Pese al acuerdo con Vaticano, la persecución religiosa continua en el pais asiático Diez curas han desaparecido en China desde el inicio del año
Son curas de la comunidad clandestina de Baoding (cercana a Pekín). Según la agencia Asia News, cuatro de ellos desaparecieron a fin de abril y seis desde enero de este año
Al parecer, fueron detenidos por la policía porque rechazaron unirse a la Iglesia oficial. Varios sacerdotes que continúan libres temen ser detenidos en breve
El acuerdo chino-vaticano ha sido utilizado por el gobierno chino y el Frente Unido como "prueba" de que el Vaticano apoyaría la posición del Partido sobre el control total de la Iglesia
Desde la firma del acuerdo, el Frente Unido obliga a todos los sacerdotes a profesar su afiliación al Partido y su pertenencia a la Iglesia oficial
El acuerdo chino-vaticano ha sido utilizado por el gobierno chino y el Frente Unido como "prueba" de que el Vaticano apoyaría la posición del Partido sobre el control total de la Iglesia
Desde la firma del acuerdo, el Frente Unido obliga a todos los sacerdotes a profesar su afiliación al Partido y su pertenencia a la Iglesia oficial
| RD/Agencias
Desde enero de 2022, al menos 10 sacerdotes, todos ellos pertenecientes a la comunidad clandestina de Baoding (Hebei), desaparecierona manos de la policía. Cuatro de ellos desaparecieron hace pocos días, entre el 29 y 30 de abril, según informó la agencia de noticias Asia News, dependiiente del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras..
Los sacerdotes y fieles de la comunidad de Baoding (cercano a Pekín) piden oraciones por ellos y buscan noticias sobre su paradero. Muchos familiares de los sacerdotes desaparecidos acudieron a la policía de su pueblo para pedir información o encontrar una forma de comunicarse con ellos, pero todo fue en vano.
Varios sacerdotes que continúan libres temen ser detenidos en breve.
A los religiosos detenidos se los somete al llamado "guanzhi". No es un verdadero encarcelamiento, sino una restricción de movimientos y actividades, para constreñirlos a participar en sesiones políticas y obligarlos a adherir a la Iglesia oficial. Pero esto implica también afiliarse y someterse al Partido Comunista Chino.
La ley china permite el "guanzhi" durante un máximo de tres años sin que se presenten cargos. Sin embargo, los fieles temen que les ocurra algo a los sacerdotes. En el pasado, los sacerdotes y obispos secuestrados fueron hallados moribundos o muertos.
Estos son los nombres de los detenidos hasta el momento
P. Chen Hechao, detenido por representantes del gobierno el pasado mes de enero;
P. Ji Fu Hou;
P. Maligang;
P. Yang Guanglin;
P. Shang Mancang, preso en abril;
P. Yang Jianwei y P. Zhang Chunguang (ver foto 1), desaparecidos el 29 de abril alrededor de las 16 horas, ambos en el pueblo de Xushui (Baoding). Hasta ahora, no hay noticias de su paradero.
P. Zhang Zhenquan (véase la foto 2) también desapareció el 29 de abril en la aldea de Xushui sobre las 15:00 horas;
P. Yin Shuangxi (ver foto 3) desapareció el mismo día en Xushui;
P. Zhang Shouxin, desaparecido el 30 de abril en Baoding.
En una diócesis en China, Baoding, 10 sacerdotes detenidos en lo que va del 2022
— GaudiumPress Español (@gaudiumesp) May 4, 2022
La persecución sobre esta diócesis es porque se trata de una comunidad que no ha querido afiliarse a la Iglesia patriótica china. https://t.co/S08TXtLHwvpic.twitter.com/VfLPayu2hl
La comunidad subterránea de Baoding es una de las más antiguas y numerosas de la Iglesia china. Su obispo, monseñor Jaime Su Zhimin, lleva al menos 25 años en manos de la policía, después de haber pasado más de 40 años de trabajos forzados en la época de Mao Zedong. Los fieles de Baoding también piden que recen por él y por otro sacerdote, Liu Honggeng, que lleva siete años en prisión.
La comunidad clandestina de Baoding se dividió después de que el vicario de monseñor Su, Francisco An Shuxin, decidiera unirse a la Iglesia oficial (algunos dicen que lo hizo por sugerencia del Vaticano). Desde entonces, la comunidad y los sacerdotes están divididos.
El acuerdo chino-vaticano ha supuesto un nuevo golpe para la comunidad clandestina. De por sí, el acuerdo sólo se refiere a la ordenación de nuevos obispos, pero ha sido utilizado por el gobierno chino y el Frente Unido como "prueba" de que el Vaticano apoyaría la posición del Partido sobre el control total de la Iglesia.
Desde la firma del acuerdo, el Frente Unido obliga a todos los sacerdotes a profesar su afiliación al Partido y su pertenencia a la Iglesia oficial. Los que no lo hacen son expulsados de su parroquia o comunidad y sufren estas detenciones sin cargos, los guangzhi.
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