(Juan Masiá).-Mirándote , Jesús, gritando muerte. En tí vemos a Abba vulnerado. Secreto del Amor crucificado. Expirando Espíritu más fuerte. Ninguno de los cuatro evangelistas carga las tintas en el sufrimiento físico de Jesús, al revés que la película de Mel Gibson. La narración evangélica no es una reconstrucción histórica de lo que ocurrió (que ciertamente conllevó esos aspectos torturadores), sino una interpretación de fe pascual.
Pletórica de significados, lo transmite la narración de Marcos, breve y concisa. Destacan los dos gritos de Jesús al agonizar y expirar. Grita como fuera de sí. Un grito de queja y un grito de victoria.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: