Gastón Baquero 2. CANCIONES DE AMOR DE SANCHO A TERESA
El año del triunfo de la revolución castrista (1959) Gastón Baquero, escoltado por tres embajadores, se exilia a España. Y el periodista escritor recupera la lírica, y da a conocer, en breve, un nuevo florilegio: "Poemas escritos en España" (1960).
"CANCIONES DE AMOR DE SANCHO A TERESA"
En una de sus interesantes secciones, "Canciones de amor de Sancho a Teresa" nos deleita con el relato de un Sancho Panza, enamorado poeta que, con ingenuos y populares versos, requiebra a su aldeana Teresa.
Sancho, "basto por fuera, fino por dentro", apenas contaba dieciocho años. "Ella iba por los quince, era amiga de la infancia, vecina, compañerita de hurtar nidos y panales..." Más adelante, se refiere Baquero a los amorosos versos, y nos explica:
“¿Cómo fueron aquellas nonatas canciones de amor, aquellas mudas endechas que Sancho joven enviaba desde su silencio a Teresa? Bello sería que los poetas más próximos al sentir del fino Sancho interior hurgasen su propia imagen de aquel instante, de aquellos raptos puros, que vieron derramarse del pecho roto y encendido el canto sin palabras, la mudez clamorosa del amor.
Aquí se escorzan, se abocetan, unas incitaciones, unos balbuceos de aquel cántico oloroso a pan y a romero, que debió salir del corazón riente y brincador de Sancho cuando fue herido, llenándose de gozo como un cervatillo, por las flechas de Amor.”
Pongamos un ejemplo, "La mariposa". Había atrapado entre las manos para ti, Teresa, una mariposa roja y azul... "Pero ya junto a tu casa / vi otra mariposa / sola, amarilla y verde, / parecía estar triste / como un hombre sin novia, / y pensé si sería / la novia de la mía; / y abriendo las mis manos / dejé que se escapara / la oriblanca, la azul, / la roja mariposa; y las dos se volaron, / y juntas fueron a quererse / perdidas por el cielo..."
¡CUÁNTAS ESTRELLAS ANOCHE...!
Para comprender mejor el poema "La estrellas" podrían ayudar los versos de "Madrigal", fechado en 1943. Los amantes se funden en un nosotros de cariño, sin percatarse de que Dios les había desplegado en el cielo un gigantesco palco de curiosas estrellas y cargado de fiesta la sonería gloriosa de un invisible órgano. Pero leamos ya completo este inicial poema:
"Dios hizo anoche luna y puso cielo / más cielo que el de siempre a contemplarte. / Tenaces las estrellas perseguían / tu dulce humanidad, que iba sonando / a compás del gigantesco órgano celeste. / Claro y más claro el cielo, claro el aire, / clarísima la luna, el mundo claro, / claro tu corazón, alto de estrellas, / y Dios haciendo un cielo que no vimos, / y nosotros henchidos de nosotros."
No nos será difícil disfrutar ahora las confidencias de Sancho a su Teresa. Pero el galán es muy observador, y descubre en lo alto miradas de devoción hacia la belleza de su amada, hacia su gracia y su porte en el trabajo humilde. También descubre oídos, muy atentos oídos a la voz y a la risa de su moza. Sancho rústico, Sancho fino, quisiera tener en su cuerpo y en su alma, como el cielo, cien ojos, cien innumerables, eternos ojos para contemplar a Teresa siempre desde la palpitante cúpula del corazón.
LAS ESTRELLAS
¡Cuántas estrellas anoche!
¡Yo las veía tan claras y cercanas
como higos de cristal, como frutillas azules!
Me parecía, Teresa,
que todas las estrellas te miraban
con la misma alegría con que te miran
los ojos de mi alma.
Bocarriba en el campo,
solos la tierra y yo con las estrellas,
yo ponía mis ojos
en el pueblo de ojillos azulosos
que desde arriba podía contemplarte
con tantos ojos como estrellas tiene
el cielo blanco.
¿O serán las estrellas
las orejas del cielo,
por donde arriba oyen
tu cantar cuando hilas
o tu risa en el baile?
¿O serán las estrellas
como un sarpullido
que en la piel del cielo
provoca rasquiñas,
y comezón, y ansias,
y por eso titilan
y brincan las estrellas?
No: son ojos las estrellas,
son miradas, son fiestas.
Yo anoche bien veía
que estaban contentas y felices,
como quien puede mirar desde un collado
a una moza llamada Teresa
mientras va por la cabra
o recoge azucenas.
Y yo quería tener, yo deseaba
tantos ojos como tiene el cielo
para verte con ellos. Yo me sentía
el cuerpo hecho un acerico
de estrellas y de ojos.
Por la piel
me picaban y corrían
todas las estrellas.
¡Pudiera yo ser cielo
y eternamente verte
con los innumerables ojos
de mis estrellas!
EL VIAJERO QUE DESPACIOSAMENTE ENTRA Y SALE DEL CIELO...
Todos soñamos. No todos recordamos los sueños. Es un misterio, maravilloso y trágico, el fenómeno de los sueños. Sueños felices, que nos llevan a vivir deseos, en un mágico viaje astral. Sueños angustiosos (pesadillas, premoniciones) con imágenes cargadas de emoción que, si sabemos interpretar, nos facilitan lúcidas claves de crecimiento personal.
En el poema "Breve viaje nocturno" se refiere un sueño astral hacia una luna paradisíaca, viaje feliz en el que el soñante "despaciosamente entra y sale del cielo". Con frecuencia el inconsciente acerca al corazón imágenes y voces de alto contenido espiritual. En los Libros Sagrados no raramente la divinidad, a través de los sueños, comunica mensajes de Luz para el soñante o la comunidad...
BREVE VIAJE NOCTURNOSegún la leyenda africana,
el alma del durmiente va a la luna
Mi madre no sabe que por la noche,
cuando ella mira mi cuerpo dormido
y sonríe feliz sintiéndome a su lado,
mi alma sale de mí, se va de viaje
guiada por elefantes blanquirrojos,
y toda la tierra queda abandonada,
y ya no pertenezco a la prisión del mundo,
pues llego hasta la luna, desciendo
en sus verdes ríos y en sus bosques de oro,
y pastoreo rebaños de tiernos elefantes,
y cabalgo los dóciles leopardos de la luna,
y me divierto en el teatro de los astros
contemplando a Júpiter danzar, reír a Hyleo.
Y mi madre no sabe que al otro día,
cuando toca en mi hombro y dulcemente llama,
yo no vengo del sueño: yo he regresado
pocos instantes antes, después de haber sido
el más feliz de los niños, y el viajero
que despaciosamente entra y sale del cielo,
cuando la madre llama y obedece el alma.
GASTÓN BAQUERO
Magias e Invenciones
1.Bodas de plata y Alborada
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2.Canciones de amor de Sancho a Teresa
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BREVE VIAJE NOCTURNO
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CUANDO LOS NIÑOS HACEN UN MUÑECO DE NIEVE
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