Pese a que la exhortación no refleja "una aprobación explícita" de las reformas propuestas en el Sínodo Massimo Faggioli: "Bergoglio no es como Montini o Wojtyla"

Historiador de la Iglesia, Massimo Faggioli es profesor de Teología y Estudios Religiosos de la Universidad de Villanova, en Filadelfia. Entrevistado por el medio italiano Quotidiano, ha ofrecido su interpretación de la exhortación post-sinodal del Papa Francisco, la en muchos puntos polémica Querida Amazonia.

Completamente de acuerdo con el profetismo de Francisco en "la parte político-ecológica" de la exhortación, que sigue la estela de Laudato si, no ha ocultado que entiende la crispación de los que esperaban, tras la publicación del documento, una puesta en marcha de una amplia reforma eclesial, que reconociera el diaconado femenino, la ordenación de hombres casados y la institución de un rito amazónico específico.

"Ciertamente, la diferencia entre su exhortación y el informe final del Sínodo sobre el Amazonas ha creado un vacío", reconoce Faggioli, explicando que la exhortación no refleja "una aprobación explícita" de las reformas propuestas ya antes de la inauguración del Sínodo, en los grupos de trabajo previos al evento en el Vaticano.

Reforma en el Amazonas

El escenario que se presenta, en palabras de Faggioli, "dependerá de los próximos movimientos de las Iglesias locales de la región" amazónica, puesto que en Querida Amazonia se ve al Papa más proclive a la aprobación de un rito propio del Amazonas que a solucionar la falta de visibilidad de la mujer en la Iglesia o aprobar los viri probati.

"La exhortación ha decepcionado sobre todo al episcopado sudamericano, que apoya a Bergoglio y trabajó duro antes y durante la asamblea"

Un texto decepcionante y algo confuso

El profesor ha comentado que el texto de Francisco lleva a una cierta confusión ("la impresión es que el capítulo cuatro no fue escrito por las mismas manos que los otros tres"), muestra temor ("creo que el miedo a una ruptura de la unidad católica tenía su peso") y ha decepcionado sobre todo al episcopado sudamericano, "que apoya a Bergoglio y trabajó duro antes y durante la asamblea de octubre".

Sin embargo, ha recalcado que, pese a no recoger las propuestas votadas por el Sínodo, Francisco "tampoco las rechaza" y mantiene la puerta abierta a medidas progresistas. "Bergoglio no es como Montini o Wojtyla, que se expresaron en términos definitivos", ha concluido.