Funeral y Entierro de Peli Romarategui Peli reposa ya en Urkiola y su obra permanecerá en los jóvenes de San Isidro
En Urkiola reposan los restos de otros misioneros vascos
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Urkiola es el corazón misionero para las tres diócesis vascas, situado en el epicentro de las tres provincias, este santuario acoge cada año los actos misioneros de una historia que comenzó en 1948, y que aun cuando las circunstancias han cambiado el compromiso de estas tierras de Euskadi con los pueblos de América y África se mantiene.
A la celebración, oficiada mayormente en euskera, asistieron amigos, compañeros misioneros, y representantes de otras instituciones como la Asociación Belenista de la que Peli era miembro.
Al inicio se hizo una breve semblanza de la vida y obra de Romarategui y al final se recogieron los mensajes de condolencia que habían llegado desde diversos lugares.
Unos días antes de la muerte de Peli en su tierra de Ecuador, concretamente en la zona de San Isidro, se llevaba a cabo una ceremonia de “bautizo” de futuros artistas. La labor misionera en Ecuador ahora continua por ejemplo con el apoyo a la recuperación de la cultura Montubia, una tarea en la que se encuentra comprometido Juan Ramón Etxebarría, y en la que el arte es un aspecto muy importante de este proyecto. Niños y niñas que se encuentran formando en las artes escénicas, en la música y en la pintura recibieron un signo de apoyo y un “bautizo” en cada una de las disciplinas en las que se forman.
El arte está siendo una de las herramientas más importantes para la recuperación de la cultura Montubia, junto con la construcción del Museo de la Cultura Montubia en San Isidro.
Juan Ramón lleva muchos años ligado a aquellas tierras y en sus viajes a Euskadi procura seguir recabando apoyos institucionales para mantener este proyecto misionero y cultural, porque en todo momento los valores del evangelio están presentes.
Non solum sed etiam
La vida, y en particular el trabajo artístico de Peli Romarategui ha sido un paradigma de la misión, de la evangelización. Sus mosaicos y sus vitrales de grandes dimensiones, obras hermosas realizadas con paciencia, con mimo, en silencio. La grandeza de Peli ha residido siempre en su sencillez y humildad. Hoy queda el legado de su obra pero cada vez que nos acerquemos a unos de sus mosaicos podremos apreciar cada tesela, tallada y colocada en su sitio.
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