Vitoria añade un servicio más para la familia La Diócesis presenta su Centro de Orientación Familiar bajo la marca Sendilagun
La Diócesis de Vitoria inicia un nuevo servicio de acompañamiento, mediación y apoyo a la familia
Sendilagun pasa a formar parte de la red interdiocesana SAMIC
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
La Diócesis presenta su Centro de Orientación Familiar bajo la marca Sendilagun. Es un nuevo servicio de acompañamiento, mediación y apoyo a la familia.
Este servicio contará con profesionales en diversas áreas, jurídica, médica, psicológica, y pastoral y está vinculado a la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar.
Al frente de este servicio estará la abogada Laura García
En su web https://diocesisvitoria.org/sendilagun-ayuda-familias/ se describe Sendilagun como “un servicio de acogida, acompañamiento y protección a parejas y a familias en situación de crisis, ruptura, sufrimiento y fragilidad.
Somos un equipo multidisciplinar formado por profesionales que actuamos de manera coordinada en los diferentes campos que abarcamos: Psicología, Derecho, Mediación y Teología.”
Este servicio de acogida, acompañamiento y protección a parejas y a familias en situación de crisis, ruptura, sufrimiento y fragilidad tendrá su sede en las oficinas centrales del Obispado en la calle Vicente Goicoechea 7. Ofrecerá mediación en diferentes ámbitos como son el psicológico, el jurídico o el espiritual. Formado por un equipo multidisciplinar con profesionales de diferentes campos, Sendilagun abarca la mediación desde muchos frentes gracias al trabajo de abogados, psicólogos y psiquiatras, orientadores familiares, terapeutas de pareja y familia, médicos, trabajadores sociales, sacerdotes y religiosos y religiosas.
El Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los asistentes entre quienes se encontraban representantes institucionales, miembros de la judicatura en Álava, asociaciones del tercer sector y colegios de distintos barrios de la ciudad así como organismos diocesanos y eclesiales. “El apoyo a la familia no se puede quedar solo en palabras, ha de ser una atención integral, que abarque lo máximo posible”, ha recordado el Obispo asegurando que “la Iglesia tiene el deber de alimentar la vocación a la familia y facilitar el crecimiento de todos sus miembros”. Antes de ceder su turno de palabra, ha querido agradecer “la dedicación de todos los profesionales que bajo este nuevo servicio diocesano van a ayudar a tantas personas” y ha animado a todas las parejas, matrimonios y familias que lo necesiten a "acudir con toda confianza”.
Tras él, ha tomado la palabra Laura García, abogada, miembro del Tribunal Eclesiástico de la Diócesis y quien coordinará desde hoy este nuevo servicio dirigido a matrimonios, parejas y familias enteras. García ha asegurado que este organismo “nace con la finalidad de prevenir posibles conflictos, crisis matrimoniales y familiares y ayudar y acompañar a parejas y familias en situación de ruptura, sufrimiento y fragilidad”. En este mismo sentido, ha advertido que “en apenas dos años han sido 68 las personas que han llamado a la Diócesis de Vitoria para ser ayudadas en temas familiares o de pareja”, aumentando a medida que pasaban los meses. “Ante este aumento de peticiones, el Obispado se decidió a dar el paso para crear una oficina estable donde poder atenderlas“.
A continuación han intervenido algunos de los profesionales que serán los encargados de atender las peticiones que vayan llegando. Además del responsable de Familia de la Diócesis, Oscar Areitio, que ha glosado las bondades de la familia, han tomado la palabra Lucía Navasqués, psicóloga experta en terapia familiar y de pareja, el sacerdote Jaime Sebastián, responsable del acompañamiento espiritual y Jorge García, quien explicó la metodología a seguir en cada uno de los casos que se puedan presentar, subrayando especialmente la vertiente jurídica y mediadora de este proyecto.
Entre los ámbitos de intervención de Sendilagun destacan los problemas matrimoniales y de pareja, las relaciones familiares en las diferentes etapas por las que pasan, la educación afectivo-sexual de los más jóvenes, el acompañamiento en el duelo por la pérdida de un familiar así como una serie de actividades formativas orientadas a la prevención y a favorecer una cultura familiar.
Sendilagun prestará, siempre mediante cita previa, las mejores herramientas gracias a la formación continua de quienes lo integran. Así, los que necesiten de este servicio encontrarán ‘coaching familiar’, asistencia jurídica, mediación canónica, orientación pedagógica, asesoramiento en materia de sexualidad y ayuda a la maternidad entre otros.
Para más información, se ha habilitado un espacio online –www.sendilagun.org – donde se detalla lo que este nuevo servicio ofrece. Y quienes estén interesados en ser atendidos por los profesionales de este recurso de la Iglesia alavesa, bastaría con escribir un WhatsApp o llamar al 688 606 700 para pedir cita previa.
El servicio tendrá un coste económico aunque ello no será obstáculo para que nadie sea dejado de atender, de la misma manera tampoco habrá limitaciones por razón de creencias o ideologías.
Non solum sed etiam
La traducción del término “Sendilagun” del euskera podría ser “amigo de la familia” y por ahí van los tiros de este servicio diocesano que viene a dar respuesta a la situación que uno de los pilares de la sociedad, la familia, está viviendo desde hace décadas, su deconstrucción en el sentido más clásico del término familia, pero además está sufriendo ataques como institución garante de la educación de las futuras generaciones. Las rupturas familiares, las familias desestructuradas, la violencia machista, la violencia vicaria, la influencia de las redes sociales… y también las luchas generacionales, la pérdida de valores, de respeto mutuo, de clima familiar.
Si algo tiene vivir en esta vida es tener la oportunidad de ir modificando a veces algunas de tus certezas y respecto de la familia algo que he aprendido en mis casi 6 décadas de vida es que la vida te va enseñando cosas como que la familia no la determina un contrato ni siquiera una simple convivencia, que no hay un único modelo de familia y que ninguno es mejor que otro, que la familia es la célula social más importante a cuidar y salvaguardar, pero en todas sus formas siempre y cuando garanticen el amor y el respeto entre sus miembros como pilares fundamentales. De ahí se derivarán los derechos y obligaciones de unos para con los otros. La vida te enseña que la familia trasciende los lazos de sangre e incluso el sacramento esponsal. La vida te enseña que dos personas no son familia si uno no quiere, pero también que el sentimiento familiar puede ser unidireccional. Ardua tarea la de proteger la familia, en todas sus vertientes
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