Conflictos históricos entre el hombre y Dios; entre creyentes y no creyentes.
El conflicto entre Dios y el hombre, tal y como fue expuesto en el artículo anterior, es ideológico o conceptual. Sí, existe conflictividad por la oposición de las interpretaciones sobre Dios; en ocasiones, unas se oponen a otras. Así, por ejemplo, el Dios Padre y Amigo enseñado por Jesús se opone al Yavé justiciero del Antiguo Testamento.
Ahora bien, junto al conflicto ideológico o conceptual entre el hombre y Dios, se dan los históricos y los personales con varias modalidades: 1-entre no- creyentes y creyentes, 2-entre creyentes y no creyentes, 3-entre fanáticos y creyentes. 4-Y en los mismos creyentes, entre su fe y su conducta.
El conflicto entre el hombre y Dios, históricamente, ha surgido y puede surgir entre:
No creyentes contra y creyentesSe da el conflicto entre los que no tienen fe en Dios, sea cual fuere su ideología, y los creyentes, como es el caso de los cristianos. Este conflicto se ha dado a lo largo de la historia dando lugar a la persecución y al asesinato. En los primeros siglos, muchos fueron los mártires, víctimas del odio contra la fe por parte de los paganos. En el siglo XX, nacistas y comunistas mataron a millones de creyentes, judíos y cristianos por razones religiosas o políticas; por su condición de enemigos del “pueblo”, contrarrevolucionarios, gente de derechas y de la Iglesia.
Según diversos estudios, en el siglo XX habrían sido asesinados unos 45 millones de cristianos. En España, desde 1934 a 1939 se contabilizan alrededor de 10 mil católicos (sacerdotes, religiosos y laicos) asesinados por motivos religiosos.
Y en el siglo XXI también ha continuado la persecución y la muerte por motivos de fe. En el año 2001, el número de cristianos asesinados por motivos religiosos es superior a 160 mil y en el 2013, unos cien mil. Entre los años 2003 y 2009, según informó Asianews en diciembre 2009, habrían sido asesinados alrededor de 2000 cristianos en Irak. A causa de la inestabilidad y de los ataques dirigidos contra cristianos, muchos de ellos han huido a otros territorios: de los cerca de 800 mil cristianos que había en 2003, se calcula que quedan 450 mil en 2010.
En cuanto al número de cristianos muertos anualmente por su fe, según una declaración hecha pública en junio de 2011 por Massimo Introvigne, representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la lucha contra la intolerancia y la discriminación contra los cristianos, se trataría de 105.000 muertos al año. Según otro estudio, el número de cristianos asesinados anualmente durante la primera década del siglo XXI sería de 10.000.
Así se explica que el Papa Francisco haya lamentado que en estos últimos años han muerto por la fe cristiana, más que en los primeros siglos del cristianismo (1-5-15). Y el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, denunció que “es un escándalo” la indiferencia que muestra la comunidad internacional ante la tragedia de los cristianos perseguidos en países como Irak y Siria en donde el Estado Islámico (ISIS) ha asesinado a miles solo por creer en Cristo.
Prescindamos de cifras, más o menos cuestionables, y quedémos con el incuestionable fenómeno: la persecución religiosa, el conflicto entre el hombre y Dios-religión con innumerables asesinatos por odio contra la fe.
Creyentes contra otros creyentes. Y los yijadistas
Junto a los asesinatos de no creyentes por decisión de creyentes hay que tener presente los cometidos, en el pasado y en el presente. En el fondo permanece el mismo conflicto religioso entre el hombre y la fe en Dios. O más exactamente, creyentes que matan a otros por razones de fe en Dios.
Varios ejemplos: las muertes de indígenas americanos cometidas por los colonizadores de América por no querer convertirse a la fe cristiana. No tengo cidras exactas como tampoco de la muertes dictaminadas por la Inquisición y ejecutadas por el poder civil contra los herejes. Lo que sí es cierto que el motivo de la muerte, o de los tormentos sean mucho s o pocos ha sido efecto del conflicto hombre Dios.
Como tercer gran conflicto de creyentes contra los de otra religión, es el de los yijadistas, fanáticos musulmanes, que matan a los cristianos que no se quieren convierten al Islam. Los medios de comunicación hablaron de este conflicto en los últimos meses.
Conflictos por motivo de fe en la comunidad familiarNi la misma comunidad de amor, la familia, escapa a las tensiones y conflictos dentro de la misma comunidad y por motivo de la fe en Dios. Por ejemplo: cuando los padres católicos sufren por el agnosticismo de los hijos.
Todavía es frecuente la queja de padres mayores de sesenta años que se lamentan: “nosotros educamos la fe de nuestros hijos y juntos rezamos y participamos en el culto religioso. Pero todo fue entrar en la Universidad y ausentarse de la misa. Alguno de nuestros hijos afirma que cree en Dios y que reza a su manera; otro que rechaza a la iglesia actual; otro que perdió la fe, que es agnóstico. Total, que “forzamos” el matrimonio de ellos por la Iglesia pero después no aparecen más que por algún compromiso social. Ahora nos preguntamos si nuestra familia es una excepción o una más dentro del mundo actual”. Tensión: los mayores intentan hablar de la religión pero los hijos, muchos de ellos buenos, honrados pero agnósticos, no quieren oír hablar de prácticas religiosas.
Lamentablemente su caso no es único, ni mucho menos. A nivel europeo se puede constatar cómo un 80% de los bautizados son cristianos en la infancia y paganos en la edad adulta. No llega al 20% los católicos practicantes, especialmente en la última etapa de la vida. Por ello no falta quien dice con la autoridad de Obispo español encargado de la pastoral juvenil (Mons. Munilla): el 50% de los jóvenes afirman no creer en Dios ni conocer a Jesucristo. También, el cardenal Rouco arzobispo de Madrid lamentaba que asistimos a “una silenciosa apostasía del cristianismo”. Es el fenómeno gravísimo fenómeno del siglo XXI, la indiferencia religiosa con la fe perdida o dormida, con la sordera para lo religioso pues Dios no interesa.”
Conflictos personales por motivo de la fe No faltan las personas que sufren los efectos del conflicto religioso, el del hombre con Dios, por diversas, causas y manifestaciones:
-quien recibió una educación de “todo es pecado” y vive atormentado por las continuas ofensas que comete contra Dios;
- quien critica a la Iglesia, la rechaza y se queda solamente con Jesucristo;
-los divorciados vueltos a casar que se sienten excomulgados de la Iglesia porque no pueden comulgar;
-los exaltados (conservadores o progresistas) que combaten dialécticamente para convencer a sus adversarios. Viven en permanente conflicto religioso.
-los que no comulgan porque perdieron una misa dominical por atender a un enfermo. Creen faltar gravemente y les angustia no poder comulgar.
-cónyuges, uno muy religioso y el otro no practicante, en quienes la fe el trato con Dios es motivo de discusiones y hasta separaciones.
En todas las situaciones descritas entre creyentes, no creyentes y otros creyentes, entre fe y conducta, la fe en Dios ha desunido y ha provocado….Ha sido de motivo del conflicto entre Dios y el hombre.
Ahora bien, junto al conflicto ideológico o conceptual entre el hombre y Dios, se dan los históricos y los personales con varias modalidades: 1-entre no- creyentes y creyentes, 2-entre creyentes y no creyentes, 3-entre fanáticos y creyentes. 4-Y en los mismos creyentes, entre su fe y su conducta.
El conflicto entre el hombre y Dios, históricamente, ha surgido y puede surgir entre:
No creyentes contra y creyentesSe da el conflicto entre los que no tienen fe en Dios, sea cual fuere su ideología, y los creyentes, como es el caso de los cristianos. Este conflicto se ha dado a lo largo de la historia dando lugar a la persecución y al asesinato. En los primeros siglos, muchos fueron los mártires, víctimas del odio contra la fe por parte de los paganos. En el siglo XX, nacistas y comunistas mataron a millones de creyentes, judíos y cristianos por razones religiosas o políticas; por su condición de enemigos del “pueblo”, contrarrevolucionarios, gente de derechas y de la Iglesia.
Según diversos estudios, en el siglo XX habrían sido asesinados unos 45 millones de cristianos. En España, desde 1934 a 1939 se contabilizan alrededor de 10 mil católicos (sacerdotes, religiosos y laicos) asesinados por motivos religiosos.
Y en el siglo XXI también ha continuado la persecución y la muerte por motivos de fe. En el año 2001, el número de cristianos asesinados por motivos religiosos es superior a 160 mil y en el 2013, unos cien mil. Entre los años 2003 y 2009, según informó Asianews en diciembre 2009, habrían sido asesinados alrededor de 2000 cristianos en Irak. A causa de la inestabilidad y de los ataques dirigidos contra cristianos, muchos de ellos han huido a otros territorios: de los cerca de 800 mil cristianos que había en 2003, se calcula que quedan 450 mil en 2010.
En cuanto al número de cristianos muertos anualmente por su fe, según una declaración hecha pública en junio de 2011 por Massimo Introvigne, representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la lucha contra la intolerancia y la discriminación contra los cristianos, se trataría de 105.000 muertos al año. Según otro estudio, el número de cristianos asesinados anualmente durante la primera década del siglo XXI sería de 10.000.
Así se explica que el Papa Francisco haya lamentado que en estos últimos años han muerto por la fe cristiana, más que en los primeros siglos del cristianismo (1-5-15). Y el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, denunció que “es un escándalo” la indiferencia que muestra la comunidad internacional ante la tragedia de los cristianos perseguidos en países como Irak y Siria en donde el Estado Islámico (ISIS) ha asesinado a miles solo por creer en Cristo.
Prescindamos de cifras, más o menos cuestionables, y quedémos con el incuestionable fenómeno: la persecución religiosa, el conflicto entre el hombre y Dios-religión con innumerables asesinatos por odio contra la fe.
Creyentes contra otros creyentes. Y los yijadistas
Junto a los asesinatos de no creyentes por decisión de creyentes hay que tener presente los cometidos, en el pasado y en el presente. En el fondo permanece el mismo conflicto religioso entre el hombre y la fe en Dios. O más exactamente, creyentes que matan a otros por razones de fe en Dios.
Varios ejemplos: las muertes de indígenas americanos cometidas por los colonizadores de América por no querer convertirse a la fe cristiana. No tengo cidras exactas como tampoco de la muertes dictaminadas por la Inquisición y ejecutadas por el poder civil contra los herejes. Lo que sí es cierto que el motivo de la muerte, o de los tormentos sean mucho s o pocos ha sido efecto del conflicto hombre Dios.
Como tercer gran conflicto de creyentes contra los de otra religión, es el de los yijadistas, fanáticos musulmanes, que matan a los cristianos que no se quieren convierten al Islam. Los medios de comunicación hablaron de este conflicto en los últimos meses.
Conflictos por motivo de fe en la comunidad familiarNi la misma comunidad de amor, la familia, escapa a las tensiones y conflictos dentro de la misma comunidad y por motivo de la fe en Dios. Por ejemplo: cuando los padres católicos sufren por el agnosticismo de los hijos.
Todavía es frecuente la queja de padres mayores de sesenta años que se lamentan: “nosotros educamos la fe de nuestros hijos y juntos rezamos y participamos en el culto religioso. Pero todo fue entrar en la Universidad y ausentarse de la misa. Alguno de nuestros hijos afirma que cree en Dios y que reza a su manera; otro que rechaza a la iglesia actual; otro que perdió la fe, que es agnóstico. Total, que “forzamos” el matrimonio de ellos por la Iglesia pero después no aparecen más que por algún compromiso social. Ahora nos preguntamos si nuestra familia es una excepción o una más dentro del mundo actual”. Tensión: los mayores intentan hablar de la religión pero los hijos, muchos de ellos buenos, honrados pero agnósticos, no quieren oír hablar de prácticas religiosas.
Lamentablemente su caso no es único, ni mucho menos. A nivel europeo se puede constatar cómo un 80% de los bautizados son cristianos en la infancia y paganos en la edad adulta. No llega al 20% los católicos practicantes, especialmente en la última etapa de la vida. Por ello no falta quien dice con la autoridad de Obispo español encargado de la pastoral juvenil (Mons. Munilla): el 50% de los jóvenes afirman no creer en Dios ni conocer a Jesucristo. También, el cardenal Rouco arzobispo de Madrid lamentaba que asistimos a “una silenciosa apostasía del cristianismo”. Es el fenómeno gravísimo fenómeno del siglo XXI, la indiferencia religiosa con la fe perdida o dormida, con la sordera para lo religioso pues Dios no interesa.”
Conflictos personales por motivo de la fe No faltan las personas que sufren los efectos del conflicto religioso, el del hombre con Dios, por diversas, causas y manifestaciones:
-quien recibió una educación de “todo es pecado” y vive atormentado por las continuas ofensas que comete contra Dios;
- quien critica a la Iglesia, la rechaza y se queda solamente con Jesucristo;
-los divorciados vueltos a casar que se sienten excomulgados de la Iglesia porque no pueden comulgar;
-los exaltados (conservadores o progresistas) que combaten dialécticamente para convencer a sus adversarios. Viven en permanente conflicto religioso.
-los que no comulgan porque perdieron una misa dominical por atender a un enfermo. Creen faltar gravemente y les angustia no poder comulgar.
-cónyuges, uno muy religioso y el otro no practicante, en quienes la fe el trato con Dios es motivo de discusiones y hasta separaciones.
En todas las situaciones descritas entre creyentes, no creyentes y otros creyentes, entre fe y conducta, la fe en Dios ha desunido y ha provocado….Ha sido de motivo del conflicto entre Dios y el hombre.