"Las mujeres de Ucrania no solo están resistiendo la guerra. Están preparando la paz" Las mujeres en la Guerra de Ucrania: pilar de resistencia y esperanza

Hoy, en medio de las sombras de una guerra que ha desgarrado hogares y vidas, queremos arrojar luz sobre un tema que a menudo queda eclipsado: el papel de las mujeres en la resistencia, la sanación y la esperanza de Ucrania. Ellas no solo sobreviven; ellas sostienen la vida en medio del caos.

En la primera línea del frente y en los hospitales de campaña, están las mujeres paramédicos, médicas y enfermeras. Son ellas quienes, con manos firmes y corazones inquebrantables, salvan vidas en las condiciones más extremas. Elina, una médica militar de Mariúpol, cuenta su historia:

"Allí, en Azovstal, la vida transcurría fuera del espacio y del tiempo. No había sentimientos, todo era después... porque si dejabas entrar las emociones, no sobrevivías. Sabía que sin mí, mis compañeros heridos no tendrían oportunidad. Usaba lo que tenía una mano. Trabajaba como un robot: detener hemorragias, restablecer la respiración, aplicar vendajes... Y luego, llegaban los sentimientos. Solo podía rezar: 'Dios, ayúdame a salvarles'.”

Pero la lucha no acaba en el campo de batalla. Cuando los soldados heridos logran ser evacuados, otras mujeres les esperan en hospitales y centros de rehabilitación. Allí, terapeutas físicos y psicólogas reconstruyen, no solo cuerpos, sino también almas. Elina lo dice claro:

"Es crucial apoyar a nuestros combatientes heridos, tanto física como moralmente. Aunque arden en deseos de volver a luchar, necesitan tiempo y recursos para recuperarse."

Estas mujeres son guardianas de la vida, transformando el dolor en fuerza y la desesperanza en posibilidades.

La resistencia también tiene otro rostro: el de las mujeres que, mientras sus maridos, hermanos e hijos van al frente, sostienen sus hogares y sus comunidades. Se convierten en pilares silenciosos de la vida diaria: siguen trabajando, manteniendo viva la economía familiar; cuidan de sus hijos, secando lágrimas y acallando miedos cada vez que suena una alarma antiaérea; y se organizan : recogen alimentos, medicamentos, ropa… envían ayuda directa a los soldados que, muchas veces, carecen de lo más básico.

Elina lo expresa con fuerza:

"Vuestra ayuda se siente, tanto en el frente como en la retaguardia. Saber que pensáis en nosotros, que nos recordáis, nos da fuerza para seguir luchando."

Estas mujeres entienden que la resistencia no solo consiste en aguantar : significa crear, ayudar, unir.

Y luego están aquellas mujeres que han pagado el precio más alto: las madres, esposas e hijas que han perdido a sus seres queridos. Cada día, muchas acuden a los cementerios, llevando flores a las tumbas de sus héroes. No es solo un gesto de duelo; es un acto de resistencia silenciosa.

Elina lo recuerda con dolor:

"Cada día honramos la memoria de los que han caído. Y ya no me basta un minuto de silencio para recordar a todos mis compañeros muertos. Cuando abro el mapa de alarmas y veo Ucrania teñida de rojo, sé que, en ese momento, alguien, en alguna ciudad, está muriendo."

El duelo, en ellas, no apaga el fuego de la lucha. Lo transforma en una llama que mantiene viva la memoria y la esperanza.

Entonces, ¿cuál es la aportación de las mujeres a la paz ya la reconstrucción de Ucrania? Son ellas las que mantienen vivo el tejido social mientras la guerra intenta desgarrarlo. Son ellas las que, con cada herida curada, cada paquete enviado al frente y cada lágrima derramada sobre una tumba, siembran las primeras semillas de la reconstrucción.

Elina lo deja claro:

"Ahora, nuestra tarea principal es traer a todos nuestros prisioneros a casa, a una Ucrania libre. Porque ahora nuestro hogar es toda Ucrania".

Porque cuando la guerra termine —y terminará—, serán las mujeres quienes, con sus manos cansadas pero firmes, levantarán las escuelas, reconstruirán las casas y, sobre todo, enseñarán a las futuras generaciones el valor de la unidad y la resistencia .

Las mujeres de Ucrania no solo están resistiendo la guerra. Están preparando la paz .

Hoy, al hablar de ellas, no solo reconocemos su valentía: nos comprometemos a seguir apoyándolas. Porque su lucha por la vida, la esperanza y la paz, es también nuestra lucha.

Gloria a las mujeres de Ucrania. Gloria a Ucrania.