Cometas en el cielo, redención en la tierra

En imagen, una escena de la película "Cometas en el cielo".Dos muchachitos muy diferentes, pero inseparables amigos, transportan en Kabul, para el gran torneo, una cometa que, sobre un cielo muy azul, manejará incansable Hassan hasta que, una a una, vaya derribando a todas las demás, y sea, al fin, declarado vencedor. A su izquierda contemplamos al orgulloso Amír. Tendrán que separase muy pronto a causa de la guerra. Pero un día regresará con precipitación Amír a Afaganistán para reparar una criminal traición que veinte años antes había cometido con el bondadoso Hassan y que martirizaba implacablemente su conciencia.
Si os soy sincero, mi interés inicial, al sacar entrada para este film del que desconocía casi todo, era disfrutar la música del donostiarra Alberto Iglesias, nominado por segunda vez para el Óscar a la mejor banda sonora. Y realmente su trabajo es magnífico. Se ha especializado en música árabe y, con instrumentos poco conocidos, ha creado una atmósfera de exotismo y sensualidad que nunca olvidaré. Por cierto que, si pulsáis aquíyaquí escucharéis importantes pasajes de esa genial sinfonía (que sea en hora de baja audiencia, cuando no esté saturada de visitas la página)...
Khaled Hosseini, médico nacido en Afaganistán aunque residente en Estados Unidos, publicó en 2003 su primera novela "Cometas en el cielo", que pronto se convirtió en superventas, y ha dado origen a este film. Ha colaborado muy activamente en la realización de la película. "Era nuestro embajador -explica el productor William Horberg- en un mundo que todos desconocíamos." Los niños protagonistas fueron descubiertos haciendo casting por escuelas, orfanatos y parques de Kabul...
Cuando regresa Amir a Afganistán el ritmo deliciosamente contemplativo de la primera parte sobre la infancia de ambos personajes, se vuelve trepidante. La búsqueda de un hijo de Hassan por territorio talibán es muy peligrosa y se suceden acontecimientos muy dramáticos. (Hasta somos testigos de la lapidación de una mujer...).
Resumiento: se trata de un entretenido film de dos horas de duración, muy intenso en sentimientos, con nobles mensajes de solidaridad y sacrificio por el amigo. Muy recomendable.
¿POR QUÉ ESTÁN TENIENDO TANTO ÉXITO LA NOVELA Y EL FILM?
El escritor afgano comenta su sorpresa por el éxito en ventas de su novela:
"La reacción de los lectores me sigue sorprendiento. SUpongo que se debe al intenso núcleo emocional de la historia. Los temas de la novela: culpabilidad, amistad, perdón, pérdida, deseo de expiación, mejorarse a sí mismo, no son temas limitados a Afganistán, son experiencias humanas que no tienen en consideración la procedencia étnica, cultural o religiosa."
En la misma línea ha abundado Isabel Allende, al leer el libro:
"Es tan fuerte que, durante mucho tiempo, todo lo que leía después me parecía insípido..."
El productor Horberg insiste en el mismo pensamiento:
"La idea central es muy poderosa: no importa lo que se haya hecho en el pasado, hay una forma de volver a ser bueno. Atrapa al lector y toca los secretos que todos tenemos. El lector viaja con estos dos niños, entra en su cultura, su familia y conoce la redención a través del personaje de Amir. Me parece tremendamente conmovedora."
DIONISIA GARCÍA POETIZA SOBRE LAS COMETAS DE KABUL
En "El engaño de los días" (Tusquets 2006), reciente poemario de Dionisia García, he descubierto con sorpresa, en su página 133, unos hermosos versos sobre las cometas de Kabul:
PÁJAROS DE PAPEL
(Kabul)
La ciudad sobrevive, lentamente se afana
en olvidar las noches de afilados cuchillos,
señales del asedio en la luna menguante.
Atrás la nube oscura. Se acaricia la tregua.
Intensamente azul aquel lejano cielo.
Niños, junto a las casas, sus proyectos urdían,
el ansia de aventura, de subir al espacio
el colorido vuelo de frágiles cometas.
La fiesta renovada con el aire de marzo
sale de sus prisiones, y los muchachos alzan
la mirada a los cielos, entornando la luz
los párpados calientes, que albergan unos ojos
de tristeza y pasado, pulso firme también
para soltar el hilo con suave y lento roce,
y dejarse arrastrar por el ansiado sueño
de ascender a otra patria, a otro lugar alzado
que la mirada ignora. ... Y las cometas suben
a más y más altura. Besan el aire y vuelven.
Las manos que las guían sienten el vuelo en sí,
capaz y tembloroso. Sollozan los muchachos,
tal vez por ser felices al menos una tarde.