Christina Moreira, detenida en San Pedro por "usurpar un hábito talar" Una apertura que acabó en cierre: "Surgió un policía, que llamó a más policías y terminé en dependencias policiales"
Asisto al llamado “sínodo de la sombra” para dar voz al colectivo que aquí represento: la Asociación de Mujeres Presbíteras Católicas Romanas (ARCWP)
Para que la gente supiera que tenía a su lado a una presbítera católica, me revestí con el alba (la túnica a la que toda persona bautizada tiene derecho) y la estola que me identifica como obediente a la orden de servir a mis hermanas y hermanos “dadles vosotros de comer”
Después de tres horas y media de deliberaciones para las que llegaron a estar presente hasta ocho agentes todos masculinos, decidieron aplicarme una sanción en concepto de multa y confiscación de dichos hábitos
Después de tres horas y media de deliberaciones para las que llegaron a estar presente hasta ocho agentes todos masculinos, decidieron aplicarme una sanción en concepto de multa y confiscación de dichos hábitos
| Christina Moreira Vázquez
Participé en la misa de apertura del sínodo desde las sillas del fondo de la plaza de san Pedro del Vaticano, en medio de mi querido pueblo y disfrutando viendo la fe de las gentes sencillas, comprobando como todavía queda esperanza y alegría en tantas y ya no en otras.
Asisto al llamado “sínodo de la sombra” para dar voz al colectivo que aquí represento: la Asociación de Mujeres Presbíteras Católicas Romanas (ARCWP).
Dicha representación consta de acciones sencillas y pacíficas para llevar a la visibilización de nuestros ministerios y dar testimonio, en la realidad del común de los mortales, de que también queda ansia de compartir eso que “nos quema por dentro” y nos da la vida: el seguimiento de Jesús que envió a la samaritana a anunciar que era el mesías a la gente de su aldea y a Magdalena a proclamar su resurrección a sus hermanos. Ese seguimiento, ese nombre santo lo es todo para nosotras. Es nuestro aliento, nuestra fuerza, nuestro horizonte y único propósito como Quién es : el Camino, la Verdad y la Vida.
Por ello opté por unirme con un grupo de mujeres valientes y fuertes en la fe, capaces de amar hasta dejarse excluir y castigar por un sistema ya condenado y que urge reformar. Sí, urge. Están en juego vidas de pequeños y pequeñas. Juntas caminamos, mujeres y varones de buena voluntad que trabajamos por el Reino con los instrumentos pequeños y pacíficos: la palabra y los símbolos, la oración...
De modo que ayer, para que la gente supiera que tenía a su lado a una presbítera católica, me revestí con el alba (la túnica a la que toda persona bautizada tiene derecho) y la estola que me identifica como obediente a la orden de servir a mis hermanas y hermanos “dadles vosotros de comer”
Surgió un policía, que llamó a más policías y terminé en dependencias policiales de la policía italiana que dio por sentado que una mujer no podía ser presbítera y que estaba usurpando un “hábito talar” (sic). El resto de uniformes y hábitos que poblaba la plaza a aquellas horas no les pareció sospechoso. Después de tres horas y media de deliberaciones para las que llegaron a estar presente hasta ocho agentes todos masculinos, decidieron aplicarme una sanción en concepto de multa y confiscación de dichos hábitos.
Me liberaron sin saber que ya hace largo tiempo me liberó Cristo, en especial cierto día en que a él también le castigaron por decir quien era y le quitaron sus ropas... se nota que el estamento farisaico no ha perdido las buenas costumbres. El acudir a la fuerza extranjera para ejecutar sus tareas sucias e injustas, violando libertades de expresión entre otras me resulta familiar.
Me encuentro en paz, con un largo programa de palabra y acciones por delante con un nutrido grupo de compañeras y compañeros con quienes caminaré, cantaré, oraré, pensaré estos días. Doy fe de que este sínodo lo vamos a bordar y ya se verá de qué parte está la sombra.
Desde el corazón de quién se llama madre iglesia os envío bendiciones y toda clase de deseos de paz y bien, cariños incontables y una mirada ancha y amigable “benévola y acogedora” como pidió en papa en su homilía.
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Vuestra amiga y hermana
Christina Moreira Vázquez, a 5 de octubre de 2023, en Roma, celebrando el décimo aniversario de su ordenación diaconal en medio de su comunidad santa do Home Novo en A Coruña.
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