La presidenta de la Asociación belenista de la localidad segoviana de Cuéllar, Sonia Martín  Quijada, cuenta la génesis y respuesta que ha tenido una sencilla iniciativa que ha hecho llegar ya más de 4000 piedras pintadas a los sanitarios de varias localidades españolas.  

¿Cómo surge esta iniciativa y en qué consiste?

Todo nace el Domingo de Resurreción. En Cuéllar existe en Pascua la tradición de pintar unos huevos cocidos y alguien me pasó un dibujo de un huevo pintado con una cara con gorro y mascarilla. Esa imagen me sugirió hacer algo parecido con piedras y con un sentido de agradecimiento a los sanitarios. Hice unas pruebas y al final gracias a la implicación de 20 familias de belenistas y a la donación de materiales se pudo empezar. 

¿Cuántas piedras se han usado y de dónde han salido?

Al principio nuestra meta era llegar a todos los sanitarios de Segovia, en total 2400 piedras. Luego empezamos a mandar piedras a centros sanitarios de otros puntos de España donde trabajaba alguien que conocíamos, y así … vamos por más de 4000 piedras ya.  Y las piedras han salido de la generosidad de una empresa de construcción que se llama Mariano Rico, que nos dijo “las que necesiteis”. Al final también hay un trabajo previo de selección de la piedra por su tamaño y forma. 

¿Quienes han sido los artistas?

Los artistas han sido los miembros de las familias de los belenistas, concretamente de 20 familias. Pero no todos los miembros de la familia son belenistas. Las piedras han sido pintadas en las casas, y las han pintado los padres y los niños. Por eso me gusta recordar que cada piedra que llega a cada sanitario es única. Cada piedra es única y han sido hechas por manos diferentes, con diferentes ideas, uno tiene gafas otro no. Solo pedíamos respetar un patrón común, tenían que ser caras protegidas por gorros y mascarilla. Para nosotros es el Niño Jesús, y al Niño Jesús hay que protegerlo. 

¿Cuál es el mensaje que habéis querido transmitir?

Todas las piedras han llevado un doble mensaje, uno escrito a mano, que le da un valor especial, y en el que pone “gracias”, “qué gran labor”, … y luego con el envoltorio una pegatina donde dice “sois nuestra estrella”. El simbolismo que hemos querido encontrar, como creyentes, es que esa piedra representa al Niño Jesús, y para llegar a Él todos tuvieron que seguir una estrella. En estos días los sanitarios han sido la estrella que nos ha guiado para poder salir de esto. Ellos han sido nuestra esperanza, nuestra estrella. Elegir una piedra está también unido al simbolismo de la perdurabilidad, las piedras sobreviven al paso del tiempo, ahí tenemos nuestro acueducto romano por ejemplo. Quiero imaginar que esa piedra pueda pasar de padres a hijos y que se transmita diciendo “me la dieron por hacer una gran labor en tiempos de una pandemia”.  

¿ha cundido el ejemplo en otras asociaciones belenistas?

La Federación española lo ha acogido con cariño y lo ha difundido entre las asociaciones. En Andalucía por ejemplo han hecho suya la idea, la han llamado “proyecto petra” y las piedras las han personalizado en el gorro según si era para la guardia civil, u otros colectivos. No obstante en Andalucía han optado por volcar su esfuerzo en hacer llegar belenes a todos los hospitales. Nosotros hemos regalado belenes a hospitales y residencias, y con la frase de que “hoy es un buen momento para poner un belén”. 

¿Cómo ha sido la respuesta de los sanitarios?

Donde han ido piedras han vuelto mensajes. Nos han llegado agradecimientos desde Madrid, Santander, Alcalá de Henares, Valladolid. Recuerdo cuando fui a entregar el primer lote al hospital de Segovia  las caras de las gentes como en el día de Reyes Magos, que no sabes qué paquete abrir primero, qué piedra escoger. 

Pues que cunda la iniciativa.

Sí, claro, invito a que todos cojan una piedra, la pinten con esa cara del Niño Jesús con gorro y mascarilla, y se la regalen a los sanitarios, a los policías, a quien quiera. Lo que hemos hecho no son obras de arte, son obras de corazón. 

Non solum sed etiam

De la abundancia del corazón habla la boca, y también los pequeños detalles. No olvidemos los aplausos de las 8, las canciones que surgieron al abrigo del confinamiento, el sacrificio de quienes se quedaron en casa todo el tiempo y todos los días; no olvidemos que vivimos una experiencia de la que podemos salir mejores, no olvidemos que la Navidad se lleva en el corazón, por eso hoy es un buen momento para poner un belén, ¡claro que sí!