La figura de Ernesto Cardenal está especialmente unida a Gaspar García Laviana Ernesto Cardenal y Gaspar García Laviana, dos personajes de los grandes
Otro hecho central que hay que destacar en la relación de Ernesto con el misionero-poeta asturiano es la publicación de su poemario, que Ernesto titulará 'Cantos de amor y guerra'
"Gaspar era un buen poeta, pero ante todo era un santo, un héroe guerrillero y mártir de la revolución", decía Cardenal
| José María Álvarez
Acaba de morir Ernesto Cardenal. Un personaje que por muchas razones merece la atención y el respeto. Nacido el año 1925 en una familia acomodada, después de estudiar y haber participado en un levantamiento fracasado contra Anastasio Somoza García, a los 32 años se hará monje trapense. En el año 1959 abandona el monasterio y estudia teología en México, siendo ordenado sacerdote en Managua en 1965. Irá a vivir a la isla de Cimarrón, archipiélago de Solentiname, donde funda una comunidad de características cercanas a las monásticas. Estuvo siempre muy cercano al sandinismo, tanto que una vez triunfa y es derrocado Anastasio Somoza Debayle, participará en el gobierno como Ministro de Cultura. Su rica personalidad cosecha abundantes premios, galardonando sobre manera su faceta poética.
Su figura está especialmente unida a Gaspar García Laviana y es de ello de lo que principalmente quiero hablar. Pero la imagen que primero me salta a la mente, cuando oí la noticia de su fallecimiento, fue aquella en la que él, ministro de la Iglesia católica por ser sacerdote y Ministro de Cultura de la Nicaragua por ser un destacado sandinista, hincado de rodillas, saluda humilde al papa Juan Pablo II, quien le responde amenazante pidiéndole que abandone su compromiso en el Ministerio de Cultura, lo que valientemente no hizo, acarreándose así el consiguiente castigo que le impidió ejercer su sacerdocio desde el año 1984. El 17 de febrero de 2019 se dio a conocer una carta del papa Francisco a Ernesto Cardenal informándole del levantamiento de la “suspensión a divinis”.
La segunda imagen que me salta a la vista es el encuentro de Ernesto y Gaspar en una de las montañas del Frente Sur. Gaspar conocía a la familia Cardenal, como nos cuenta Pedro Regalado en su libro recién editado por el Foro de Cristianos Gaspar García Laviana 'Mi vida junto a Gaspar García Laviana cura y comandante sandinista': “Esa noche cenamos en la casa de la familia Cardenal. Jorge está emparentado de alguna manera con esa familia. Está invitado a la fiesta que se dará en su casa. Jorge les comenta que tiene un cura a su cargo. -No es problema, tráelo para acá. Aquí estarán Fernando y Ernesto, mis hermanos. Tendrán tiempo para hablar de sus cosas, dice Rodrigo Cardenal”.
También conocían los dos misioneros españoles MSC la comunidad de Solentiname. De hecho no vivían lejos. Las mismas aguas del lago Cocibolca bañaban ese archipiélago y muchos kilómetros de la parte Este de su parroquia de San Juan del Sur y de la de Cárdenas, donde precisamente Gaspar cayó en combate el 11 de diciembre de 1978. Y es el caso que Gaspar y Pedro Regalado quisieron imitar a Ernesto Cardenal y crear también ellos una comunidad parecida a la suya en la isla de Ometepe, que estaba más al Norte en el centro del mismo lago. Iniciaron en el obispado de Granada los trámites para permutar con el sacerdote encargado de esa zona, pero las gestiones no llegaron a buen fin.
Vuelvo del mar a la montaña, donde tuvo lugar el –yo diría- desencuentro de Ernesto y Gaspar. Lo cuenta él mismo en la entrevista que le hace RTPA para el documental y libro que edita en el año 2008, con motivo del 30º aniversario de su muerte. Fue un encuentro rápido, cuando le llevan a decir una misa en el campamento de Riero que Gaspar dirigía. Cuando Gaspar se entera lo que va a hacer allí, entiende que “le molestó, porque él era dirigente guerrillero, jefe, comandante, y no mezclaba eso con su sacerdocio”…”pero no impidió que yo celebrara la misa y dejó ir a quienes quisieron. Fueron todos menos dos o tres y él tampoco fue”.
Otro hecho central que hay que destacar en la relación de Ernesto con el misionero-poeta asturiano es la publicación de su poemario, que Ernesto titulará 'Cantos de amor y guerra'. Será el primer libro a cargo de su Ministerio, septiembre de 1979. El 2018 se reeditó en Asturias con motivo del 40ª aniversario.
Poemas, como él dice en el prólogo, que están “llenos de amor: amor al campesino, a las pobres prostitutas a las que tanto defendió enfrentándose a las autoridades somocistas, amor al paisaje, al lago que él llama ‘el lago más bello del mundo’, a la tierra por la cual murió”.
No puedo menos que terminar con algunas palabras de este carismático cura nicaragüense sobre Gaspar, nuestro cura Misionero del Sagrado Corazón. En el prólogo de 'Cantos de amor y guerra', año 1979: “…por su vida y su muerte, es una inspiración y un ejemplo a seguir para todos los sacerdotes, y para todos los cristianos, y todos los nicaragüenses”.
Más tarde, en la entrevista de RTPA en 2008 dirá: Gaspar era un buen poeta, pero ante todo era un santo, un héroe guerrillero y mártir de la revolución… y además dio su vida por el pueblo de Nicaragua, por la liberación de Nicaragua, cumpliendo el mandamiento evangélico de dar la vida por los que uno ama… Se dedicaba a los más pobres y abandonados”.
Ernesto Cardenal y Gaspar García Laviana, dos personajes de los grandes, unidos aquí en la tierra en el sacerdocio, en el sandinismo y en la poesía y ahora en plenitud de comunión.
2 de marzo de 2020
José María Álvarez Pipo
Del Foro de Cristianos Gaspar García Laviana
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