Declaraciones del Arzobispo Metropolitano de San Juan de Puerto Rico sobre la Declaración Fiducia supplicans Monseñor González Nieves: "Fiducia supplicans es un instrumento de amor misericordioso y de gran riqueza pastoral"
"Fiducia supplicans trata, entre otras cosas, sobre la atención pastoral que debemos dar a aquellas parejas que se encuentran en situaciones irregulares y parejas del mismo sexo que acuden a los ministros ordenados para pedir una bendición"
"Confiamos que este acercamiento pastoral, a las parejas que se encuentran en situaciones irregulares y parejas del mismo sexo, mediante la bendición fuera del contexto litúrgico o semi litúrgico, invoque la "ayuda de Dios de aquellos que se dirigen humildemente a Él"
"Se debe estar consciente de que se bendicen las personas, lo que no significa bendecir o aprobar la relación irregular"
"La madre boricua nunca niega dar la bendición a sus hijos e hijas. De esa misma manera, la Iglesia que es madre, siempre bendice a sus hijos e hijas"
"Se debe estar consciente de que se bendicen las personas, lo que no significa bendecir o aprobar la relación irregular"
"La madre boricua nunca niega dar la bendición a sus hijos e hijas. De esa misma manera, la Iglesia que es madre, siempre bendice a sus hijos e hijas"
| Roberto González Nieves
Expresiones del Arzobispo Metropolitano de San Juan de Puerto Rico, Roberto González Nieves, sobre la Declaración Fiducia supplicans, sobre el sentido pastoral de las bendiciones
1. El lunes, 18 de diciembre del 2023, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, publicó la Declaración, Fiducia supplicans, sobre el sentido pastoral de las bendiciones.
2. El Dicasterio, al realizar esta Declaración, consultó a expertos, llevó a cabo un amplio proceso de elaboración. Su borrador se debatió en el Congreso de la Sección Doctrinal del Dicasterio. El Santo Padre fue consultado mientras se elaboraba el mismo y finalmente lo aprobó con su firma.
3. Quisiera expresar mis felicitaciones al Santo Padre y al Dicasterio para la Doctrina de la Fe por esta Declaración cuyo valor "es ofrecer una contribución específica e innovadora al significado pastoral de las bendiciones, que permite ampliar y enriquecer la comprensión clásica de las bendiciones estrechamente vinculada a una perspectiva litúrgica. Tal reflexión teológica, basada en la visión pastoral del Papa Francisco, implica un verdadero desarrollo de lo que se ha dicho sobre las bendiciones en el Magisterio y en los textos oficiales de la Iglesia".
4. La Iglesia Arquidiocesana de San Juan de Puerto Rico recibe esta Declaración como un instrumento de amor misericordioso y de gran riqueza pastoral.
5. Fiducia supplicans trata, entre otras cosas, sobre la atención pastoral que debemos dar a aquellas parejas que se encuentran en situaciones irregulares y parejas del mismo sexo que acuden a los ministros ordenados para pedir una bendición: "Las personas que vienen espontáneamente a pedir una bendición muestran con esta petición su sincera apertura a la trascendencia, la confianza de su corazón que no se fía solo de sus propias fuerzas, su necesidad de Dios y el deseo de salir de las estrechas medidas de este mundo encerrado en sus límites".
6. Precisamente, el mismo día en que se divulgó esta Declaración, y aún sin saber de la existencia de ésta, mientras estaba en el Gimnasio del Comité Olímpico de Puerto Rico, se me acercó un joven. Ese joven venía muy alegre, su rostro reflejaba mucha felicidad. Venía tan de prisa hacia mí que pensé que estaba caminando con sobresaltos. Me dijo: "Padre, échame la bendición porque me acabo de casar el sábado. Me casé por lo civil" Este servidor le bendijo con estas palabras: "Que Dios te bendiga a ti y a tu esposa, que les dé salud, que se mantengan en paz y bien y sientan la cercanía del amor de Dios" Este joven, luego de la bendición, se fue aún con mayor alegría.
7. Esto que acabo de relatar, es una de las situaciones a las que se refiere la Declaración: "La Iglesia, también, debe evitar el apoyar su praxis pastoral en la rigidez de algunos esquemas doctrinales o disciplinares, sobre todo cuando dan 'lugar a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar' (EG 94) Por lo tanto, cuando las personas invocan una bendición no se debería someter a un análisis moral exhaustivo como condición previa para poderla conferir. No se les debe pedir una perfección moral previa."
8. Desde la publicación de esta Declaración, han salido muchos titulares, noticias balanceadas, menos balanceadas y otras sensacionalistas.
(...)
Conclusión
10. Por lo tanto, en conformidad con la declaración Fiducia supplicans y siguiendo los principios de prudencia y sensibilidad pastoral establecidos en la misma, le es permisible al ministro ordenado a unirse "a la oración de aquellas personas que, aunque estén en una unión que en modo alguno puede parangonarse al matrimonio, desean encomendarse al Señor y a su misericordia, invocar su ayuda, dejarse guiar hacia una mayor comprensión de su designio de amor y de vida".
11. Vienen a mi mente las palabras de San Pablo VI a los sacerdotes en la Encíclica Humanae Vitae: "No menoscabar en nada la saludable doctrina de Cristo es una forma de caridad eminente hacia las almas. Pero esto debe ir acompañado siempre de la paciencia y de la bondad de que el mismo Señor dio ejemplo en su trato con los hombres. Venido no para juzgar sino para salvar, El fue ciertamente intransigente con el mal, pero misericordioso con las personas".
12. Confiamos que este acercamiento pastoral, a las parejas que se encuentran en situaciones irregulares y parejas del mismo sexo, mediante la bendición fuera del contexto litúrgico o semi litúrgico, invoque la "ayuda de Dios de aquellos que se dirigen humildemente a Él. ¡Dios no aleja nunca al que se acerca a Él! Al fin y al cabo, la bendición ofrece a las personas un medio para acrecentar su confianza en Dios. La petición de una bendición expresa y alimenta la apertura a la trascendencia, la piedad y la cercanía a Dios en mil circunstancias concretas de la vida, y esto no es poca cosa en el mundo en el que vivimos. Es una semilla del Espíritu Santo que hay que cuidar, no obstaculizar."
13. La actitud que debe acompañar la petición de una bendición ha de ser con fe, humildad y de sincera búsqueda de la bendición de Dios, reconociendo de alguna manera el ministerio de la Iglesia. Se debe estar consciente de que se bendicen las personas, lo que no significa bendecir o aprobar la relación irregular.
14. Nuestra fe, nuestra cultura religiosa y piedad popular en Puerto Rico es una que valora las bendiciones. Padres y madres suelen bendecir a sus hijos e hijas cuando salen de sus casas, se van de viaje, cuando tienen exámenes o en eventos importantes. Nuestros abuelos nos echan la bendición y solemos también pedírselas. Igual sucede con los padrinos y madrinas con sus ahijados y ahijadas y en los saludos entre tíos y sobrinos. En este sentido, recuerdo mis palabras en la Carta Pastoral, ¡ Bendición!, Sobre la Identidad Católica y la Piedad Popular en Puerto Rico, "Quisiera resaltar la tradición de pedir la bendición a nuestros padres, madres, tíos, tías, padrinos, madrinas. Creo que esta tradición es casi única entre los países cristianos. Las prácticas de nuestra tradición han sido conservadas por los emigrantes boricuas, quienes las aprecian grandemente y las conservan en la diáspora boricua. Éstas sirven de lazo de unión social y patriótica y continuidad entre las generaciones." La madre boricua nunca niega dar la bendición a sus hijos e hijas. De esa misma manera, la Iglesia que es madre, siempre bendice a sus hijos e hijas.
15. A mis hermanos sacerdotes y diáconos, a las religiosas y religiosos, y a las personas que ofrecen dirección espiritual, los animo a leer la Declaración con detenimiento y con ojos de compasión y a ser fieles al Magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad humana.
16. Las bendiciones permitidas por Fiducia supplicans no niegan ni ocultan la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad humana. La sostiene y la deja inalterable. De lo que aquí se trata es de la posibilidad de acoger las personas en sus circunstancias particulares para acompañarlas como hermanos y hermanas que somos todos heridos por el pecado original para que con la oración y el ministerio de la Iglesia podamos llegar a la plenitud en Cristo, sabiendo que la gracia no abandona a nadie y que el Señor quiere la salvación de todos y todas.
17. Por último, el Papa Francisco, siempre ha solicitado al pueblo católico orar por él y, a los no creyentes, que les envíen buenas vibras. Pedimos al pueblo fiel que peregrina en Puerto Rico a orar por el Papa Francisco, orar por su salud y orar por sus intenciones. También pidamos en nuestras oraciones para que la Iglesia crezca en la unidad y santidad.
Que el Señor los bendiga y proteja siempre,
+ Roberto
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