Juan di Dubna, arzobispo de las Iglesias Ortodoxas de Tradición Rusa en Europa Occidental Carta abierta de un metropolita a Cirilo: "Alce su voz, para detener esta guerra monstruosa y sin sentido"

Su Santidad,

En estos días oscuros en los que la guerra hace estragos en medio de Europa tras la intervención militar de la Federación Rusa en Ucrania, permítanme transmitirles la consternación de toda la Archidiócesis y nuestra total solidaridad con las víctimas de este conflicto.

Los problemas y desórdenes causados en todo el mundo por este violento atentado no han dejado de afectar a la comunidad ortodoxa de Europa occidental y, en especial, a la archidiócesis de parroquias ortodoxas de tradición rusa de Europa occidental, que reúne a fieles de todos los orígenes. Nuestra propia unidad se ve amenazada por la situación así creada. Nuestros fieles esperan que sus pastores lleven la voz de la Iglesia y un mensaje evangélico de paz.

Hemos conocido con emoción el llamamiento que le han dirigido los miembros del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, pidiéndole que intervenga ante las autoridades políticas de la Federación Rusa para que se detenga este baño de sangre.

En nombre de todos los fieles de nuestra Archidiócesis, le pido que alce su voz como Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa contra esta guerra monstruosa y sin sentido y que interceda ante las autoridades de la Federación Rusa para que cese cuanto antes este conflicto asesino, que hasta hace poco parecía impensable entre dos pueblos y dos naciones unidos por siglos de historia y por su fe común en Cristo.

Su Santidad, en su "homilía" del Domingo del Perdón, pronunciada en la Catedral Patriarcal de Cristo Salvador el 6 de marzo, dio a entender que justificaba esta cruel y asesina guerra de agresión como "una batalla metafísica", en nombre del "derecho a estar del lado de la luz, del lado de la verdad de Dios, de lo que nos revela la luz de Cristo, su palabra, su Evangelio..." .

Con todo el respeto que se le debe, y del que no rehúyo, pero también con infinito dolor, debo hacer notar que no puedo suscribir tal lectura del Evangelio. Nada puede justificar que los "buenos pastores" que debemos ser, dejemos de ser "artesanos de la paz" y sean cuales sean las circunstancias.

Su Santidad, humildemente, con el corazón encogido, le ruego que haga todo lo posible para poner fin a esta terrible guerra que divide al mundo y siembra muerte y destrucción.

† El JOHN Metropolitano de Dubna,
Arzobispo de las Iglesias Ortodoxas de Tradición Rusa en Europa Occidental