Las comunidades creyentes ante el desafío del clima, a debate en los Jueves de RD Tomás Insua: “En las cumbres por el clima brilla por su ausencia la conversión ecológica integral que promueve Laudato Si’”

“Hace algunos años, coincidiendo con la publicación de Laudato Si’, los movimientos ecológistas miraban a los católicos con extrañeza, como diciendo ‘qué hacen estos aquí’; pero gracias al Papa Francisco esta visión ha ido cambiando y hoy ya no cabe duda de que esta actitud que ha adoptado el catolicismo en la lucha contra el deterioro del planeta es irreversible”. Así arrancaba la primera intervención, desde Roma, de Marta Isabel González Álvarez, responsable de Comunicación y Prensa del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, en el XXIX Jueves de RD

Coincidiendo con el fin de la COP 26, la gran cumbre mundial por el clima celebrada en Glasgow entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre y que parece dejar serias dudas del compromiso real de los países para evitar el calentamiento global, los Jueves de RD centró su vigesimonovena edición en analizar un tema cuya relevancia se ha venido poniendo de manifiesto cada vez con más fuerza en los últimos tiempos: el activo papel de la Iglesia y de las religiones en el cuidado de la creación. 

Moderado por Jesús Bastante, el debate contó también con Mercedes Barbeito, adjunta al área de Educación para el Desarrollo de Manos Unidas y representante de Enlázate por la Justicia; Tomás Insúa, director Ejecutivo del Movimiento Laudato Si' (antes Movimiento Católico Mundial por el Clima) y Eduardo Agosta Scarel, O. Carm. CarmeliteNGO.org; Dr. en Ciencias de la Atmósfera y de los Océanos y experto en variabilidad climática.

Preocupación común de los papas

¿Qué pinta la religión en la COP26? ¿Por qué le importa a la Iglesia la crisis climática? “Desde los inicios de Enlázate [por la Justicia] vimos que el público en general que tiende a ver la ecología como un movimiento surgido de los bordes, siempre asociado a determinadas ideas políticas de izquierda; y en España, curiosamente, la Iglesia se asocia a otras corrientes más de derechas. Por eso los católicos hemos percibido cierta incomprensión, a pesar de que no solo Francisco sino otros muchos papas han hecho mención del cuidado de la creación”, advirtió Barbeito.

Según la representante de Enlázate por la justicia, en España hay muchos católicos comprometidos. “A Enlázate se han acercado grupos diocesanos que han trabajado ferozmente, en trabajo local, proponiendo cambios de hábitos de vida, de consumo, en lo que toca a nuestro día a día, donde todos tenemos algo que aportar. El Cambio climático tiene tantas facetas que es imposible abarcarlo todo”.

“A los católicos se nos pregunta tanto, que tenemos que tener respuestas más concretas sobre este tema”, agregó, por su parte Marta Isabel González, que aseguró que la primera referencia de pontífices en relación con la casa común la encontró en León XIII, en el siglo XIX. “Los papas han marcado la línea, y el último de ellos, Francisco, uno de los mayores impulsores del grito de los pobres, deja un legado único, imprescindible para entender este mundo en que todos estamos interconectados”, resumió. 

La conversión ecológica integral

A punto de concluir la cita en Glasgow de esta cumbre por el clima, ¿se puede hablar de compromisos vagos? Según Eduardo Agosta, que estuvo en la capital escocesa por estos días, superada la percepción negativa de los primeros días, asociada a "mandatarios rimbombantes" y villanos del clima presentes en la cumbre, a la hora de poner en la mesa las discusiones, se percibió lentitud en lo que es llevar adelante transformaciones vinculantes rápidas.

“Se pide una transformación energética urgente y aquí todo se plantea a largo plazo. Siempre queda la pregunta de si se podría hacer más. En la COP25 no cambió nada en términos de acciones climáticas concretas, a pesar de que hemos avanzado en algunos aspectos desde entonces. Pero en cuanto a gas, petróleo, carbón, extractivo, todo se está dejando para el último momento. Porque están jugando con esa ventana de incertidumbre de la ciencia en cuanto a los límites reales. Así se mueve la política”, lamentó Agosta.

“Hay una evidencia científica del calentamiento”, comentó Insua, “y estamos convencidos de que hay que ejercer presión para que se tomen medidas. Para las próximas COP sueño con que tengamos un pabellón de Laudato Si’ en el interior del pabellón, conla propuesta de transformación integral del ser humano con respecto al planeta”.

“Con el cambio climático nos jugamos mucho como humanidad”, apuntó Barbeito. “Cada año que retrasamos tomar esas medidas, millones de personas sufren y mueren. Es algo que no se nos puede olvidar nunca. Por eso el movimiento Laudato Si’ promueve un cambio de sistema, de relaciones. Mientras mantengamos el sistema actual a base de parches, vamos a seguir como estamos. Desde Manos Unidas, y otras entidades católicas, estamos viendo desde hace tiempo las terribles consecuencias que sufren nuestros hermanos más pobres, en forma de sequías, inundaciones y otras calamidades”, advirtió.

La aportación cristiana

A punto de llegar a un punto de no retorno en relación con el calentamiento global, con el futuro del planeta y de las nuevas generaciones en juego, ¿qué puede decir la Iglesia? ¿Cuál es el aporte cristiano ante este problema? “En las COP —y esta última no ha sido una excepción— brilla por su ausencia el cambio de paradigma espiritual que aporta Laudato Si’, la conversión ecológica integral”, señaló a este respecto Tomás Insúa. 

En una cumbre por el clima, se siente mucho la urgencia, asegura Marta Isabel González. “Cuando los jóvenes escuchan esos mensajes apremiantes —agrega— generan expectativas de cambio muy grandes que parece que no llegan. En este sentido, en la Iglesia los cambios son lentos, pero hay muchos ejemplos concretos de actuaciones que están ayudando a las personas hacia la conversión ecológica integral. El cambio comienza con nosotros. Tenemos que llegar al 25% de masa crítica para que las cosas empiecen a enderezarse, y el momento es ahora, porque lo que vivimos ahora son los efectos de la primera industrialización. Los católicos tenemos la obligación de formarnos”.

“La justicia social, ambiental, nunca puede esperar, esto hay que entenderlo y no necesitamos las COP para ello. La Iglesia siempre ha estado a la vanguardia en los proyectos de ayuda en el Tercer Mundo. Lo que hoy hagamos va a repercutir en las generaciones futuras dentro de muchísimos años”, aseveró Agosta.

No todo está perdido

Si hay un mensaje quiere dejar claro el cristianismo ante el desafío climático, esto no es otro que el de la esperanza. “Estamos a tiempo de seguir haciendo cambios, todos podemos y tenemos que implementar modelar nuestro estilo de vida; la Iglesia tiene mucho por hacer en liderar con el ejemplo, la plataforma de acción va ser de una gran ayuda en este sentido”, aseguró Insua, que recalcó a su vez que es precisa una transformación paralela: comunitaria y la sistémica. “Necesitamos un cambio en la sociedad, en su conjunto, y eso sólo se puede hacer por la acción pública, tenemos que alzar la voz, manifestarnos junto a los jóvenes, llamar a las cosas por su nombre y denunciar las prácticas de las grandes compañías multinacionales”, sentenció Insua.

Como es habitual, esta nueva edición de los Jueves de RD fue organizada por RD y el Banco Sabadell con el apoyo técnico de Católicos en Red. El evento pudo seguirse a través de nuestra web, el canal Youtube de RD y Facebook Live.

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