Francisco: la verdad absoluta y relativa

El papa Francisco ha escrito una interesantísima carta al periódico italiano, de conocidas posiciones laicistas, La Repubblica.

Quiero detenerme en un párrafo que resulta revelador para constatar la novedad de lenguaje y de actitudes hacia adentro y hacia afuera que ha traído el papa Francisco. En su carta habla de la verdad absoluta. Y la novedad consiste en que Francisco se desmarca POR IGUAL del fundamentalismo y del relativismo radical; pero sin acercar el péndulo al primero (Y ESTA ES LA GRAN NOVEDAD)

"Ud. me pregunta si el pensamiento según el cual no existe ningún absoluto, y por lo tanto ninguna verdad absoluta, sino solo una serie de verdades relativas y subjetivas, se trate de un error o de un pecado. Para empezar, yo no hablaría, ni siquiera para quien cree, de una verdad «absoluta», en el sentido de que absoluto es aquello que está desatado, es decir, que sin ningún tipo de relación. Ahora, la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia nosotros en Cristo Jesús. Por lo tanto, ¡la verdad es una relación! A tal punto que cada uno de nosotros la toma, la verdad, y la expresa a partir de sí mismo: de su historia y cultura, de la situación en la que vive, etc. Esto no quiere decir que la verdad es subjetiva y variable, ni mucho menos. Pero sí significa que se nos da siempre y únicamente como un camino y una vida. ¿No lo dijo acaso el mismo Jesús: «Yo soy el camino, la verdad y la vida»? En otras palabras, la verdad es en definitiva todo un uno con el amor, requiere la humildad y la apertura para ser encontrada, acogida y expresada. Por lo tanto, hay que entender bien las condiciones y, quizás, para salir de los confines de una contraposición... absoluta, replantear en profundidad el tema".


Hasta aquí el texto citado. Es un texto que prefiere la verdad relativa (¡no relativista!, sino relacional) a la verdad absoluta. Por eso, sin ser opuesto ni contrario, se sitúa en unas coordenadas muy distintas a la célebre homilía de abril de 2005 del Cardenal Ratzinger sobre la dictadura del relativismo, pronunciada unos días antes de ser elegido Papa. Algunos pensadores, como el filósofo turinés Gianni Vattimo, han denunciado que, si se hace un absoluto de la verdad, corremos el riesgo de caer en la intolerancia y la violencia (física o, al menos, metafísica). Supone poner la verdad absoluta por encima de la caridad y el amor. Cito sólo a este autor porque me ha ocupado unos años por tratar sobre su pensamiento en una tesis doctoral que defendí el año 2012.

No quiero hace contraposiciones facilonas. Seguramente entonces, en abril de 2005, tocaba eso, y en esa homilía el entonces Cardenal Ratzinger describió situaciones reales y preocupantes. Pero al condenar el relativismo con tanta fuerza, faltaron matices que sí aporta ahora este párrafo de Francisco que acabamos de citar.

Los que dicen que el papa Francisco no ha traído ninguna novedad de pensamiento, "sólo gestos", y se burlan de los que hablan de "primavera eclesial", harían bien en leer despacito este párrafo, mejor en su contexto en la carta citada. Un contexto en que Francisco está valorando el diálogo entre creyentes y no creyentes.

En resumen: El lenguaje del papa Francisco se separa del relativismo radical y del fundamentalismo. Por ello, propone que los cristianos no hablemos de "verdad absoluta", sino de "verdad relacional". El cristianismo se basa en el Amor que nos tiene Dios Padre por su Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo. Y eso no es una verdad absoluta de la que pongamos disponer, sino RELACIONAL. El único absoluto es Dios. Nosotros, aún, como dice Francisco, estamos en camino hacia Él.
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