(Antonio Aradillas).-Tengo la seguridad de que en las misas del domingo próximo, en el que se dirimen y sancionan oficial e internacionalmente los méritos de los diversos equipos nacionales de fútbol, declarando campeón a uno de ellos, -con posibilidades muy serias de que éste sea el de España-, de alguna manera tal noticia podría y debería ser también comentada en momentos tan solemnes.
Las misas y su celebración jamás se distanciarán de la vida y cuanto a ella y a sus protagonistas afecte de manera masiva y espectacular deberá hacerse presente, ilustrada e interpretada a la luz de la "Palabra de Dios" contenida en los textos bíblicos.
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