El cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki, usó la embarcación en la que un centenar de refugiados llegó a Europa como altar para celebrar este lunes la misa de Corpus Christi, en la que hizo un llamado a la solidaridad con los peticionarios de asilo.
"Quien permite que la gente se ahogue en el Mediterráneo permite que Dios se ahogue", dijo Woelki en su sermón, informa Efe.
La misa se celebró al aire libre, en la plaza ubicada frente a la catedral de Colonia, cuyas puertas no son lo suficientemente grandes para introducir la embarcación en su interior.
El barco, ahora propiedad del arzobispado de Colonia, fue incautado por el Ejército de Malta en una operación de rescate en el Mediterráneo hace unos años.
Woelki recordó que entre 80 y 100 personas "remaron por su vida" en ese bote tras dejar la costa libia huyendo del terror y de la guerra.
La colecta realizada durante la misa de Corpus Christi se entregará a una fundación dedicada a rescatar refugiados en el mar.
En declaraciones a la web dom.com, Woelki pidió no olvidar a quienes han perdido la vida en la travesía: "Jesús dijo que aquel mal que le hacíamos al más pequeño de sus hermanos se lo hacíamos a él", apuntó al recordar un pasaje evangélico.
La embarcación permanecerá varios días expuesta ante la catedral como un homenaje a los refugiados.
Entretanto, un nuevo naufragio de una barcaza colmada de inmigrantes causó decenas de víctimas el domingo en el Canal de Sicilia, a 35 millas de la costa libia.
La alarma fue dada por un avión de Eunavformed, la misión de rescate europea, que estimó que las víctimas serían entre 20 y 30. Unas 50 personas fueron rescatadas de la embarcación donde viajaban cientos de migrantes.
(Rd/Agencias)