Camino en la isla, que había llegado a proporciones exageradas gracias al patrocinio del arzobispo Anthony Apuron, el ex-líder de la Iglesia guameña actualmente suspendido entre acusaciones de que abusó sexualmente de monaguillos en los 70. Tal trabajo ha pasado, por ejemplo, por retomar el control de uno de los seminarios del territorio estadounidense, propiedad con un valor multimillonario que Apuron habría transferido a líderes del Camino afincados en el estado de Nueva Jersey.

Pero ahora, con una carta pastoral fechada este 15 de marzo, Byrnes llega un paso más en su intervención de los kikos. Apelando al encargo especial que le dio el Papa Francisco cuando le nombró obispo coadjutor de Agana -el de "traer sanación a las divisiones" que se habían extendido entre los fieles de Guam después del caso Apuron- Byrnes señala su intención de afrontar "la angustia cada vez mayor con respecto a la multiplicación de comunidades pequeñas en algunas parroquias y a las diferencias en la manera en la que se celebra la Misa en las comunidades pequeñas del Camino Neocatecumenal".

Entre otras medidas, el arzobispo prohíbe a los neocatecumenales reclutar a nuevos miembros por un periodo de "alrededor de un año" y les recuerda que deben asegurarse de que sus catequistas estén "lo suficientemente formados y certificados como para desempeñar su papel".

Pese a que haya "algunos permisos en cuanto a la celebración de la Eucaristía particulares al Camino", observa Byrnes -en lo que se refiere al momento del Rito de la Paz, por ejemplo, o a las admoniciones que se insertan antes de las lecturas- esto no evita que no pueda haber "claridad y unidad" en toda la Iglesia diocesana en cuanto a la forma de este sacramento.

Por esta razón, el obispo dispone que "toda solemnidad de las comunidades pequeñas (del Camino) deben celebrarse en un altar consagrado, o bien en el santuario principal o bien en una capilla autorizada". Y aunque, continúa el obispo, las Misas de los kikos se organicen al margen de otras celebraciones parroquiales de la Eucaristía cada semana tras las vísperas del domingo, "alguna parte" de la colecta que se recoge en estas Misas "debe destinarse a la parroquia con el fin de cubrir costes".

Otro elemento de las Misas del Camino al que pretende poner fin el arzobispo Byrnes es el "retraso" con el que, afirma, los kikos consumen la forma sagrada. Si bien es cierto que los miembros de las comunidades pequeñas se pueden avalar de la dispensación de recibir el pan y el vino no en el comulgatorio sino "de pie, quedando en su lugar", también lo es -recuerda el arzobispo- que "los comulgantes han de consumir el Cuerpo y Sangre de Cristo tan pronto como se les dé la hostia o el cáliz en su manos". "Estas normas en lo referente a la consumación de las Especies Sagradas han de seguirse en cada celebración de la Eucaristía", dictamina el arzobispo de Agana.

Tras la polémica suscitada por su carta, el arzobispo Byrnes emitió el día después de su publicación un comunicado en el que reafirma que, aunque reconoce "el bien que ha traído el Camino Neocatecumenal a las vida de la gente de Guam" y de otros sitios, "la necesidad de conseguir conformidad con las normas litúrgicas es imperativa... y solo enriquecerá los frutos" del movimiento.

"Cuanto antes tengamos unidad y adhesión universal como archidiócesis a las normas establecidas por la Iglesia" en cuanto a la celebración de la Misa -escribe Byrnes en la nota de prensa- "antes estaremos en el camino de reconciliarnos unos con otros y sanar a nuestra diócesis dividida". 

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