Elizalde quiere creatividad en la pastoral parroquial El Espíritu Santo en manos de los Escolapios
La comunidad religiosa se hará cargo de la parroquia a lo largo de este verano
La vida pastoral del colegio estará ligada a la parroquia y viceversa
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Este domingo se anunciaba ya en las misas lo que se viene contando en pequeños corros del vecindario: Los escolapios se hacen cargo de la parroquia del Espíritu Santo.
Monseñor Elizalde ha puesto en manos de la comunidad escolapia de Vitoria la atención pastoral de la parroquia del Espíritu Santo, ubicada a la altura del nº94 de la calle Florida.
El verano será un periodo de transición para comenzar el próximo curso retomando la vida pastoral de la parroquia. Juan Carlos de la Riva, sacerdote escolapio, es uno de los miembros de esta comunidad que atenderá a la feligresía y expresa así el reto que han aceptado asumir: “La idea es seguir acompañando a la comunidad existente y enriquecer el proyecto parroquial con la vida pastoral del colegio y los proyectos sociales de Itaka -Escolapios, en clave de sumar y de abrir la presencia escolapia a las necesidades del barrio.”
El equipo sacerdotal que atenderá la parroquia estará compuesto por Juan Carlos de la Riva, Israel Cuadros, y pronto se sumará Juan José Iturri que figurará como nuevo párroco.
El obispo de Vitoria ha confiado la parroquia con la encomienda de que no escatimen en creatividad. Consciente de que nuevos tiempos exigen nuevas formas, los escolapios tienen el respaldo del obispo para ofrecer una pastoral que, ligada a la del colegio, pueda descubrir alternativas ajustadas a los tiempos actuales para proponer una vida en comunidad parroquial.
La comunidad escolapia en Vitoria se remonta a 1958 cuando comenzaron su andadura en la docencia, empezando por infantil, en unas lonjas frente a lo que hoy es el instituto Ekialde, (que entonces era un descampado donde se instalaba el Circo cuando venía a Vitoria y que los escolapios habían comprado con la idea de levantar un centro educativo en el futuro, pero el Ayuntamiento se interesó por la parcela para construir lo que posteriormente fue el colegio público Canciller Ayala). A los pocos años, 1967 la docencia se trasladó a un chalet en la Avenida de Estíbaliz, hasta que en el curso 1974-1975, tras haber llegado a un acuerdo de permuta de terrenos con el Ayuntamiento, se inaugura el actual complejo que consta de una amplio edificio para la docencia, un polideportivo y una casa para la comunidad religiosa.
Al margen del colegio, en octubre de 1969 se inició la atención a la comunidad gitana de la ciudad, inaugurando el poblado Gao-Lachodrom el 30-1-1971. La escuela del poblado comenzó a funcionar en septiembre de 1973. Inició la labor el P. José Ignacio Alberdi (1969-1973) a quien sustituyó el P. José Luis Zabalda.
El barrio de Santa Lucía comenzará el próximo curso con una realidad religiosa y pastoral muy variopinta si tenemos en cuenta que en la zona van a convivir la parroquia de San Juan, atendida por clero diocesano, la parroquia del Espíritu Santo, atendida por una comunidad religiosa que fusionará la pastoral parroquial y la escolar, y la parroquia de San Cosme y San Damián (que originariamente fue la parroquia de Santa Lucía hasta que fue cedida por el obispado) que acoge a la comunidad ortodoxa rumana de Vitoria.
La creación de la parroquia del Espíritu Santo se remonta a 1988 según consta en el documento firmado por monseñor José María Larrauri el 1 de octubre de ese año.
La nueva parroquia se nutría de la feligresía de las parroquias de Santa Lucía y de San Cristóbal. Los límites en el plano urbanístico se fijaban en las calles Las Trianas, Los Herrán, Doce de Octubre, José Mardones, Federico Baraíbar, Errekatxiki, Jacinto Benavente, Vicente Alexandre, y la calle de los Astrónomos. Su inauguración y bendición se llevó a cabo el día 15 de octubre de ese mismo año. Esta parroquia tiene en su presbiterio las tablas, los iconos, obra del pintor vitoriano Eduardo Martínez Crespo (Eduma), autor también de los iconos que presiden el altar de la parroquia de Todos los Santos.
No son muchas las parroquias de la Diócesis atendidas directamente por comunidades religiosas masculinas, aunque sí son varias las órdenes que colaboran en la pastoral de la diócesis. Así, en la ciudad tenemos a los dominicos que atienden desde su inauguración la parroquia de Los Ángeles; a los salesianos, al frente de la parroquia de San Francisco Javier; o a los viatores que se encargan de San Andrés; los carmelitas tienen su iglesia de El Carmen, que aunque no tiene consideración de parroquia si desarrolla un culto muy activo desde siempre; los claretianos atienden la parroquia de san Pablo de Ariznavarra y también parroquias en la zona de Agurain-Salvatierra; y siguiendo sobre la presencia religiosa en otros puntos de la Diócesis los pasionistas trabajan en la zona de Valderejo, en el entorno del Santuario de Angosto; los Josefinos, cariñosamente llamados los Txefos, afincados en Orduña desde hace más de 50 años también colaboran en la pastoral de la zona; y los benedictinos atienden el Santuario de la patrona de la Diócesis y la provincia, y a los pueblos del entorno. A todos ellos se suman ahora los escolapios para llevar la parroquia del Espíritu Santo.
Non solum sed etiam
Como antiguo alumno de los escolapios acojo esta noticia con gusto, aunque, lástima que se haya adoptado hoy como alternativa para mantener la parroquia y no se tomase hace años, concretamente desde que se inauguró el nuevo templo, como una decisión de lógica pastoral. Cuando se inauguró la parroquia la comunidad escolapia era más amplia que la actual, y, haber optado por una comunión de la vida pastoral del colegio con la vida pastoral de la parroquia habría permitido tener a día de hoy un recorrido conjunto como comunidad.
Pero me congratulo de la noticia en todo caso, y sobre todo de esa invitación del obispo a construir una parroquia que se aventure sin miedo por nuevos caminos pastorales.
Podría convertirse en una parroquia de referencia para la juventud, no solo la del colegio. La experiencia de los escolapios, puede crear sinergias con las de otras comunidades religiosas como lo hacen con el proyecto de la Revista de Pastoral Juvenil.
Quizá no sea casualidad que el titular de la parroquia sea, ni más ni menos, que el mismísimo Espíritu Santo. Que derrame sus siete dones sobre este proyecto pastoral, y que el único problema que tengan es que el templo se les quede pequeño.
Nota: Tras recibir la queja de los sacerdotes de la parroquia de San Juan, que hasta la fecha atienden la parroquia del Espíritu Santo, accedo a mostrar mis disculpas a estos sacerdotes por haber publicado la información tras el primer anuncio del mismo a la comunidad, y no tras el segundo el próximo fin de semana, como hubiese sido su deseo. Desconozco si este veto de difusión de la noticia ha sido trasladado también a la feligresía que acudió el domingo a la eucaristía. Que esto en todo caso no empañe lo que creo que es una buena noticia para la Diócesis de Vitoria, y para la feligresía del Espíritu Santo en particular.