“Pastores misioneros” en busca del relevo al estilo Francisco Por primera vez el 8 de Diciembre será el Día del Seminario en toda España
Elizalde: “el caldo de cultivo de la vocación es la vida cristiana sacramental y comunitaria”
Segura: “Necesitamos pastores que sientan que no están solos en su tarea”
Munilla: “Necesitamos sacerdotes tan olvidados de sí mismos como llenos del celo apostólico”
Munilla: “Necesitamos sacerdotes tan olvidados de sí mismos como llenos del celo apostólico”
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Una de las consecuencias de la pandemia y del confinamiento fue la suspensión de muchas jornadas y celebraciones en la Iglesia. Una de ellas es la Jornada de las vocaciones sacerdotales que la mayoría de las diócesis en España celebran el 19 de marzo, festividad de San José. En esa misma fecha, y desde hace más de 70 años las diócesis vascas celebran su Jornada de las Misiones Diocesanas Vascas, y el Día del Seminario se celebra el 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada.
Este 2020 la Conferencia Episcopal Española trasladó la jornada vocacional al 8 de diciembre, coincidiendo con la Jornada del Día del Seminario en Bilbao, San Sebastián Y Vitoria. Ese motivo ha hecho también que en este año el lema y la jornada vayan marcados desde la CEE, y el lema de este año sea “Pastores misioneros”.
Vitoria
Así, monseñor Elizalde comienza su carta recordando el trabajo que, en sintonía con el PDE (Plan Diocesano de Evangelización), se está realizando para cultivar las vocaciones en la Iglesia “La vida como vocación está de fondo en nuestro itinerario diocesano”, y destaca el Retiro Espiritual que se está celebrando entre los días 4 al 8 en la Casa de las Mercedarias de Egino y que, en el apartado vocacional, va a congregar a jóvenes de las diócesis vascas y Navarra.
El obispo de Vitoria hace un repaso por las diversas iniciativas de promoción de las vocaciones que tiene la diócesis, “En la asignatura, que este año también estamos trabajando en la Facultad de Teología, ‘Espiritualidad y discernimiento vocacional’, se vuelve a constatar que el caldo de cultivo de la vocación es la vida cristiana sacramental y comunitaria: pequeños oasis en torno a la Eucaristía dominical y a la Adoración, regados por el Sacramento de la Penitencia y por el acompañamiento personal y algunos grupos contados de formación y voluntariado que comparten estos itinerarios evangélicos y sacramentales. Estos entornos y realidades facilitan la escucha al Señor, que constantemente sigue llamando. Vamos a seguir propiciando estos oasis con todas nuestras fuerzas.”
Por otro lado Elizalde recuerda el floreciente pasado sacerdotal “Nos alegramos de la rica tradición sacerdotal de Vitoria que empapa a nuestro presbiterio en medio de nuestras comunidades” pero también señala que “no podemos distraernos con los tópicos del modelo sacerdotal o del modelo de comunidad. Los documentos sacerdotales del magisterio conciliar y postconciliar, recreados por el Papa Francisco, admiten muchas variedades de estilos sacerdotales adaptables a cada Iglesia local. No es momento de disquisiciones estériles e ideológicas, que nos estancan en nuestras diferencias, sino de trabajo pastoral entusiasta, cercano a nuestros jóvenes, con aterrizaje sacramental y liderazgo desde el Seminario en colaboración con todo el presbiterio”.
En directa alusión a los sacerdotes les invita, sea cual sea su estilo sacerdotal, a implicarse en la pastoral vocacional: “En las vocaciones sacerdotales, todos los sacerdotes, de todas las sensibilidades, pueden tomar la iniciativa de la propuesta vocacional. La Delegación del Clero y los formadores de los seminaristas admiten todas las colaboraciones y sugerencias. No hay excusa para enterrar el talento de la promoción vocacional, sino que es momento de fructificar los 2 o los 5 que el Señor nos haya dado. En definitiva, se trata de pasión: Pasión por el Señor y pasión por su pueblo.”
Recuerda cómo muchas vocaciones han sido inspiradas por los mismos sacerdotes, “En la historia de la Iglesia y de nuestra Diócesis, sacerdotes santos siempre han suscitado vocaciones sacerdotales.”
Las últimas líneas se las dedica a los 15 seminaristas que hoy se forman en Vitoria y que durante estos días recorren centros escolares y parroquias hablando de su testimonio vocacional, “Esta Diócesis lo sabe muy bien y tiene una larga tradición de amistad y de fraternidad sacerdotales, fuente de evangelización. Es una suerte que podáis formar parte de esta misma historia de salvación. Contad también conmigo puesto que os llevo en el corazón. Que la Virgen Inmaculada, en sus advocaciones de la Blanca o de Estíbaliz, ilumine nuestro sí.”
Bilbao
Para monseñor Segura es su primera carta sin Iceta. Su pasado misionero es sin duda una referencia a la hora de desarrollar el lema de este año en su carta que firma como Obispo Administrador Apostólico.
“Necesitamos pastores que sean discípulos, antes que maestros, empeñados en imitar al único Señor, en su espíritu de oración constante, en su gran misericordia para con todos, en su celo por el Reino de Dios, en su capacidad para sentir con los pobres y compadecerse de los sufrientes. Nunca deja de ser discípulo quien ha sido llamado a ser pastor” señala en uno de sus párrafos.
Otra necesidad que expresa Segura es el arropo al sacerdote: “Necesitamos pastores que sientan que no están solos en su tarea. Ante todo porque es Jesús quien les llama primero a recibir su amistad. Y también porque se sienten acompañados y animados por las comunidad a las que sirven”.
Y una tercera necesidad que apunta el obispo Segura es la de “pastores misioneros, deseosos de buscar a “la oveja perdida”, de salir a los caminos y a las plazas invitando a todos al banquete, convencidos de que ofrecen algo muy valioso y necesario para este mundo. La Iglesia y el mundo necesitan presbíteros profundamente creyentes y con un gran deseo de servir con generosidad a Dios en los hermanos”.
Termina su carta pidiendo la intercesión de la Virgen Inmaculada, “Maria Sortzez Garbiaren esku itzi daigun gure bultzada misiolaria, eta eskatu deiogun hainbeste baloratzen eta behar dituan dure Eleizbarrutian bokazino barri eta benetakoak biztu daizala”.
En Bilbao cuatro aspirantes están madurando su vocación en lo que se llama el curso propedéutico, ocho se encuentran ya en los diversos cursos de teología que marcan la formación académica de los futuros sacerdotes, y uno ha sido ordenado diácono, paso previo a la ordenación presbiteral.
San Sebastián
El obispo de San Sebastián ha optado este año por ofrecer el material elaborado por la CEE y, aunque no ha escrito la tradicional carta pastoral de este día, si tiene unos apuntes para la homilía del día 8 de diciembre, donde expondrá que “Necesitamos sacerdotes tan olvidados de sí mismos como llenos del celo apostólico, tan felices como libres de ataduras con este mundo, y comprometidos con los más débiles. Y todo esto se lo pedimos a la Santísima Virgen Inmaculada.”
Recientemente el Seminario de San Sebastián ha comenzado a albergar también las dependencias episcopales. El edificio alberga también desde hace años otras instituciones diocesanas como el Colegio Manuel de Larramendi, la Parroquia de la Resurrección, el Archivo Diocesano, Hezkide Estola, el Secretariado Social, el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Pío XII, una oficina de la Delegación Diocesana de Enseñanza. Algunas zonas están arrendadas al Centro de Estudios AEG.
Los candidatos al sacerdocio de San Sebastián tienen su formación en el Seminario de Pamplona.
Non solum sed etiam
Aunque sea anecdótico y circunstancial, es curioso que la pandemia haya unido a las diócesis en una campaña vocacional dedicada al Seminario, a las vocaciones al sacerdocio concretamente. Tampoco sé si la CEE se planteará que este traslado de la jornada vocacional se mantenga, y se adopte el 19 de marzo como una jornada misionera. Encomendar las vocaciones al sacerdocio y misioneras a María y a José no es mal plan en ningún caso.
Pero la lectura que quería dar a este hecho casual es que quizá hayamos de tener presente ese principio que dice que “la unión hace la fuerza”, o ese otro que, con el permiso del señor Dumas, se podría usar hasta de lema: “Uno para todos, y todos para Uno”. Y en todo caso el lema de este año sirve para las dos jornadas: este 8 de diciembre "Pastores Misioneros", y el 19 de marzo "Misioneros Pastores".
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