Jacques Mourad: "No podemos soportar todo este sufrimiento" Arzobispo de Homs: "Quieren acabar con la historia de los cristianos de Alepo; grande, rica y única"
Jacques Mourad, monje de la comunidad de Deir Mar Musa, es desde el 3 de marzo de 2023 el arzobispo siro católico de Homs, una ciudad que sigue recibiendo refugiados que huyen de Alepo
"Los sirios están conmocionados por lo que se ha hecho. ¿Por qué hacen este destrozo en Alepo? ¿Por qué quieren destruir esta ciudad histórica, simbólica, importante para todo el mundo?"
"¿Por qué el pueblo sirio debe seguir pagando, después de 14 años de sufrimiento, miseria y muerte? ¿Por qué estamos tan abandonados en este mundo, en esta injusticia insoportable?"
El arzobispo no duda en señalar "la responsabilidad de las potencias extranjeras, Estados Unidos, Rusia, Europa... Todos tienen una responsabilidad directa de lo que ha sucedido en Alepo". Un "crimen"
"¿Por qué el pueblo sirio debe seguir pagando, después de 14 años de sufrimiento, miseria y muerte? ¿Por qué estamos tan abandonados en este mundo, en esta injusticia insoportable?"
El arzobispo no duda en señalar "la responsabilidad de las potencias extranjeras, Estados Unidos, Rusia, Europa... Todos tienen una responsabilidad directa de lo que ha sucedido en Alepo". Un "crimen"
(Agencia Fides).- “Estamos muy cansados. Estamos realmente agotados, y también estamos acabados, en todos los sentidos”. Las palabras del padre Jacques, como siempre, resuenan con su fe y su historia.
Jacques Mourad, monje de la comunidad de Deir Mar Musa, es desde el 3 de marzo de 2023 el arzobispo siro católico de Homs, una ciudad que sigue recibiendo refugiados que huyen de Alepo, la cual ha vuelto a manos de los grupos armados yihadistas ‘rebeldes’. Nacido en Alepo, tiene allí algunos de los recuerdos y compañeros de destino más entrañables.
"La responsabilidad directa no recae solo sobre el régimen o los grupos armados rebeldes, sino sobre la Comunidad Internacional", y sobre los "juegos políticos que todos están jugando en esta área"
Hijo espiritual del padre Paolo Dall'Oglio, (el jesuita romano fundador de la comunidad Deir Mar Musa, desaparecido el 29 de julio de 2013 en Raqqa, entonces capital siria de Daesh), Mourad fue secuestrado por un comando yihadista en mayo de 2015 y había soportado largos meses de cautiverio, primero en régimen de aislamiento y después junto a más de 150 cristianos de Quaryatayn, que también habían sido tomados como rehenes en los territorios entonces conquistados por Daesh.
Por eso, el padre Jacques sabe lo que dice cuando repite que “no podemos soportar todo este sufrimiento de la gente que llega aquí destrozada, después de 25 horas de camino. Sedientos, hambrientos, con frío, sin nada”. El relato que comparte con la Agencia Fides es, como siempre, un testimonio de fe. Una fe que se pregunta “¿por qué todo esto?, ¿por qué tenemos que soportar este sufrimiento?”, y, mientras tanto, se mueve con laboriosa solicitud hacia las vidas que huyen de Alepo, una vez más destrozada.
“La situación en Homs es peligrosa -cuenta el padre Jacques-. Muchos refugiados de Alepo, también cristianos, llegaron los primeros días después del asalto de los grupos armados, pasando por la carretera vieja. No estábamos preparados para todo esto, realizamos de inmediato una reunión entre los obispos y organizamos dos puntos de acogida con la ayuda de los jesuitas y también contando con la disponibilidad de apoyo expresada por Œuvre d’Orient y Ayuda a la Iglesia que Sufre. Para ayudar a los refugiados se necesita comida, colchones, mantas y diésel".
La caridad operativa se combina con un juicio claro y urgente sobre lo que está sucediendo. “Es un sufrimiento inmenso, los sirios están conmocionados por lo que se ha hecho. ¿Quién y cómo ha decidido llevar a cabo esta acción de los grupos armados, cuando todos conocemos lo que hemos visto durante años, lo que ocurre cuando un grupo armado entra en un país, y de inmediato la reacción del gobierno y de los rusos es bombardear las ciudades y los pueblos ocupados..."
"¿Por qué hacen este destrozo en Alepo? ¿Por qué quieren destruir esta ciudad histórica, simbólica, importante para todo el mundo? ¿Por qué el pueblo sirio debe seguir pagando, después de 14 años de sufrimiento, miseria y muerte? ¿Por qué estamos tan abandonados en este mundo, en esta injusticia insoportable?”
El arzobispo de Homs de los sirios católicos no duda en señalar "la responsabilidad de las potencias extranjeras, Estados Unidos, Rusia, Europa... Todos tienen una responsabilidad directa de lo que ha sucedido en Alepo". Un "crimen", prosigue el padre Jacques, "que representa un peligro para toda la zona, para Hama, para la región de Jazira", y donde la "responsabilidad directa no recae solo sobre el régimen o los grupos armados rebeldes, sino sobre la Comunidad Internacional", y sobre los "juegos políticos que todos están jugando en esta área".
El padre Jacques, que en su diócesis estaba trabajando para relanzar los cursos de catecismo para niños y jóvenes como un verdadero punto de reinicio para las comunidades cristianas tras los años de sufrimiento de la guerra, tiene muy presente los sentimientos que ahora comienzan a atravesar los corazones de tantos hermanos y hermanas en la fe: “Después de la acción de estos grupos armados”, dice a la Agencia Fides, “los cristianos de Alepo estarán convencidos de que no se pueden quedar en Alepo. Que para ellos ha terminado. Que ya no tienen ninguna razón para quedarse. Lo que se está haciendo en Alepo es hacer desaparecer la historia rica, grande y única de los cristianos de Alepo”.
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