“Las proyecciones estadísticas no ven llegar ni uno solo”, según un estudio de la archidiócesis italiana 2040: El año en que Milán se queda sin nuevos sacerdotes (o eso dicen las ecuaciones)
En 2039 “la archidiócesis ambrosiana podría recibir al último nuevo sacerdote menor de 30 años” y para 2040 “las proyecciones estadísticas no ven llegar ni uno solo”, según informa el Corriere
| RD
A nadie se le escapa “en el viejo y cansado Occidente”, como acaba de definirlo el Papa a los religioso espiritanos, el continuado descenso en las vocaciones y práctica sacramental, un incesante goteo al que la archidiócesis de Milán ha sometido a un estudio matemático que le ha dado el desolador resultado de que, si la ciencia matemática no se equivoca, en 2039 “la archidiócesis ambrosiana podría recibir al último nuevo sacerdote menor de 30 años” y para 2040 “las proyecciones estadísticas no ven llegar ni uno solo”, según informa el Corriere.
Según un estudio encargado por la propia sede italiana, la más grande del orbe católico, “en 2040 los sacerdotes ambrosianos se reducirán otro 37,7%, pasando de los actuales 1.694 a 1.055. Y desde el punto de vista de la edad, el escenario será aún más marcado: los sacerdotes menores de 40 años descenderán un 56,7%, del actual 194 a 84 (también por la elevación de la edad de ingreso al seminario), mientras que los menores de 75 años pasarán de 1.206 a 767, con una caída del 36,4%”.
Según explican los investigadores, que han publicado su trabajo en la revista La Scuola Cattolica, y del que informan en su web, “éramos conscientes de estas tendencias, pero era necesario un análisis profundo para reflexionar sobre cómo reorganizar las estructuras, el trabajo y comprender el cansancio de nuestros sacerdotes en los últimos años, durante los cuales han seguido manteniendoabiertos los oratorios, promoviendo muchas actividades y actuando según el modelo de proximidad de los años 60 y 70, aunque cada vez eran menos”.
"No podemos llegar a todos lados"
“Algo habrá que revisar -prosigue-, habrá que agilizarse sin miedo, conscientes de que no podemos llegar a todos lados y hasta los fieles tendrán que hacerse a la idea de que no siempre habrá un cura disponible para charlar".
Para llegar a estos resultados, los investigadores han utilizado la ecuación: P=P+O-A-M+(I-E). “Es decir: el número del año anterior, más los nuevos ordenados, menos los que 'han abandonado el ministerio' y los difuntos, más el saldo de sacerdotes que llegaron a la diócesis y los que se trasladaron a otra parte”, indica el rotativo italiano.
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