Apostolado y Eucaristía

Crítica Constructiva

 Apostolado y Eucaristía

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ACI Prensa

            Me emociona ver en Santa Micaela los días de fervor que siguieron a sus ejercicios espirituales de 1847; la gracia mística que recibió en la fiesta de Pentecostés. Ella lo explicaba con estas palabras que merecen ser grabadas en oro dentro de nuestro corazón:

"Lo vi tan grande, tan poderoso, tan bueno, tan amante y misericordioso que resolví no servir más que a un Señor que todo lo reúne para llenar mi corazón."

            Ella buscaba siempre la unión con Dios en el Sagrario. Decía que las penas, las cruces, los trabajos le hacían meterse en el sagrario, y salía de allí con fuerza. Lo mismo hacía el Padre Nieto.  Todo lo solucionaba con una visita ardiente a Jesús. A veces nos parece demasiado simple, demasiado fácil el resolver nuestros problemas y nuestras preocupaciones apostólicas de esta manera.  Mi experiencia práctica es que cuanto mejor he andado en esta piedad sólida, tanta más alegría experimento en mi interior y tanto mayor fruto en el apostolado.

            Eso de recibir a Jesús dentro de sí mismo, dejarse poco a poco convertir en El... es para volver loco a cualquiera. Con esta locura del todo lúcida saldremos de nuestro caparazón de funcionarios eclesiásticos y conquistaremos el mundo para el Reino de Cristo como los Apóstoles, como todos los santos que nos ocupan en estas líneas. Nadie con mayor celo que ellos. Y no estaban siempre en reuniones para elaborar planes pastorales sobre el papel.

            Comprendo a la gente sin fe. Pero no llego a comprender a quienes se dicen creyentes católicos y luego "pasan" de la eucaristía en la misa, en la comunión y en la visita o cierran a cal y canto sus iglesias.

            Todo cuanto hagamos para mantener durante el día la presencia de Cristo en nuestras almas, es sólo corresponder a su amor.

            Eucaristía, allí Cristo, nuestra Pascua está presente y nos da vida, y nos invita a ofrecernos nosotros mismos con El en memoria suya por la salvación del mundo. Desde la Eucaristía Dios nos dará ese "perfume de Cristo" que nos hace verdaderos apóstoles, nos ayudará a tener la verdadera disciplina para llegar a ser personas de oración.  ¡Ojalá podamos entender así la Eucaristía!  De esta forma comunicaremos nuestra experiencia de fe eucarística.  Viviéndola con esta convicción personal total. Así transformaremos el mundo como los Apóstoles.

José María Lorenzo Amelibia                                         Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

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