Entre los que intervinieron, una familia ucraniana, otra de Siria y otra de Venezuela Rosario del Papa por la paz: "Concédenos el gran don de la paz, y haz que acabe pronto la guerra"
"Somos conscientes de que la paz no puede ser el resultado de las negociaciones ni una consecuencia de los acuerdos políticos únicamente, sino que es sobre todo un don pascual del Espíritu Santo"
"Reina de la Paz: intercede por nosotros ante tu Hijo, reconcilia los corazones llenos de violencia y venganza, endereza los pensamientos cegados por el deseo de enriquecimiento fácil, que tu paz reine en toda la tierra"
Intervinieron, entre otros, una familia ucraniana, en representación de todas las familias que viven la violencia y los abusos de la guerra, una familia siria y una familia venezolana, por todos los que sufren injustamente a causa de los conflictos, o algunos refugiados, por aquellos que han tenido que abandonar sus hogares
Intervinieron, entre otros, una familia ucraniana, en representación de todas las familias que viven la violencia y los abusos de la guerra, una familia siria y una familia venezolana, por todos los que sufren injustamente a causa de los conflictos, o algunos refugiados, por aquellos que han tenido que abandonar sus hogares
El Papa Francisco quiso rezar un rosario público por la paz en el mundo y, especialmente, en Ucrania, en la Basílica romana de Santa María La Mayor, que cuenta con una de las advocaciones de la Virgen más queridas para él. Acompañado de familias ucranianas, capellanes de prisiones, voluntarios o refugiados, Bergoglio suplicó a María: "Concédenos el gran don de la paz, y haz que acabe pronto la guerra". Y, una y otra vez, suplicó: "Reina de la Paz, intercede por nosotros ante tu Hijo, reconcilia los corazones llenos de violencia y venganza, endereza los pensamientos cegados por el deseo de enriquecimiento fácil, que tu paz reine en toda la tierra"
Al llegar a la Basílicam el Papa hizo depositar flores ante la estatua de la Regina Pacis y, antes de comenzar el rosario, realizó la siguiente plegaria:
Oración del Papa
Oh María, Madre de Dios y Reina de la Paz, durante la pandemia nos reunimos en torno a Ti, para pedir tu intercesión. Te pedimos que apoyes a los enfermos y des fuerza al personal médico; imploramos misericordia para los moribundos y que seques las lágrimas de los que sufren en silencio y en soledad.
Esta noche, al final del mes especialmente consagrado a Ti, estamos de nuevo ante Ti, Reina de la Paz, para suplicarte: concédenos el gran don de la paz, y haz que acabe pronto la guerra, que desde hace décadas se extiende por varias partes del mundo, y que ahora ha invadido también el continente europeo. Somos conscientes de que la paz no puede ser el resultado de las negociaciones ni una consecuencia de los acuerdos políticos únicamente, sino que es sobre todo un don pascual del Espíritu Santo.
Hemos consagrado las naciones en guerra a tu Corazón Inmaculado y hemos pedido el gran don de la conversión de los corazones. Estamos seguros de que con las armas de la oración, el ayuno, la limosna y el don de tu gracia, se pueden cambiar los corazones de los hombres y la suerte del mundo entero. Hoy elevamos nuestros corazones a Ti, Reina de la Paz: intercede por nosotros ante tu Hijo, reconcilia los corazones llenos de violencia y venganza, endereza los pensamientos cegados por el deseo de enriquecimiento fácil, que tu paz reine en toda la tierra.
Antes de comenzar el rosario, la monición introductoria:
Bajo tu protección, oh Reina de la Paz, buscamos refugio y encomendamos al Señor, por tus manos, a toda la humanidad, dolorosamente probada por las guerras y los conflictos armados. En el día en que recordamos la visita a Isabel, María se nos revela como mujer misionera al llevar y compartir la alegría del anuncio, y como mujer de caridad al ponerse al servicio de los más frágiles. En este mismo día, nos unimos en oración con los santuarios y las familias de todo el mundo en el rezo del Santo Rosario por la paz. Se rezará por una serie de hermanos y hermanas que representan diversas categorías de personas especialmente afectadas por el dolor en los últimos años.
Y fueron rezando los rosarios diversos protagonistas: Una familia ucraniana, en representación de todas las familias que viven la violencia y los abusos de la guerra; capellanes militares, por todas las personas que llevan esperanza y consuelo a las poblaciones afectadas; un voluntario y una voluntaria, por todas las personas que siguen realizando su valioso servicio en favor de los demás incluso en situaciones de gran peligro y precariedad; una familia siria y una familia venezolana, por todos los que sufren injustamente a causa de los conflictos, algunos refugiados, para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares y, acogidos en otros países, intentan reconstruir sus vidas.
Tras el rezo del rosario, los presentes cantaron el 'Salve Regina' y las letanías. Una vez terminadas las letanías, el Papa pone a los piés de la Virgen un papelito con su petición y desde su silla de ruedas, el Papa imparte la bendición. Y, en su silla de ruedas, sale de la Basílica, tras implorar la paz por el final de todas las guerras.
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