"No a los concordatos con los poderes y sí a acuerdos con el pueblo llano" Luis Rodríguez Patiño: "La jerarquía eclesiástica española debe abandonar su injerencia en la formación del próximo gobierno"
"Los poderes de la Iglesia se han sacralizado al modo pagano", dice el cura gallego
"La erosión de la institución ha llevado a su transformación en aparato ideológico de partidos y organizaciones reaccionarias"
"Hoy pedimos que la Iglesia jerárquica sea más evangélica en su interior y más profética en su exterior"
"Hoy pedimos que la Iglesia jerárquica sea más evangélica en su interior y más profética en su exterior"
| Luis Rodríguez Patiño
La jerarquía de la Iglesia en España está preocupada por los pactos entre PSOE Y UNIDAS PODEMOS... y pide jornadas de oración. Por este motivo muchos sacerdotes que palpamos el dolor y el sufrimiento del Pueblo de Dios, por la crisis que sufren muchas familias que están en la pobreza y con los derechos sociales caso anulados, decimos: No a los concordatos con los poderes y sí a acuerdos con el pueblo llano.
San Pedro, jefe de la Iglesia, probó las cadenas en su propia carne, para poder después proclamar el Evangelio como un pregón contra todo tipo de cadenas que intenten impedir al hombre realizarse plenamente.
A causa de unas circunstancias históricas, la Iglesia jerárquica ha intervenido poderosamente en las estructuras de la sociedad occidental y en la justificación sagrada de sus últimos fundamentos éticos, jurídicos, filosóficos y políticos, y esto le ha llevado en repetidas ocasiones a una especie de teocracia. Es reacia a admitir las premisas del mundo moderno que procede de la reforma y de la ilustración.
Los poderes de la Iglesia se han sacralizado al modo pagano y esto mengua la genuina autoridad cristiana. No es de extrañar que la Iglesia jerarca se haya convertido en un aparato ideológico del Estado. En repetidas ocasiones la Iglesia jerárquica ha caído en la trampa de la beligerancia, utilizando de modo indirecto sus poderes como grupo de presión.
La Iglesia jerárquica ha rivalizado con movimientos organizados de la clase obrera, con corrientes críticas de los intelectuales y con las crecientes autonomías éticas de los sectores de futuro, y esto ha llevado a una profunda erosión de la Iglesia como institución de poder, como propietaria de recintos educativos, como guardiana de costumbres burguesas y como aliada de movimientos, partidos y organizaciones conservadoras y reaccionarias (convirtiéndose en un aparato ideológico de estos partidos y organizaciones reaccionarias).
Hoy pedimos y exigimos que la Iglesia jerárquica, por parte de un sector cristiano de base popular y laical que recupere su misión evangelizadora, sea una institución crítica de libertad, apoye con su fuerza moral las reivindicaciones de las clases sociales y grupos más desfavorecidos, cese sus concordatos con los poderes y suscriba acuerdos con el pueblo liso y llano. Que sea más evangélica en su interior y profética en su exterior y así llagará a ser la Iglesia de Jesús de Nazaret.