¿Acaso podemos movilizar nuestro exceso de liquidez para hacer el bien? Las Iglesias y Oikocredit: una entrevista indaga en las bases de la justicia económica

Kenneth Mtata, director del programa de Testimonio Público y Diaconía del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) con Mirjam 't Lam, directora ejecutiva de Oikocredi
Kenneth Mtata, director del programa de Testimonio Público y Diaconía del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) con Mirjam 't Lam, directora ejecutiva de Oikocredi Foto: Valter Hugo Muniz/CMI

En una conversación que tuvo lugar en el Centro Ecuménico de Ginebra, el Rev. Dr. Kenneth Mtata, director del programa de Testimonio Público y Diaconía del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), entrevistó a Mirjam 't Lam, directora ejecutiva de Oikocredit

El debate se centró en la relación histórica entre el CMI y Oikocredit, los efectos de su colaboración y las oportunidades de participación en el futuro; crear impacto y no solo beneficios

Oikocredit se creó en 1968 para promover la inversión responsable y crear oportunidades para que las personas con bajos ingresos fueran más resilientes y vivieran una vida digna

El reverendo dr. Kenneth Mtata, director del programa de Testimonio Público y Diaconía del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), entrevista a Mirjam 't Lam, directora ejecutiva de Oikocredit, en el Centro Ecuménico de Ginebra

El viaje de tus sueños, con RD

-¿Qué motivó la creación de Oikocredit?

-'T Lam: La idea de Oikocredit surgió en 1968, en la reunión anual del Consejo Mundial de Iglesias. En aquel momento, como sucede en la actualidad, estaban ocurriendo muchas cosas en el mundo. Había una guerra en Vietnam, preocupaba el apartheid en Estados Unidos y Sudáfrica y también preocupaba la creciente industria armamentística. Las iglesias, que tenían cierto exceso de liquidez, tenían la sensación de que estaban depositando dinero en bancos que financiaban todo tipo de injusticias. Entonces, en la 4ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, celebrada en Upsala, los líderes eclesiásticos dijeron: “Tenemos que hacer las cosas de otro modo; ¿acaso podemos movilizar nuestro exceso de liquidez para hacer el bien?”. Tras siete años de conversaciones, se fundó Oikocredit para promover la inversión responsable y crear oportunidades para que las personas con bajos ingresos fueran más resilientes y vivieran una vida digna.

Mirjam t Lam heeft een bijdrage op LinkedIn geplaatst

-¿Cómo ha trabajado Oikocredit con las iglesias a lo largo de los años y cómo ha ido evolucionando esta relación?

-'T Lam: Si nos fijamos en cómo operamos, especialmente al principio, fueron 88 iglesias muy comprometidas las que contribuyeron a definir nuestras operaciones. Este número fue creciendo hasta llegar a unas 400 organizaciones relacionadas con las iglesias que apoyaban la misión de Oikocredit y nos proporcionaban capital. Pero lo más interesante es que muchos miembros de la comunidad religiosa, las personas que iban a la iglesia, quisieron participar activamente. Así que no fueron únicamente las iglesias, sino también las personas quienes empezaron a conocer Oikocredit gracias a la información que se compartía en la iglesia, y dijeron: “Oiga, yo también quiero convertirme en inversor de Oikocredit a título personal”. Hoy contamos con unos 45 000 particulares que respaldan la misión de Oikocredit con capital.

-¿Puede compartir algún logro o desafío que haya afrontado Oikocredit a lo largo de los años?

-'T Lam: Una de las cosas que me enorgullece es el hecho de que, año tras año, podamos llegar a más personas con el trabajo que hacemos y permitirles, de alguna forma o modo, ser más resilientes ante los desafíos que afrontan. Recaudamos cada vez más capital de personas, iglesias y otras organizaciones para asegurarnos de que logramos generar un impacto y no solamente beneficios.

-¿Cómo pueden las iglesias continuar colaborando con Oikocredit?

-'T Lam: Las iglesias pueden participar en Oikocredit de muchas maneras. Si tienen exceso de liquidez, pueden invertirlo en Oikocredit. Entonces se les informará de lo que hacemos con el dinero. Supongamos que una iglesia está en una comunidad vulnerable y quiere, por ejemplo, hacer un proyecto piloto sobre resiliencia comunitaria y clima. En ese caso, tenemos una fundación a la que se pueden enviar propuestas de proyectos para obtener una subvención. Si ese proyecto ayuda a fomentar la resiliencia de la comunidad, podemos estudiar desde la fundación si podemos conceder una subvención para desarrollar ese proyecto piloto.

-¿Qué opina de la colaboración entre el CMI y Oikocredit en el futuro, sobre todo ahora que se acerca su 50 aniversario?

-'T Lam: Creo que también es un momento perfecto para consolidar la relación entre las iglesias, el Consejo Mundial de Iglesias, los miembros de las iglesias y Oikocredit. Muchos de esos miembros son inversores potenciales o futuros jóvenes empresarios a los que podemos apoyar. Se acerca el 50 aniversario de Oikocredit. Queremos aprovechar la ocasión para invitar al Consejo Mundial de Iglesias a asistir el año que viene a nuestro 50 cumpleaños para enorgullecernos realmente de todo lo que ya hemos logrado juntos en estos 50 años y mirar hacia el futuro y ver cómo podemos mejorar lo que hacemos de ahora en adelante.

Más información sobre Oikocredit aquí

Trabajo del CMI sobre sostenibilidad y economía de vida

▷ El poder de la Sostenibilidad Económica: ¿Por qué importa?

Volver arriba