"Incredulidad, dolor y rabia: estas son las primeras reacciones en Teherán ante la noticia de la muerte del general Soleimani. Las grandes manifestaciones que tuvieron lugar hoy en muchas ciudades de Irán después de la oración del viernes, expresaron bien estos sentimientos". El nuncio apostólico en Irán, el arzobispo Leo Boccardi, lo cuenta a ANSA.
"Creo que la tensión ha alcanzado un nivel nunca antes visto y esto preocupa y complica aún más la situación en la región que parece realmente incandescente", añade.
"El Santo Padre ha sido informado y la Santa Sede sigue los acontecimientos con preocupación. Hace sólo dos días celebramos el Día Mundial de la Paz y estos hechos deben impulsarnos a todos a creer firmemente y a trabajar con esperanza por la paz", subrayó.
El diálogo, no sólo interreligioso, que la Santa Sede mantiene y desarrolla con el Islam, sigue siendo el principal camino para la solución de todos los conflictos