Es bueno dedicar una mañana o una tarde cada mes al retiro espiritual. Jesús de Nazaret: Bautismo y tentaciones de Jesucristo
Retiro del mes de del año 2022
| José María Lorenzo Amelibia
El tema del retiro de este mes es: Jesús de Nazaret: Bautismo y tentaciones de Jesucristo
Advertencia: Es bueno todos los meses practicar una mañana o una tarde de retiro. Ofrezco este retiro del mes de julio, con el tema “Jesús de Nazaret”. Se puede realizar en particular durante una mañana o una tarde. También puede servir a sacerdotes para ofrecerlo a algún grupo de personas. Puede ser muy fructuoso para el alma. --- Íntegro debajo de este anuncio:
Bautismo de Jesús
Preámbulo. Ante todo hemos de ponernos en la presencia de Dios de una manera consciente y detenida; esta puede ser una manera eficaz:
1.- Con calma decir: Señor, Tú estás aquí. Yo lo creo. Tú me ves... Me contemplas... Penetras mi alma hasta el fondo... Me escuchas... Me amas... Yo soy alguien para Ti. Importo ante tus ojos. 2.- Lo creo, Señor, porque Tú lo dijiste; y ni quieres, ni puedes engañarnos. 3.- Si Tú estás aquí, y lo creo, debo comportarme como lo hago delante de alguien que es muy importante para mí.4.- Voy a practicar un acto de oración, de búsqueda de Ti, de tu voluntad. Sea para tu mayor gloria.
Exposición:
Jesús de Nazaret: Bautismo y tentaciones de Jesucristo
Este retiro está elaborado íntegro del libro de Benedicto XVI “Jesús de Nazaret” una joya tanto desde el punto de vista científico como espiritual. De él hemos entresacado estas ideas para meditar. Es bueno que cuantos tenemos conocimientos teológicos lo asimilemos con paciencia, lo hagamos criterio y tema de reflexión y oración. (En letra más pequeña se indica las páginas del libro de donde hemos tomado las ideas).
El bautismo de Jesús que nos da a conocer el rostro de Dios.
p.23 y 31
1.- Dios nos muestra el camino que debemos tomar para llegar a Él y para llegar al Padre. Moisés no consiguió ver el rostro de Dios. (Ex. 3). Este pasaje manifiesta hasta dónde puede llegar el contacto con Dios en esta vida. Pero el nuevo Moisés, Jesucristo, es el que ha dado a conocer el rostro de Dios. Él vive ante el rostro de Dios, no solo como amigo, sino como Hijo. (Jn. 1, 18).
2.- La doctrina de Jesús no procede de enseñanzas humanas, sino del contacto íntimo con el Padre. Y por eso, sus enseñanzas no son humanas, sino divinas. Para entender a Jesús es necesario fijarnos en lo que dice el Evangelio: se retiraba al monte y allí oraba noches enteras con el Padre. Mantenía constante comunión con el Padre. Quien ve a Jesús ve al Padre. (Jn. 14,9).
3.- La vida pública de Jesús comienza con el bautismo. Él había cargado con todas las culpas de la humanidad; por eso entró en el Jordán y entró a ser bautizado como pecador, y llegó a aceptar la muerte por los pecados de la humanidad. Se escuchó en el bautismo la voz del Padre que decía: “Este es mi Hijo muy amado”; el Hijo predilecto sobre el cual descansa el beneplácito de Dios. ¡El cordero de Dios!
4.- Se preanuncia al Dios Trino cuando aparece el Espíritu Santo en forma de paloma. Y fue crucificado en una fiesta de pascua y así llegó a aparecer como verdadero cordero. La expresión “cordero de Dios” interpreta la teología de la cruz que hay en el bautismo. El bautismo que desde entonces administran los discípulos de Jesús, es el ingreso en el bautismo de Jesús.
II Las tentaciones de Jesucristo
p.49
1.- Tentaciones de Jesús. Cuando en el bautismo descendió sobre Jesucristo el Espíritu Santo fue como la investidura formal de su misión: “El Espíritu Santo está sobre mí, porque Él me ha ungido...” (Lc. 4,18 e Is. 61,1). Después fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo. (Lc. Mat. 4,1). Jesús entra en el drama de la existencia humana. Las tentaciones le acompañan durante todo el camino y la lucha en todo su recorrido. Y comienzan las tentaciones en el desierto, donde el pecado es vencido y se restablece la armonía del hombre con Dios. Allí se oyen los gemidos de la creación que “expectante está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios” (Rom. 8,19). Aquellas tentaciones del desierto pretendían apartarlo del plan de Dios; poner orden en el mundo terreno sin Dios; reconocer solo como verdaderas las realidades materiales o políticas. Es propio de la tentación aparentar una moral que nos envía directamente a hacer el mal: las cosas de Dios aparecen irreales. Es un interrogante que nos pone en nuestra existencia humana.
2.- Primera tentación (Mat. 4-2...). Siente hambre Jesús, y le propone el diablo que las piedras se conviertan en pan. Le propone algo claro y práctico. Le exige una evidencia muy distinta de la que el Reino de Dios requiere: acabar del todo con el hambre. Y Jesús ¡no es indiferente al hambre de los hombres! Pero este problema lo sitúa en su concepto adecuado y le concede la prioridad debida. Cristo mismo nos habla del grano de trigo que muriendo da mucho fruto. (Jn. 12,24). Pero contesta: “No solo de pan vive el hombre... (Mat. 4,4). El pan es importante; la libertad es más importante; pero lo más importante es la fidelidad y la adoración jamás traicionadas. La gente no solo ha dejado a Dios; también ha apartado a los hombres de Él... y no se puede gobernar la historia con meras estructuras materiales. La bondad de corazón solo puede venir de Aquel que es la misma bondad. Y siempre será un misterio por qué Dios no ha creado un mundo en que Dios tenga la evidencia de lo palpable.
3.- Segunda tentación. El diablo cita algo del salmo 91,11. “... los ángeles te llevarán en sus palmas para que tu pie no tropiece...” El debate entre Jesús y el diablo versa de sobre la interpretación de la Biblia. El punto fundamental está en la respuesta de Jesús “No tentarás al Señor tu Dios” (Deut. 6,16) El diablo le tienta con la arrogancia que quiere convertir a Dios en un objeto e imponerle nuestras condiciones humanas. Quien piensa de este modo se convierte a sí mismo en Dios y con ello degrada a Dios, al mundo y a sí mismo. Cristo no se degrada a sí mismo: ni se arroja del templo, ni descendió de la cruz; no salta al abismo; no tienta a Dios. Pero ha descendido al abismo de la muerte, al desamparo de los indefensos. Se ha atrevido a dar este salto como acto de amor por los hombres. Y en este salto entendía que caía en los brazos del Padre. Y sabe que incluso cuando nadie quiera ayudarle, Él puede poner su confianza en Aquel que le ama.
4.- La 3ª tentación: cuando el diablo lo sube a lo alto del monte; le enseña y ofrece todo con tal de que le adore. ¡Ansia de poder, ansia d dinero! Jesús llegó a decir a los suyos: “Se me ha dado pleno poder en el Cielo y en la Tierra...” (Mat. 28,18). Y este poder ha de ser solo para el bien. Un poder de resucitado; para el Reino de Dios. Crece a través de la humildad y de la predicación en aquellos que aceptan ser sus discípulos, que son bautizados... En esta tentación de riqueza y poder caen muchísimos en todo tiempo. Y en la pasión de Jesús se plantea la alternativa: “¿Suelto a Cristo o a Barrabás? Barrabás era combatiente de la resistencia y asesino. La disyuntiva entre quien acaudilla una lucha y Jesucristo que anuncia la negación de sí mismo como camino hacia la vida. Si nosotros tuviéramos que elegir hoy ¿Cómo sería nuestra elección? ¿Un mundo en que Jesús aparezca como asunto privado, sin intervenir en nuestros asuntos? ¿El camino abierto para la paz y el amor? Es fundamental la respuesta a esta tercera tentación: se refiere a qué debe hacer un salvador del mundo. Hemos de tener en cuenta al tentador que quiere volver del revés la misión de salvación. El Mesías no significa poder mundano, sino la cruz con todo su poder salvífico. Pedro no logró entenderlo: recordemos cuando le dijo a Jesús: “Eso no puede sucederte, Maestro”. Y Jesús dijo “Quítate de mi vista, Satanás...” (Mat. 16, 22...). El Mesías nos salva mediante el desprecio y el sufrimiento. “¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas!” (Lc. 24,25). Y formulamos esta pregunta: ¿Qué ha traído realmente Jesús al mundo si no ha traído la paz y el bienestar para todos, un mundo mejor? Y la respuesta es muy sencilla: Ha traído a Dios; aquel Dios cuyo rostro se había revelado desde Abraham hasta Moisés y los Profetas. Ahora conocemos a Dios; ahora podemos invocarlo. En la lucha de la tentación ha vencido Jesús: frente a la divinización fraudulenta del poder y el dinero, está Dios como auténtico bien del hombre.
Examen práctico.
1.- Cómo intento de algún modo mantener en mi mente y corazón el rostro de Dios por medio de Jesucristo?
2.- ¿Cómo intensificar en mi vida el contacto íntimo con Dios?
3.- Pensar en maneras de luchar contra la tentación.
4.- ¿Cómo estoy con relación al poder, a la comida, al prestigio humano?
5.- La humildad es virtud fundamental. ¿Trabajo algo y cómo por adquirir esta virtud tan difícil?
Retiro espiritual del mes
Julio 2023
José María Lorenzo Amelibia Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/
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