Para el teólogo Hermann Häring, es “incomprensible que puedan bloquear las decisiones" ¿Deben los obispos renunciar a su derecho de veto en el Sínodo?

Hermann Häring
Hermann Häring

El antiguo alumno de Küng considera que si la percepción que hay es la mala conducta de los pastores y la mala percepción de sí mismos están en el centro de la actual crisis de la Iglesia, es incomprensible que “nuestros obispos, entre todos, como guardianes de sus propios privilegios e intereses, puedan bloquear las decisiones del Camino Sinodal”

“La actual avalancha (mundial) de escándalos pone el estatus de los clérigos (que incluye a los obispos) en una situación precaria no porque actúen sin ética, sino porque se les concede una dignidad religiosa y una intocabilidad a la que no tienen derecho”

¿Deben los obispos renunciar a su derecho de veto en las resoluciones sinodales? ¿Ayudaría esa decisión a que las propuestas nacidas de la actual fase de escucha universal de cara al Sínodo de 2023 profundizaran en algunas de las reformas que se sugieren y que tiene, también, prácticamente una coincidencia universal? La respuesta para el teólogoHermann Häring es un indudable ‘sí, los obispos deberían renunciar al veto’.

Así se lo ha pedido quien fuera amigo y alumno de Hans Küng en los 70 a los obispos de su país, pues considera que si la percepción que hay es la mala conducta de los pastores y la mala percepción de sí mismos están en el centro de la actual crisis de la Iglesia, es incomprensible que “nuestros obispos, entre todos, como guardianes de sus propios privilegios e intereses, puedan bloquear las decisiones del Camino Sinodal” alemán, según escribió en su blog y recogió la agencia KNA.

Resistencias

Häring, que fue profesor en Tubinga y Nimega, considera que el proceso sinodal tiene pocas perspectivas de éxito porque las competencias no están claramente reguladas. Los procesos de discusión anteriores y las resoluciones del Sínodo de Würzburg de las diócesis de Alemania Occidental (1971-1975) ya se habían empantanado y bloqueado muchas veces, reconoce.

Papa Francisco
Papa Francisco

En este sentido, Häring considera que “ya que se ha formado una resistencia” a algunas de las propuestas del Camino sinodal alemán y critica unas afirmaciones del Papa: “Recientemente, Francisco, influenciado por informes tendenciosos, habría hecho el desagradable comentario de que no es necesaria una segunda Iglesia protestante, como si aún necesitáramos una Curia reaccionaria”.

Häring también tiene una visión crítica del “texto de orientación” como base del Camino Sinodal, pues, en su opinión, presenta una “lista de criterios de la teología católica consagrada, con sus instancias normativas de la Escritura, la tradición, el sentido de la fe, la teología y el magisterio auténtico que pretende la armonía”. “Como mucho, los ultraconservadores podrían distanciarse de ella porque no es lo suficientemente autoritaria para ellos”, añade.

Víctimas de una falsa teología

Häring va más allá al sostener que el texto “evita sistemáticamente las cuestiones críticas con la ideología” y que no recoge nuevas ideas teológicas, como “una crítica histórica bíblica que no deja ninguna piedra sin remover” o una crítica del lenguaje y los mitos.

“La actual avalancha (mundial) de escándalos pone el estatus de los clérigos (que incluye a los obispos) en una situación precaria no porque actúen sin ética, sino porque se les concede una dignidad religiosa y una intocabilidad a la que no tienen derecho”, afirma el teólogo Häring, que concluye, rotundo, apuntado que “son víctimas (y a menudo autores) de una falsa teología” que "suele ir unida a la imagen tradicional del hombre, la Iglesia y Dios”.

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