¿Cómo tratar a Dios en Navidad?

Como en todo tiempo: con respeto y con amor. Pero en Navidad respetar y amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo, tiene especiales motivaciones y manifestaciones. El trato a Dios pide que seamos: por la fe, agradecidos y disponibles; por la esperanza responsables, y por la caridad coherentes.

Lo qué tenemos que agradecer a Dios, especialmente, en Navidad:

-su amor al visitarnos y quedarse compartiendo nuestra vida;

-su presencia que nos trae la salvación;

-la esperanza por la venida de Cristo con la Buena nueva del reino de Dios;

-la humildad y humillación del que motiva al nacer humilde entre los humildes;

-la pobreza de Belén de quien da nuevo sentido a la pobreza;

-la paz y felicidad que ofrece a las personas de buena voluntad.

La disponibilidad de nuestro “buen” trato se manifiesta:
-al interiorizar el amor de Dios que se da a todas las personas;

-al celebrar agradecidos y jubilosos la visita del Dios Salvador;

-al recordar a tantos hermanos que hoy pasarán una Navidad triste;

-al ser navidad, reflejo del amor de Dios con quienes nos rodean y esperan algo;

-al amar un poco más a los más cercanos y a los más lejanos;

-al colaborar para que Dios inunde al mundo con paz de su Reinado.

El trato responsable está presente con:

-la sana alegría que no se confunde con el placer de consumir;

-la gratitud, adoración e imitación de lo que nos enseña el Salvador;

-la felicidad de quien ama y se siente amado por Dios;

-la vivencia de la Navidad como donación al prójimo durante todo el año;

-la superación de nuestro orgullo ante la humildad y humillación en Belén;

-el propósito de ser instrumento de paz y la alegría ante los demás.

La coherencia cristiana se mide en la medida en que …

-aumente nuestra fe y no nos quedemos solamente en lo externo;

-proyectemos el amor de Dios en el trato amable con el prójimo;

-procuremos la felicidad de los que nos rodean;

-alegremos la vida de algún enfermo, anciano, persona triste;

-superemos el materialismo consumista que destruye la Navidad auténtica;

-consigamos que estas fiestas no sean un ofensa contra Dios y los pobres;

-nos sintamos amados por Dios y ¡experimentemos su amor!

-despertemos la fe de los indiferentes con nuestra esperanza y alegría cristiana;

-seamos mejores cristianos porque hemos vivido la Buena Nueva del Salvador;

La coherencia en criterios de Anamaría Rabatté:

-si tienes tristeza, ¡alégrate! NAVIDAD ES GOZO

-si tienes enemigos, ¡reconcíliate! NAVIDAD ES PAZ

-si tienes amigos, ¡búscalos! NAVIDAD ES ENCUENTRO

-si tienes soberbia, ¡entiérrala! NAVIDAD ES HUMILDAD

-si tienes deudas, ¡págalas! NAVIDAD ES JUSTICIA

-si tienes pecados, ¡arrepiéntete! NAVIDAD ES GRACIA

-si tienes tinieblas, ¡enciende tu vela! NAVIDAD ES VERDAD

-si tienes odio, ¡olvídalo! NAVIDAD ES AMOR

SIEMPRE, Y MÁS EN NAVIDAD, ¡AMA Y SERÁS FELIZ!
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