Padre Angelo Berselli: "Estas son las consecuencias previsibles del confinamiento" Nápoles: morir a los 17 años

Barrio napolitano
Barrio napolitano

Don Angelo Berselli es el párroco de Forcella, Nápoles. Hace una semana, durante un robo callejero, murió un chico de 17 años. He aquí una breve entrevista sobre lo sucedido en el contexto de la situación actual del barrio y de la parroquia

"He oído decir que el policía que le disparó, matándolo, no está siendo investigado"

"Lo que Roberto Saviano llama la “pandilla de los niños” es esto: los chavales mayores de esta nueva modalidad de la Camorra no alcanzan los veinticinco años. Normalmente no llegan a los 30 años, porque van a la cárcel o mueren antes"

(Settimananews).- Don Angelo, ¿puede decir lo que pasó en Nápoles, en su parroquia, hace una semana?

Ha muerto un chico de 17 años, Luigi Caiafa. No lo conocía personalmente. Le facilito los datos que he podido reunir gracias a los conocidos de la parroquia. Dos chicos estaban robando en via Marina, al final de la calle Duomo. Mi iglesia se encuentra al principio de la calle Duomo. Abajo, hacia el paseo marítimo, se encuentra la zona de la movida, siempre frecuentada incluso por la noche.

El incidente ocurrió a las 2 de la madrugada. No era la primera vez. La práctica está bastante extendida por lo que escucho. Parece que hay muchos chavales que se aproximan a los coches para robar. En esta ocasión, los chicos se acercaron a un coche con un arma. Luigi tenía una pistola cargada con balas de fogueo, pero que parecía muy real. La gente obviamente no puede distinguir entre un arma real y una pistola falsa. He oído decir que el policía que le disparó, matándolo, no está siendo investigado: según las primeras conclusiones, la intervención habría estado justificada por la situación.

Es evidente que vio a los dos chavales robando a tres personas que estaban en un coche y que lo hacían con un arma. No sé si cumplió con el protocolo del primer disparo al aire. No lo sé. Si he entendido bien, el policía pertenecía a una patrulla de los halcones, una originalidad napolitana: los policías van de dos en dos, con ropa de civil, en motocicletas, sin casco. Por lo tanto, el policía no estaba fuera de servicio, como se ha dicho. Los que residen aquí saben reconocer a los halcones. Aquí los conocen a todos.

Italia y COVID-19
Italia y COVID-19

Crimen: de generación en generación

El compañero de equipo de Luigi, su amigo arrestado, es el hijo del famoso Genny 'a carogna’ (El Carroña), de los ultras del Nápoles que paró el partido de la final de la Copa Italia. El abuelo, es decir, el padre de Genny ‘a carogna’, tiene un bar al lado de mi parroquia.

Por lo tanto, conozco al abuelo del amigo arrestado: él también es un “a carogna” auténtico. Aquí los apodos se pasan de padre a hijo. Así pues, es una marca que identifica, de alguna manera, a las diferentes generaciones familiares. Genny fue arrestado por tráfico de drogas y ahora es un colaborador de la justicia: está cooperando, digámoslo así, porque le conviene.

Lo que Roberto Saviano llama la “pandilla de los niños” es esto: los chavales mayores de esta nueva modalidad de la Camorra no alcanzan los veinticinco años. Normalmente no llegan a los 30 años, porque van a la cárcel o mueren antes. Esa es la situación.

En los últimos tiempos, en esta zona, ha habido varios robos con daños personales en los comercios. Lo que se temía hace cuatro meses está sucediendo. Estas son las consecuencias previsibles del confinamiento. Hay exasperación porque no funcionan las ayudas y prestaciones sociales por desempleo para quienes trabajaban en negro.

Estas personas no han recibido ni un euro de ayuda. Los que gobiernan pueden no darse cuenta de cuánta gente trabaja así en los barrios de Nápoles. Aquí hace tiempo que se trabaja en negro, que no se tiene un gran aprecio por las reglas y la disciplina: si no llega nada, es predecible que acontezcan hechos graves. Hay hombres que tienen esposas e hijos en sus hogares esperando poder comer. Ante este grave problema, no los para nadie. Algunos se ven obligados a hacer lo que no quieren hacer. Por supuesto, no estoy justificando la violencia, pero digo que lo que sucede era ya predecible en una situación tan complicada.

El fracaso de las reglas

¿Se están intensificando estos fenómenos?

Claro que sí. Permíteme darte un ejemplo. Aquí, cerca de la parroquia, hay una heladería que ha estado abierta durante noventa años y que nunca ha sufrido ni un solo rasguño: últimamente ha sido robada. Es una heladería histórica, conocida y "respetada por todos": la señal es muy preocupante.

Cuando suceden estas cosas, significa que incluso se están saltando ciertas reglas y cautelas. Mientras tanto, los contagios están aumentando. Hay un aire de “omertá” (silencio) al respecto. No se dice nada. Sé que hay edificios enteros que deberían ser puestos en cuarentena, pero ni se hace ni se dice públicamente. Aquellos que necesitan salir de sus hogares para vivir siguen saliendo, por lo que los riesgos de propagación del contagio aumentan considerablemente.

El Papa en Nápoles en 2015
El Papa en Nápoles en 2015

Hablé hace unos días con el comandante provincial general de los carabineros. Prometió -y cumplió su promesa- de una patrulla presente todas las noches, desde las siete de la tarde hasta las siete de la mañana, en la zona. Así que el control del territorio ha aumentado. Pero en lo que respecta a las sanciones por incumplimiento de las disposiciones anti-virus es otra historia...

¿Cuál es el clima entre su gente en la parroquia?

Ha muerto un chico de 17 años. Ciertamente no es la primera vez, pero siempre conmueve. Desafortunadamente, se repite algo que ya es bien conocido. Entrevistaron a su padre, que dijo: "¡Sí, el chico se equivocó, pero no se mata así!" Me he quedado sin palabras. Ir a la calle por la noche a robar, con un arma en la mano, es algo muy serio.

Cultura arraigada y pastoral

Pero aquí no se percibe tal gravedad, porque hay “un patrimonio cultural” muy difícil de erradicar. A esto hay que añadir las dificultades adicionales para obtener dinero. El trabajo negro y la exasperación conducen a esto. Si miro hacia arriba, a las instituciones, mi sentimiento personal es que sólo hay confusión en el poder. Por ejemplo, hoy el Presidente de la Región dicta una ordenanza y el alcalde ya se ha quejado de dicha ordenanza. No está claro quién gobierna, quién tiene responsabilidad y autoridad. Esto también sucede en la Iglesia...

"El trabajo en negro y la exasperación conducen a esto"

¿Qué quieres decir?

Varias madres me están preguntando qué he decidido sobre el catecismo. Espero que salga de la próxima reunión del presbiterio alguna indicación, pero no estoy muy seguro, porque como dicen en Nápoles, 'u pesce fèta da a capa’. (“el pescado apesta en las alturas”). El cardenal dijo: "Confío en el sentido de responsabilidad de los párrocos".

Así que -como los dedos de la mano que, en la sabiduría popular, son todos diferentes entre sí- cada pastor lo ha hecho a su manera. En algún sitio ha pasado que, después de las ceremonias, se desarrolló un brote de infección. Y no sé qué hacer.

Algunos compañeros, con los que he tenido animadas discusiones, están entusiasmados porque han logrado impartir el catecismo "a distancia". Para mí, esta historia del catecismo a distancia me parece una verdadera discriminación económica y cultural: económica porque no todo el mundo tiene el dinero para comprar un ordenador. Y, cultural, porque los que lo tienen tal vez ni siquiera saben cómo usarlo (y los que no lo tienen, menos). Así creamos más piezas de descarte, como dice Francisco.

Estos días hemos leído la parábola del Buen Samaritano. En mi opinión, lo extraordinario que hizo el samaritano fue que dejó su proyecto a un lado. Jesús dice que estaba viajando porque tenía aceite y vino en el bolsillo, lo que no es normal, para quienes no han ido de compras. Evidentemente tenía algunas cosas importantes que hacer. Pero lo abandonó todo porque el otro lo necesitaba. La verdadera caridad "pastoral", en mi opinión, debe tener como criterio, la necesidad del otro, no nuestra planificación.

¿La gente está de vuelta en la iglesia?

Sí, más o menos, la frecuencia es la misma que antes, también porque no había mucha antes. Mi iglesia está a doscientos metros de la Catedral. Bromeando digo que estoy a doscientos metros del supermercado y que, por lo tanto, mi tienda es un pequeño negocio, con pocos productos, pero posiblemente de calidad. ¡Aquí está la diferencia!

Coronavirus en Italia
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