"Hay creyentes instalados en la radicalización" A favor o en contra de Dios en el mundo global
"Dentro de los fieles practicantes se distinguen los que aman a Dios de modo ordinario de los que profesan amistad".
"Los místicos pasaron de la amistad a la intimidad, a la unión permanente".
Como introducción a las diversas actitudes y respuestas ante Dios, unas con el SI y otras con el NO, exponemos ahora un panorama, digamos que mundial, con los que están a favor de Dios (con Dios), contra de Dios, o bien con una doctrina o praxis ambivalente.
El “no” a Dios: rechazo
El rechazo al Dios personal ha existido en siglos anteriores pero de manera especial desde el siglo XIX. El No a Dios en la actualidad está favorecido por el ambiente cultural adverso apoyado por el ateísmo y otras ideologías como el relativismo-subjetivista. Si en Europa y en América está más presente el cristianismo, en otros continentes predomina el ateísmo, dada la ideología marxista que aceptan algunos gobiernos como el de China. Pero la Europa secularmente cristiana está bajo el influjo del secularismo con presencia alarmante de la indiferencia religiosa. Y más preocupación suscita el secularismo que se independiza de Dios y la ruptura total que mantiene el ateísmo con la existencia de Dios.
El “sí” a Dios: aceptación
Claramente a favor de la existencia de Dios y con una determinada relación, sea cual fuera su religión, están las personas que claramente aceptan a Dios. Más aún, son creyentes y practicantes en su religión. Si la persona creyente es consecuente respetará a Dios, será una persona religiosa. Dentro de estos fieles practicantes se distinguen los que aman a Dios de modo ordinario de los que profesan amistad. Son los amigos de Dios. Y dentro de los amigos encontramos un grupo más reducido a los que denominamos “místicos”: quienes pasaron de la amistad a la intimidad y hasta la unión permanente. Ellos consiguieron la relación con Dios como opción fundamental.
En el primer apartado del SI a Dios están los fieles que pertenecen y practican lo que indica su respectiva religión como camino hacia Dios. Baste por ahora su enumeración: el animismo, el hinduismo, el budismo (aunque se cuestiona que sea una religión), el judaísmo, el cristianismo con sus diferentes confesiones y el islamismo. En el cristianismo sobresale la figura de Jesucristo y el Reino de Dios. Completa el tema el cristiano como seguidor de Jesús fundador de la Iglesia católica. Junto a la Liturgia y las espiritualidades diversas destaca también la religiosidad y la devoción popular en la piedad de los fieles.
Doctrinas ambivalentes, incompletas o fuera de la Iglesia
En este tercer apartado no está claro el NO a Dios pero el Sí no guarda la comunión debida con la Iglesia católica. No rechazan a Dios pero sí su doctrina y trato con él según la doctrina católica. Se trata de los que falsifican al Dios verdadero, los del sincretismo de la Nueva era y los nuevos movimientos religiosos. También los creyentes instalados en la radicalización como conservadores y progresistas. Y como praxis, los idólatras que divinizan lo que no es Dios, los que se instalan en un fundamentalismo terapéutico y cuantos ofenden a Dios negando algunas de sus propiedades.
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