70° aniversario del armisticio de 1953: "Si queremos evitar la guerra, debemos reanudar conversaciones" Los obispos peregrinan a la iglesia del paralelo 38 para rezar por la paz y la unidad entre las dos Coreas
La peregrinación por la unidad del pueblo coreano fue encabezada por el presidente de la Conferencia Episcopal, 70 años después del armisticio. En el lugar de culto católico más cercano a Pyongyang se rezó ante la Eucaristía
El mensaje expresa la preocupación por las renovadas tensiones y el riesgo de una escalada nuclear: "La reanudación del diálogo, no la disuasión con las armas, es el camino hacia la paz"
"Con el deseo de unidad entre el Norte y el Sur, hemos rezado por la reconciliación del pueblo coreano y para que se alcance un clima de paz lo antes posible"
La Iglesia católica coreana invita a todos los fieles a unirse en oración de manera especial el 27 de julio, fecha del 70 aniversario del armisticio. Ese día se celebrará en la catedral de Myeongdong de Seúl una misa especial por la paz
"Con el deseo de unidad entre el Norte y el Sur, hemos rezado por la reconciliación del pueblo coreano y para que se alcance un clima de paz lo antes posible"
La Iglesia católica coreana invita a todos los fieles a unirse en oración de manera especial el 27 de julio, fecha del 70 aniversario del armisticio. Ese día se celebrará en la catedral de Myeongdong de Seúl una misa especial por la paz
(AsiaNews) - En este mes de junio la Iglesia católica de Corea del Sur recuerda el 70° aniversario del armisticio de 1953, que puso fin al enfrentamiento armado con Pyongyang dejando tras de sí la herida de un país dividido.
El 6 de junio una delegación de obispos del país realizó un importante gesto simbólico con una peregrinación a la JSA Church, la pequeña iglesia que desde 2019 se levanta en Paju, en la provincia surcoreana de Gyeonggi, en la zona desmilitarizada (JSA) que a lo largo del paralelo 38 marca la frontera de facto con Corea del Norte.
La peregrinación fue encabezada por el obispo de Suwon, monseñor Mathias Ri Iong Hoon, presidente de la Conferencia Episcopal. La iglesia de JSA fue inaugurada en 2019 y su estilo arquitectónico recuerda a la Porciúncula, la iglesia de san Francisco en Asís, precisamente para llevar un mensaje de paz a un lugar marcado por la guerra.
Los obispos se encontraron con los militares que prestan servicio en la zona fronteriza, celebraron la Misa y posteriormente permanecieron en adoración frente a la Eucaristía en la que de hecho es la iglesia más cercana a Corea del Norte. Cuando explicó a los periodistas el significado de este gesto, Mons. Ri Iong-hoon comentó: "Con el deseo de unidad entre el Norte y el Sur, hemos rezado por la reconciliación del pueblo coreano y para que se alcance un clima de paz lo antes posible".
En un mensaje que se difundió en estos días, titulado “Que la paz reine en vuestros corazones (Col. 3.15)”, los obispos hablan de las nuevas tensiones que se están verificando en las relaciones entre Seúl y Pyongyang. El texto está firmado, en nombre de la Conferencia Episcopal, por el arzobispo de Seúl, Mons. Peter Chung Soon-taek, presidente de la Comisión de Justicia y Paz -quien como arzobispo de la capital es también administrador apostólico de Pyongyang- y por el obispo de Chunchon, Mons. Simon Kim Ju-young, presidente de la Comisión de Reconciliación Nacional.
“El conflicto entre el Norte y el Sur -dicen los obispos- no es nuevo, porque la guerra nunca terminó realmente, pero en estos días nos enfrentamos una vez más a una grave crisis. Prevalece la tesis de que la 'paz' sólo se puede conservarse por la fuerza. Las pruebas de misiles de Corea del Norte continúan y los ejercicios militares entre Corea del Sur y Estados Unidos en respuesta, han sido masivos. El diálogo para encontrar una solución pacífica se ha suspendido hace tiempo y continúa el círculo vicioso de las exhibiciones armadas. Además, las comunicaciones entre el Norte y el Sur se han interrumpido y es motivo de gran preocupación la posibilidad de que un incidente se convierta en un conflicto armado accidental”.
"Prevalece la tesis de que la 'paz' sólo se puede conservarse por la fuerza. Las pruebas de misiles de Corea del Norte continúan y los ejercicios militares entre Corea del Sur y Estados Unidos en respuesta, han sido masivos"
El mensaje menciona expresamente la posibilidad de un conflicto nuclear, evocada por Pyongyang en su decreto de septiembre sobre armas nucleares pero también por la promesa del presidente estadounidense Biden a su homólogo surcoreano Yoon de responder con armas nucleares estadounidenses en caso de un ataque nuclear de Corea del Norte.
“Si queremos evitar la guerra y reducir las tensiones militares debemos reanudar conversaciones serias - dicen los obispos -. Aunque el camino puede ser largo y cansador, no podemos renunciar a nuestros esfuerzos por la paz en la península de Corea. Porque Dios "nos ha reconciliado consigo por medio de Cristo y nos ha confiado el ministerio de la reconciliación" (2 Cor 5, 18). Por eso los creyentes, siguiendo el ejemplo de Cristo, creemos que el perdón y los esfuerzos de reconciliación son primordiales y tenemos la certeza de que la verdadera paz se puede lograr a través de la confianza. Los encuentros sinceros, el diálogo y los esfuerzos de comprensión mutuos son el camino hacia la paz, no las armas de alta tecnología ni el poder de las fuerzas militares".
"No podemos renunciar a nuestros esfuerzos por la paz en la península de Corea"
Con esta intención, la Iglesia católica coreana invita a todos los fieles a unirse en oración de manera especial el 27 de julio, fecha del 70 aniversario del armisticio. Ese día se celebrará en la catedral de Myeongdong de Seúl una misa especial por la paz.
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